Brasil lidera los Brics en medio de tensiones entre EEUU y China

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva escucha a su homólogo chino Xi Jinping en la 15 Cumbre de los Brics, celebrada en Sudáfrica en agosto de 2023. Con la reciente expansión del bloque, los países miembros y asociados comprenden ahora la mitad de la población mundial y casi 30 % del PIB global. Imagen: Ricardo Stuckert / Presidencia de Brasil

RÍO DE JANEIRO – Brasil ha asumido la presidencia del grupo Brics de economías emergentes en un momento crucial. Mientras el bloque se prepara para su cumbre anual en Río de Janeiro en julio, el país anfitrión debe sortear las crecientes tensiones y conflictos derivados de las agresivas políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump.

Con su reciente expansión y sus crecientes ambiciones geopolíticas, los países del bloque conformado inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica deben equilibrar intereses diversos al tiempo que se reafirman como una fuerza cohesionada en la escena mundial. Según los expertos, Brasil se enfrenta a un delicado equilibrio entre promover esta alianza heterogénea y evitar una postura que pueda ser percibida en Washington como antioccidental o contraria al dólar.

La presidencia, sin embargo, sí ofrece oportunidades a Brasil: facilitar una postura conjunta de los Brics sobre la acción climática antes de que el país hospede la cumbre climática en noviembre, la 30 Conferencia de las Partes (COP30); impulsar una mayor cooperación del Sur global en finanzas, salud, comercio e inteligencia artificial; y establecer una agenda clara para el Nuevo Banco de Desarrollo, también conocido como el Banco de los Brics, dirigido por la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff.

Nuevos invitados a la mesa

La próxima cumbre, que se celebrará los días 6 y 7 de julio, supondrá la inclusión de Indonesia, que se incorporó al bloque Brics en enero, tras la entrada de Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos en 2024. Existe cierta confusión en cuanto al estatus de Arabia Saudí, que figura como miembro del Brics en la página web de la presidencia brasileña, pero al parecer aún se está deliberando sobre su inclusión.

Nueve naciones más ―Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajstán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán― tienen estatus oficial de “país socio“, y más de 30 han expresado su interés en unirse.

Esta expansión, que ahora significa que los países miembros y asociados de los Brics comprenden la mitad de la población mundial y casi 30 % del producto interno bruto (PIB) global, fue impulsada por Rusia y China. Brasil e India mostraron menos entusiasmo, según los expertos.

Con la ampliación del número de miembros prevista para la cumbre, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva también ha invitado a México, Colombia y Uruguay a participar como invitados, algo habitual en las cumbres internacionales como forma de implicar a países no miembros de importancia estratégica o regional.

Brasil ha coordinado más de 100 reuniones ministeriales y técnicas en Brasilia entre febrero y julio para preparar la cumbre. Pero parece inevitable que la reunión esté dominada por la sombra de las políticas de Trump sobre los aranceles globales.

Dado que Estados Unidos se ha retirado por segunda vez del Acuerdo de París sobre el cambio climático tras el retorno a la Casa Blanca de Trump, es probable que la sostenibilidad también desempeñe un papel en la cumbre de los Brics, sobre todo teniendo en cuenta que la COP30 se celebrará en la ciudad amazónica de Belém en noviembre, apenas unos meses después.

Uno de los objetivos de Brasil para la cumbre es establecer un enfoque unificado para la financiación de la acción climática, de modo que las naciones Brics puedan asumir un papel de liderazgo en la COP30.

El negociador jefe de Brasil, Maurício Lyrio, ha afirmado que se necesitan 1,3 billones(millones de millones) de dólares para combatir el cambio climático y ha expresado la insatisfacción de los países en desarrollo con el “modesto” acuerdo de financiación de la COP29 celebrada en Bakú el año pasado.

En la COP30, Brasil y otros países tienen previsto lanzar el Fondo para Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, en inglés), una iniciativa de 125 000 millones de dólares para financiar la conservación de los bosques tropicales en los países elegibles del Sur global.

En las recientes conversaciones de la ONU sobre biodiversidad, la COP16, el grupo Brics desempeñó un papel clave en la obtención de un acuerdo. Sobre la base de ese éxito, el grupo aspira a ampliar su liderazgo climático, especialmente a medida que Estados Unidos reduce su participación en los esfuerzos medioambientales mundiales.

“Es una agenda que el gobierno brasileño, como anfitrión de la próxima reunión de las partes, apoya, porque reconoce los riesgos y ha tomado medidas para garantizar que esta agenda, que interesa a toda la humanidad y a los gobiernos, siga siendo fuerte”, afirma Paulo Casella, profesor y líder del Grupo de Estudios Brics de la Universidad de São Paulo.

Brasil utilizará la plataforma de los Brics para impulsar la financiación de la lucha contra el cambio climático en el marco más amplio de los objetivos de desarrollo sostenible, según Beatriz Mattos, coordinadora de investigación de Plataforma Cipó, un instituto de investigación centrado en la cooperación internacional y la acción por el clima.

“Brasil tiene esta noción del desarrollo sostenible como algo mucho más amplio que la agenda climática, pero también entiende que la agenda climática puede movilizarse como una forma de alcanzar estos objetivos de desarrollo sostenible”, afirma.

Mattos también cree que los Brics desempeñarán un papel crucial en la transición energética. “Nuestra expectativa es que estos países puedan llegar a un consenso sobre los esfuerzos de transición, garantizando que la transición sea realmente justa”, afirma.

Sin embargo, estas conversaciones deben ir acompañadas de algunas realidades difíciles.

Las exportaciones de petróleo de Brasil alcanzaron casi los 45 000 millones de dólares en 2024. Impulsadas en gran medida por la demanda de China, sus exportaciones de crudo se han duplicado en los últimos cinco años y casi cuadruplicado en la última década, según datos del gobierno.

Buque petrolero al lado de un morro
Un buque petrolero, operado por la empresa estatal brasileña Petrobras, anclado en la bahía de Guanabara, en Río de Janeiro. Aunque Brasil ha sido un firme defensor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, sus exportaciones de crudo casi se han cuadruplicado en la última década. Imagen: Tânia Rêgo / Agência Brasil

Aumentan las tensiones comerciales

También es probable que la cumbre se celebre bajo la nube de las crecientes tensiones internacionales, a pesar de la reciente decisión de suavizar los aranceles, que habían aumentado hasta 245 % para las importaciones chinas a Estados Unidos.

Según el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ambas partes acordaron recortar los aranceles en 115 % a partir de mediados de mayo. Aun así, la tregua solo ofrece un alivio temporal: en los días siguientes al acuerdo, Beijing reanudó sus duras críticas a Washington.

Otras naciones se enfrentan a un arancel base de 10 %, entre ellas Brasil, mientras que algunas, como India y Sudáfrica, se ven amenazadas por tipos más altos, de 27 % y  31 %, respectivamente.

Según Casella, estos avances significan que Brasil puede elevar la importancia de los Brics como plataforma de colaboración internacional. “Sabotear este sistema multilateral de normas e instituciones es contraproducente”, afirma. “Provoca turbulencias, crea incertidumbre y aumenta la necesidad de operar otros acuerdos independientes de Estados Unidos”, añade.

La administración Trump también ha amenazado con imponer aranceles de 100 % a los países del bloque Brics si debilitan el dólar creando una moneda alternativa.

En respuesta, el Ministerio de Finanzas de Brasil ha negado que los países estén discutiendo activamente una moneda común o persiguiendo una estrategia coordinada de “desdolarización”. Dicho esto, el aumento de las transacciones en moneda local y el desarrollo de plataformas de pago alternativas están en la agenda de los Brics para 2025.

De hecho, se planteó una moneda alternativa en la cumbre de los Brics de agosto de 2023, pero los avances se estancaron ante la cautela de China e India. Por su parte, Brasil propuso una moneda común regional en 2023, pero específicamente para el bloque comercial Mercosur, no para el conjunto de los Brics.

Casella calificó de “tonterías” las amenazas de Estados Unidos contra los países que utilizan monedas distintas del dólar en el comercio exterior. Señala que ya existe un comercio sustancial fuera del sistema del dólar.

“Lo que Brasil puede orientar”, dice Casella, “es tratar de encontrar otros espacios de tranquilidad institucional y entendimiento con países que puedan mantener una relación comercial y que Brasil, dentro de los Brics, pueda ayudar a coordinar e implementar”, aun cuando las políticas estadounidenses generen problemas significativos a nivel mundial y probablemente aceleren el cambio hacia canales comerciales sin dólares.

Un ‘momento delicado’

Brasil se encuentra en una situación delicada. Los países Brics formaron la alianza para crear una alternativa a las instituciones tradicionales lideradas por Occidente. Sus líderes han abogado por reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y han propuesto un sistema de pagos Brics, un mecanismo descentralizado destinado a reducir la dependencia de las redes financieras denominadas en dólares.

Ahora, con el inicio de una guerra comercial y China acusando abiertamente a Estados Unidos de utilizar el dólar como “herramienta geopolítica“, Brasil tratará de reafirmar su compromiso con los BRICS y el multilateralismo, evitando al mismo tiempo movimientos que puedan provocar represalias por parte de la Casa Blanca, según los expertos.

“La agenda internacional se está acelerando”, afirma Pablo Ibáñez, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro, donde dirige una investigación sobre China. “Estamos en una trayectoria de colisión entre China y Estados Unidos”, añade.

“Es un momento delicado para Brasil. En la escena internacional, estamos lidiando con aranceles y navegando por una relación diplomática con Estados Unidos más delicada que en los últimos tiempos”, dice.

Y añade: “Sería un error entender que Brasil se está convirtiendo en un aliado chino antioccidental. El Ministerio de Asuntos Exteriores [de Brasil] no lo permitiría. Brasil es muy pragmático… Si los países quieren cumplir, cooperaremos. Pero no nos vamos a alinear con China así como así”.

Ibáñez cree que el multilateralismo y el comercio serán los temas dominantes de la cumbre. También predice que Brasil mantendrá su agenda actual centrada en cuestiones como el hambre y el acceso a los medicamentos. “Pero creo que estos dos temas, el multilateralismo y el comercio, van a estar muy presentes”, agrega.

A su juicio, mostrar fuerza es actualmente una prioridad para el gobierno brasileño, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva quiere demostrar que está preparado y listo para comprometerse.

La expansión de los Brics se ha visto impulsada por el creciente poder de China, opina Ibáñez. “Esto ha supuesto un reto para Brasil, que no estaba preparado. Brasil no se oponía necesariamente a la expansión en sí, sino a la forma en que se gestionó: tan rápidamente y sin criterios claros”, argumenta.

Dilma Rousseff para detrás de un atril
Ceremonia de toma de posesión de Dilma Rousseff como presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, en Shanghái, en abril de 2023. Bajo el liderazgo de Rousseff, el banco ha tratado de cerrar la brecha de financiación para el desarrollo sostenible y las infraestructuras. Imagen: Ricardo Stuckert / Presidencia Brasil

El rol del Banco de los Brics

Otro aspecto significativo es el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), también conocido como el Banco de los Brics, que se está convirtiendo en una institución financiera cada vez más importante para las economías en desarrollo.

Bajo la presidencia de Rousseff, el NBD ha aumentado sus compromisos de financiación, en particular asignando 1100 millones de dólares a las labores de recuperación tras las inundaciones en el sur de Brasil.

A medida que se intensifican las conversaciones sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático antes de las dos cumbres, el papel del NDB en apoyo del desarrollo sostenible adquiere mayor importancia.

“La creación del Nuevo Banco de Desarrollo se debe en gran medida a los esfuerzos por promover el desarrollo sostenible”, afirma Mattos. “Es un banco que podría colmar el déficit de financiación del desarrollo sostenible y las infraestructuras. En cierta medida, el concepto de desarrollo sostenible siempre ha formado parte de los Brics”, agrega.

Bajo la presidencia de Brasil, el país está utilizando los Brics como plataforma para desarrollar soluciones colectivas a los problemas globales, especialmente dada la actual fragilidad del multilateralismo, añade.

“Brasil ha intentado conectar los foros multilaterales que ha liderado en los últimos años”, añade Mattos. “El año pasado ocupamos la presidencia del G20, este año la de los Brics y, a finales de este año, recibiremos a la COP30. Brasil ha intentado conectar las acciones de todos estos foros, con resultados muy positivos”, concluye.

Este artículo se publicó originalmente en Dialogue Earth.

RV: EG

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe