NIZA, Francia – Duras advertencias sobre el daño que se inflige a los océanos con el calentamiento global, la contaminación con plásticos, y la sobrepesca, lanzaron los primeros líderes internacionales que hablaron este lunes 9 en la inauguración de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (Unoc3).
Con el Mediterráneo al fondo, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó que “el océano es el recurso compartido por excelencia, pero le estamos fallando”, al abrir los trabajos de la conferencia en el puerto de esta ciudad.
Señaló que los océanos están absorbiendo 90 % del exceso de calor procedente de las emisiones de gases de efecto invernadero, y están cediendo bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación.
“Los arrecifes de coral están muriendo. Las poblaciones de peces están colapsando. La subida del nivel del mar pronto podría sumergir deltas, destruir cultivos y engullir costas, amenazando la supervivencia de muchas islas”, advirtió.
En la Unoc3 participan más de 120 Estados miembros de la ONU, instituciones y organizaciones internacionales, científicos, sector privado y organizaciones no gubernamentales, con el objetivo de “acelerar la acción y movilizar a todos los actores para conservar y utilizar sosteniblemente el océano”.
Se busca además que de manera global, grupal o bilateral se tejan alianzas para implementar el ODS14 en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: “Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos”, recogidos en la Agenda 2030 de la ONU.
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país coorganiza la cumbre junto con Costa Rica, habló tras Guterres haciendo un enérgico llamado en favor de la ciencia, el derecho y la resolución multilateral.
“Si la Tierra se está calentando, el océano está hirviendo”, dijo el mandatario francés, y añadió que “el destino de los mares no puede dejarse en manos de los mercados o de la opinión”.
Sin nombrar al presidente Donald Trump, avanzó una crítica hacia el retiro del multilateralismo que practica el gobernante estadounidense: “Las profundades marinas no están en venta, como tampoco lo están Groenlandia, la Antártida o alta mar”, afirmó.
“La primera respuesta es, por tanto, el multilateralismo”, dijo Macron. Y subrayó que “el clima, como la biodiversidad, no es una cuestión de opinión; es una cuestión de hechos científicamente establecidos”.
El desinterés de Estados Unidos por la conferencia de Niza quedó marcado por la ausencia de un miembro de su gabinete, y en su lugar Washington envió a Edward Russo, quien trata para la Casa Blanca las cuestiones de medio ambiente.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, agradeció a Guterres la inclusión de los océanos en la agenda mundial, y lanzó su advertencia: “El océano nos habla, con arrecifes de coral blanqueados, con tormentas, con manglares heridos. No queda tiempo para la retórica”.
Condenó que “durante décadas se haya tratado al océano como una despensa infinita y un vertedero global”, e instó a pasar de la explotación a la gestión. “Ahora es el momento de actuar”, afirmó.
Pidió una moratoria de la explotación minera de los fondos marinos en aguas internacionales hasta que la ciencia pueda evaluar adecuadamente los riesgos, una postura que ya respaldan 33 países.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también hizo una crítica velada a la administración Trump, al pedir “que se impida la carrera depredadora de los minerales” en los océanos.
“No podemos permitir que le pase al océano lo que ha pasado a las reglas del comercio internacional, que han sido tan erosionadas que la Organización Internacional del Comercio se ha vuelto prácticamente inoperativa”, dijo Lula.
Brasil presentó oficialmente en Niza, junto con Australia, Fiyi, Kenia, México, Palaos y Seychelles, una iniciativa para situar al océano en el centro de las estrategias nacionales sobre el clima.
Esa iniciativa, “Desafío de la NDC Azul”, un compromiso para integrar la acción climática basada en los océanos en los planes climáticos nacionales actualizados (NDC en inglés) en el marco del Acuerdo de París de 2015.
Esos planes son piedra angular de los esfuerzos nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y así limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados sobre los niveles de la era preindustrial (1850-1900).
Otro objetivo de esta conferencia es contribuir a la entrada en vigor del Tratado de Alta Mar, conocido como el acuerdo BBNJ, adoptado en 2023 para salvaguardar la vida en aguas internacionales. Se necesitan 60 ratificaciones para que el tratado se convierta en derecho internacional vinculante.
Macron anunció que ese hito está ya al alcance de la mano: “Además del medio centenar de ratificaciones ya presentadas aquí en las últimas horas, 15 países se han comprometido formalmente a sumarse a ellas”, declaró.
Entre los 63 jefes de Estado o de gobierno que anunciaron su presencia en Niza, ya arribaron, o lo harán en cuestión de horas, además de Lula y Chaves, los mandatarios iberoamericanos Javier Milei (Argentina), Pedro Sánchez (España), Santiago Peña (Paraguay), Dina Boluarte (Perú) y Luis Abinader (República Dominicana).
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