LIMA – Perú cuenta con un potencial estimado de más de 125 500 megavatios (MW) para la producción de energía limpia. Esta capacidad apenas es cubierta por las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), que representan menos de 6 % de la producción nacional de electricidad.
En este pequeño mercado, los incumplimientos ambientales, la imprecisión de normas y el debilitamiento institucional tienen un efecto; en los últimos cinco años, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa) ha iniciado procesos sancionadores en contra de 16 empresas y ha multado a 13 de ellas, según información obtenida por medio de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información.
Las amonestaciones fueron impuestas en el periodo comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2024. El monto global de las multas impuestas es de 600 7452 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), lo que equivale a cerca de 817 327 dólares. Entre las 13 generadoras sancionadas, se emitieron 20 resoluciones de sanción, y algunas de las compañías tuvieron observaciones de forma reiterada o en distintas operaciones.
Las infracciones más reiteradas están relacionadas con el incumplimiento de los planes ambientales de las operaciones y el desecho de residuos de la actividad.
En los últimos cinco años, el Oefa sancionó 37 infracciones, de las cuales 14 se refieren a la falta de monitoreos ambientales, 13 tienen que ver con la disposición de residuos, cuatro al incumplimiento de sus planes, tres a posibles riesgos ambientales y otros tres al desarrollo de actividades sin contar con el permiso respectivo.
Estas últimas son consideradas faltas graves por la autoridad.
La generación eléctrica produce residuos. Estos pueden ser peligrosos, no peligrosos, de construcción y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Raee). Los residuos son causa de problemas ambientales en las áreas urbanas, rurales e industrializadas, ya que pueden generar impactos por su manejo inadecuado.
“El modelo de generación eléctrica a través de fuentes de energía renovable generará innumerables ventajas para el medio ambiente, al evitar un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera», señala la guía para la elaboración de estudios de impacto ambiental de proyectos de plantas solares fotovoltaicas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España.
Sin embargo, añade, «la instalación de nuevas plantas no está exenta de potenciales impactos sobre el medio ambiente y debe desarrollarse con sensibilidad hacia el medio receptor para que pueda ser ambientalmente sostenible”.
En Perú, la norma establece como obligación reportar la Declaración Anual de Manejo de Residuos Sólidos a través del Sistema de Información para la Gestión de Residuos para el ámbito municipal y no municipal (Sigersol).
La falta de cumplimiento de esta obligación fue sancionada por Oefa para las empresas Moquegua Fv SAC, Gr Taruca SAC, Gr Paino, Gr Taruca, Energía Eólica SA, Engie Energía Perú SA, Parque Eólico Tres Hermanas y Parque Eólico Marcona.
Al respecto, Engie Energía, a cargo de la Central Solar Intipampa, señaló que “la sanción fue por un error administrativo, puesto que los residuos fueron gestionados de manera correcta y fueron declarados en el período posterior. Sin embargo, por un error en la carga de la información en la plataforma Sigersol, no se presentó la declaración de manera completa”.
La empresa, además, informó que entre las acciones que ha tomado para cumplir sus compromisos ambientales se encuentran la revisión y fortalecimiento de sus procesos administrativos, la realización de auditorías internas y externas, la capacitación de su personal y el compromiso con la transición energética.
De la misma forma, Energía Eólica indicó que esta sanción obedeció a problemas administrativos y que sí presentaron las declaraciones en su debido momento.
La operación tiene una capacidad máxima de generación de potencia de 16 MW y una vida útil de 25 años. Su plan de relacionamiento con los ciudadanos del área de influencia comprende visitas guiadas a la población con frecuencia semestral, reuniones con autoridades de manera trimestral, la realización de visitas guiadas a instituciones y la recepción de quejas e inquietudes.
Estas obligaciones establecidas por la propia organización en su instrumento ambiental no se cumplieron en 2018 y 2019.
Para este artículo, se enviaron solicitudes a las empresas sancionadas para obtener su versión sobre las razones de los incumplimientos. Hasta el cierre de la edición no se obtuvo una respuesta oficial a los cuestionarios enviados.
Una situación que dificulta el acceso a los descargos de las empresas tiene que ver con el hecho de que muchas de ellas fueron absorbidas por otras y cambiaron de titularidad. De las 13 compañías sancionadas, pasaron a ser seis.
Es el caso de las multas a Enel Green Power Perú, que se convirtió en Pluz Energía. “La información que solicitas es sobre el negocio de generación eléctrica, del cual nosotros ya no participamos al ser ahora Pluz Energía”, indicó la empresa.
Parque Eólico Tres Hermanas, GTS Repartición, Majes Arcus, Parque Eólico Marcona fueron absorbidos por Luz del Sur, quien no informó sobre el estado de de las multas actuales. En la misma situación se encuentran Moquegua Fv, Panamericana Solar y Tacna Solar, cuyas plantas ahora son de propiedad del grupo Zelestra.
Para Denisse Linares, si se siguen manteniendo estas mismas condiciones estructurales, en las que falta regulación e instituciones robustas que fiscalicen el cumplimiento de normas ambientales, en realidad no se podría hablar de una transición energética en el país, sino más bien, de un cambio de nombre.
Este artículo se elaboró con el apoyo de Climate Tracker América Latina.
RV: EG