NACIONES UNIDAS – Para proteger los océanos del mundo es necesario comprenderlos y apreciarlos mejor. Mientras la comunidad internacional se prepara para celebrar la conferencia sobre los océanos, también debe prepararse para invertir en iniciativas científicas y educativas que refuercen sus esfuerzos conjuntos.
Francia y Costa Rica copatrocinan la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), que va a hospedar la ciudad francesa de Niza, del 9 al 13 de junio. Durante ella, gobiernos, grupos intergubernamentales y no gubernamentales y el sector privado, entre otros, debatirán las medidas urgentes que deben adoptarse para promover la conservación y el uso sostenible de los océanos.
La conferencia de este año será la primera que se celebre durante el Decenio de las Naciones Unidas de la Ciencia Oceánica para el Desarrollo Sostenible (2021-2030), destinada a promover medidas para proteger los ecosistemas y la biodiversidad únicos de los océanos y cómo promover una mayor concienciación e investigación sobre las ciencias oceánicas y cómo protegerlos mejor.
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) es la responsable de supervisar y seguir los avances durante esa década. La COI reúne a la comunidad oceánica mundial en torno a los principios de comprensión, educación y protección de los océanos.
Se hará hincapié en el fortalecimiento de las capacidades de recopilación de datos en el sistema mundial de observación de los océanos. La escasez de datos y las limitaciones de los métodos de recopilación han hecho que las organizaciones tengan dificultades para comprender el alcance total de los océanos y los cambios a los que se enfrentan como consecuencia del cambio climático.
Julian Barbiere, jefe de Política Marina de la Unesco, dijo a los periodistas que los debates basados en la ciencia serán el núcleo de la Unoc3 de Niza.
Para la Unesco, en la ciudad mediterránea francesa se debatirá cómo traducir los datos científicos en medidas climáticas tangibles. Esto incluye ampliar los esfuerzos actuales en materia de cartografía del fondo oceánico.
En la actualidad, solo 26,1 % del fondo marino ha sido cartografiado según los estándares modernos y el objetivo es alcanzar a 100 % para 2030.
Joanna Post, jefa de Observaciones y Servicios Oceánicos de la COI, señaló que existe una «necesidad real de reconocimiento» de las funciones críticas que desempeña el sistema, como la vigilancia de las condiciones meteorológicas, la cartografía del fondo oceánico, la seguridad marítima y la gestión del riesgo de desastres».
En esa dirección, anunció una nueva iniciativa que movilizaría al menos 10 000 buques comerciales y de investigación para recopilar datos y medir el océano.
Esos navíos desempeñan un papel fundamental en el seguimiento y la recopilación de datos sobre los océanos, que, según Post, deben compartirse a través de canales mundiales.
La agenda de la Unesco para este foro también incluye animar a las partes interesadas a invertir y reforzar los esfuerzos globales en materia de educación sobre los océanos.
«La educación es fundamental si queremos tener una nueva generación consciente de la importancia del sistema oceánico», afirmó Francesca Santoro, oficial superior de programas de la Unesco y responsable de la oficina de Alfabetización Oceánica.
Santoro subrayó que la educación no se limita a los estudiantes y los jóvenes, sino que los inversores privados también deben ser más conscientes de la importancia de invertir en los océanos.
La Unesco tiene como objetivo seguir ampliando las redes de escuelas y educadores que incorporan la alfabetización oceánica en sus planes de estudios, especialmente a nivel nacional. La alfabetización oceánica hace hincapié en la importancia del océano para los estudiantes, los educadores y las comunidades locales en múltiples contextos.
Uno de estos programas es la iniciativa «Sea Beyond (más allá del mar)«, en colaboración con el italiano Grupo Prada, que ofrece formación y clases a más de 20 000 estudiantes en más de 50 países.
En el marco de esta iniciativa, el 9 de junio se pondrá en marcha en la UNOC3 un nuevo fondo fiduciario de múltiples socios, que se utilizará para apoyar proyectos y programas que trabajen en favor de la educación sobre los océanos y la preservación de la cultura oceánica.
Santoro señaló que para muchas personas y comunidades locales, el principal punto de partida para interesarse por los océanos es lo que la Unesco denomina «patrimonio cultural inmaterial».
La actividad humana, incluida la contaminación, «amenaza directamente» la salud de los océanos, según Henrik Enevoldsen, del Centro de Ciencias Oceánicas de la Unesco-COI.
Anunció la elaboración de una nueva evaluación mundial, dirigida por la Unesco y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), sobre la contaminación marina, que se presentará el 12 de junio.
Se trata de «un gran paso adelante», señaló Enevoldsen, quien añadió que esta evaluación será la primera de este tipo que ofrecerá una visión global de la contaminación de los océanos.
T: MF / ED: EG
