Abundancia de energía renovable atrae grandes centros de datos a Brasil

Brasil pretende atraer la instalación de centros de datos de las grandes tecnológicas del mundo, para abastecer la inteligencia artificial, gracias a la abundancia de energías renovables. Pero se teme la presión hídrica y energética sobre el país.
Una reunión digital del Ministerio de Ciencia y Tecnología brasileño para discutir el uso de la inteligencia artificial en el sector público. El trabajo y los debates remotos también ampliaron la demanda de infraestructura digital al incrementar la comunicación a larga distancia. Imagen: Rodrigo Cabral / Ascom MCTI

RÍO DE JANEIRO – Brasil espera cosechar pronto los beneficios de tener una matriz energética ampliamente renovable. Los centros de datos, cuya demanda crece con el avance de la inteligencia artificial, son la nueva frontera de esas inversiones aún inciertas.

Es una cuestión incluso de “soberanía digital”, no solo de Brasil, según Dora Kaufman, profesora del programa de tecnologías de la inteligencia y el diseño digital en la Universidad Católica de São Paulo.

Cerca de 60 % de todo el procesamiento de datos brasileño se hace en Estados Unidos, y sigue aumentando, lo que representa un riesgo brutal, ya que una catástrofe natural o un bloqueo gubernamental puede paralizar el país, advirtió. “Es baja la probabilidad de que suceda, pero el impacto seria tremendo”, señaló a IPS por teléfono desde São Paulo.

“Lo más grave en el programa del gobierno es que pretende subsidiar centros de datos para las big techs. Los necesitamos para nuestras redes nacionales, pero proponen traer los centros de datos de Google, Facebook, Microsoft y etc, con todos los beneficios”: Carlos Afonso.

La “Política nacional de centros de datos” cambiará ese cuadro, espera el gobierno brasileño, que prometió divulgar pronto el programa, cuyo potencial es de atraer dos billones (millones de millones) de reales (350 000 millones de dólares) en los próximos 10 años, sostuvo el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.

Exención de los tributos cobrados por el gobierno nacional y reducción de impuestos de importación de equipos son estímulos que ofrecerá el gobierno a los inversionistas. Se trata de anticipar medidas ya previstas en la reforma tributaria ya aprobada y que tendrá plena vigencia a partir de 2033.

La abundancia de energía renovable, de agua y tierra seria otro factor de atracción, en un mundo que exige sostenibilidad en los nuevos proyectos.

Brasil pretende atraer la instalación de centros de datos de las grandes tecnológicas del mundo, para abastecer la inteligencia artificial, gracias a la abundancia de energías renovables. Pero se teme la presión hídrica y energética sobre el país.
Estudiantes de ingeniería electrónica y computación en Río de Janeiro compondrán una fuerza de trabajo indispensable para la economía digital que se amplía con la política gubernamental de estimular la multiplicación de centros de datos en Brasil. Imagen: Tomaz Silva / Agência Brasil

Costo elevado en Brasil

Procesar datos en Brasil es 25 % más caro que en exterior y eso se debe básicamente a la carga tributaria, apuntó Kaufman. Eliminar ese escollo abriría puertas a la multiplicación de los centros de datos, ya que “tenemos energía de sobra y renovable, así como de agua”, argumentó.

“Brasil tiene todo para tener muchos centros de datos y los desafíos son solucionables. Los necesitamos no solo para desarrollar la inteligencia artificial, sino para la creciente digitalización del gobierno y de las empresas”, subrayó.

Pero la voracidad energética e hídrica de la infraestructura necesaria del mundo digital, especialmente a la inteligencia artificial, preocupa a ambientalistas y especialistas en energía y comunicación.

“Brasil necesita antes de todo poner en marcha una transición energética de hecho. Solo hemos sumado fuentes renovables a las fósiles. Una transición justa sigue un desafío enorme, exige la electrificación del transporte, prioritaria por la crisis climática”, matizó Alexandre Costa, profesor de la Universidad Federal de Ceará, en el nordeste de Brasil.

“Tres empresas estadounidenses de las llamadas big tech, AWS/Amazon, Microsoft y Google, concentran 63 % del procesamiento de datos global, en un verdadero oligopolio”: Dora Kaufman.

En una ciudad del estado de Ceará, Caucaia, de 355 000 habitantes, la plataforma TikTok pretende instalar un centro de datos. A 35 kilómetros de distancia, en el puerto de Pecém, que tiene un área industrial, hay planes para establecer un polo de producción de hidrógeno verde, también devoradora de agua y electricidad.

Además Pecém ya cuenta con una central termoeléctrica y una planta siderúrgica, ambas de gran consumo hídrico.

Brasil pretende atraer la instalación de centros de datos de las grandes tecnológicas del mundo, para abastecer la inteligencia artificial, gracias a la abundancia de energías renovables. Pero se teme la presión hídrica y energética sobre el país.
En el área industrial del puerto de Pecém, en el estado de Ceará, en el Nordeste de Brasil, se producen aletas para plantas eólicas. Al lado hay planes para la producción de hidrógeno verde para exportación a Europa. El gran consumo de electricidad y agua preocupa ambientalistas de esta y otras zonas de Brasil donde se quiere instalar grandes centros de datos. Imagen: Mario Osava / IPS

Energía fósil aún predomina

El Nordeste, la región más pobre de Brasil, se destaca como atractiva para proyectos que se pretenden sostenibles, por ser ya la mayor generadora eólica en el país y disponer de un enorme potencial también en la fuente solar.

Pero el aprovechamiento de los vientos, fuertes y regulares, y de la insolación privilegiada ya enfrenta críticas y protestas de la población, por ocupar crecientes territorios, en conflicto con comunidades locales y la agricultura familiar, señaló Costa, un físico especializado en meteorología y cambio climático.

En términos nacionales, el consumo de electricidad fue de 86,1 % de fuentes renovables en 2022, según la Empresa de Investigación Energética del gobierno. Pero la matriz energética total registró 52,7 % de no renovables, con predominio del petróleo y gas natural. El carbón mineral mantiene una pequeña participación de 4,4 %.

Eso significa que Brasil, cuyo transporte de carga se hace básicamente por vía terrestre mediante camiones, aún tiene que reducir mucho su consumo de combustibles fósiles, transición que exige más electricidad.

Los centros de datos representarán una demanda adicional, en una economía que ya tiene planes para un fuerte aumento del consumo, si avanzan los proyectos de hidrógeno verde, inteligencia artificial y electrificación de los vehículos, advirtió Costa a IPS, por teléfono desde Fortaleza, capital de Ceará.

Pasa lo mismo en relación al agua, “no hay como abastecer una demanda infinita de esos insumos”, acotó. A su juicio, falta un modelo energético que contemple las nuevas demandas, las prioridades y la necesidad de una matriz energética cada día más limpia.

Brasil pretende atraer la instalación de centros de datos de las grandes tecnológicas del mundo, para abastecer la inteligencia artificial, gracias a la abundancia de energías renovables. Pero se teme la presión hídrica y energética sobre el país.
La electrificación de los vehículos aumenta la demanda de electricidad. Los centros de datos crean una demanda adicional que presiona la generación eléctrica por fuentes renovables, para cumplir las metas de reducir los gases de efecto invernadero en Brasil. Imagen: Marcelo Camargo / Agência Brasil

Dependencia

“Lo más grave en el programa del gobierno es que pretende subsidiar centros de datos para las big techs (grandes tecnológicas). Los necesitamos para nuestras redes nacionales, pero proponen traer los centros de datos de Google, Facebook, Microsoft y etc, con todos los beneficios”, criticó Carlos Afonso, experto en tecnologías de la comunicación y uno de los introductores de internet en Brasil.

Mencionó como ejemplos de carencia de esos centros a Serpro (Servicio de Procesamiento de Datos) y Dataprev (banco de datos de la previsión social), empresas públicas vitales para el funcionamiento del gobierno, al igual que la Red Nacional de Investigación que conecta universidades y otras instituciones de ciencia e innovación.

“¿Tendrán que usar centros de datos de esas big techs en Brasil?”, cuestionó en diálogo con IPS.

Al parecer, tanto el programa gubernamental para ese sector como el del hidrógeno verde se proyecta destinar más bien a atender demandas externas, en la visión de generar mercancías y servicios exportables.

Por eso Kaufman defiende la necesidad de exigir contrapartidas a los centros de datos que se instalen en Brasil, como la sostenibilidad basada en energías renovables y cero emisión de gases de efecto invernadero, eficiencia energética y destinar por lo menos 10 % de la capacidad instalada al mercado interno.

La experta cree que los grandes centros de datos a instalarse en Brasil servirán especialmente para el entrenamiento de la inteligencia artificial, hecho que minimiza la “latencia”, las fracciones de segundos que puede demorar una comunicación desde el origen hasta el destino, a larga distancia.


También le pueden interesar:

Las estafas digitales proliferan en Brasil y diseminan la desconfianza

Brasil decide liberar las aulas de la invasión del teléfono celular

Brasil ante la simbiosis de redes sociales y ultraderecha

Altas tecnologías y democracia en la batalla entre X y Brasil


Pero la realidad brasileña y mundial en la economía digital es de una dependencia en relación a Estados Unidos que se agravó con las políticas del presidente Donald Trump, de poner los intereses de su país por encima de todo, incluso de los tratados internacionales.

“Tres empresas estadounidenses de las llamadas big techs, AWS/Amazon, Microsoft y Google, concentran 63 % del procesamiento de datos global, en un verdadero oligopolio”, destacó Kaufman. Ese dominio tiende a crecer a 80%, añadió.

El portal de estadísticas mundiales Statista registra que en marzo de 2025 Estados Unidos tenía 5426 centros de datos, más de 10 veces la cantidad de Alemania (529), el Reino Unido (523) y China (449).

El desequilibrio es aún peor en los centros llamados de hiper escala, aquellos que ocupan más de 930 metros cuadrados y 5000 máquinas servidoras. De los 1136 existentes al final de 2024, Estados Unidos acaparaba 54 % de la capacidad de procesamiento, contra 16 % de China y 15 % de Europa, según datos de Sinergy Research Group.

Durante 2024 se crearon 137 nuevos centros, es decir el crecimiento fue de 13,7 %, un ritmo que debe mantenerse, impulsado principalmente por los avances de la inteligencia artificial, añade la empresa de consultoría y análisis de Estados Unidos.

Es poco visible la infraestructura necesaria para el mundo digital que ya conecta a dos tercios de la humanidad y crece aceleradamente con nuevos recursos, como la computación en nubes y la inteligencia artificial.

Cables, incluso los submarinos intercontinentales, satélites y la red ya existente de las telefónicas son conocidas, pero no tanto los centros de datos, los cerebros que almacenan, procesan y distribuyen las informaciones. Se hicieron gigantescos y estratégicos ante el incremento exponencial del flujo de datos en el mundo.

ED: EG

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe