Jahan, de 18 años, dio a luz a su primer bebé en un centro de atención primaria para refugiados de la etnia rohinyá que huyen de la persecución en Myanmar. Las agencias de la ONU destacan que las tasas de mortalidad materna se mantienen elevadas en contextos frágiles y de conflictos, y solicitan que no se recorte la ayuda internacional que sostiene en esos entornos los servicios de salud para madres y recién nacidos. Imagen: Satu / Unicef