MÉXICO – La organización Amnistía Internacional (AI) saludó que la justicia brasileña y el consorcio que explota la represa hidroeléctrica Itaipú, entre Brasil y Paraguay, restituyan algunas tierras al pueblo indígena avá guaraní paranaense, pero advirtió que aún está lejos una reparación integral por el despojo sufrido.
Ana Piquer, directora para América de AI, dijo que “el compromiso de comprar 3000 hectáreas en Brasil con recursos de Itaipú Binacional es fruto de la resistencia del pueblo Avá Guaraní Paranaense”, muchas de cuyas comunidades fueron desalojadas para la construcción de la represa en los años 70 del siglo pasado.
Esa decisión, sin embargo, “no salda la responsabilidad que tienen la empresa y los gobiernos de Brasil y Paraguay de reparar plenamente a un pueblo que ha luchado más de 40 años por recuperar su territorio”, señaló Poquer.
Hace una semana, el Supremo Tribunal Federal de Brasil homologó un acuerdo de conciliación ante una acción interpuesta por la Procuraduría General del país, en representación de los intereses de comunidades indígenas avá guaraní paranaenses, contra entidades del Estado brasileño y la empresa Itaipú Binacional.
El proceso, con apoyo de la Comisión Guarani Yvyrupa y otras organizaciones, buscó reparación por las violaciones de derechos humanos sufridas por las comunidades residentes en Tekoha Guasu Ocoy Jacutinga y Tekoha Guassu Guavirá, en la margen derecha (brasileña) del río Paraná.
El acuerdo apunta a mitigar la miseria que enfrentan las comunidades indígenas de la región, mientras esperan la demarcación definitiva de sus tierras, sin poner fin a la acción de reparación de daños.
Se informó que el Supremo Tribunal ordenó a la empresa Itaipú Binacional que disponga de 240 millones de reales (42 millones de dólares) para la adquisición de las tierras durante este año y 2026.
El acuerdo también establece la difusión de un pedido de disculpas que reconozca la responsabilidad de la empresa con el pueblo indígena por las violaciones y daños sufridos al construir la represa.
La represa de Itaipú, con una potencia de generación de 14 000 megavatios (es la segunda del mundo, después de la de Tres Gargantas en China), está operativa desde 1984 y su construcción, a un costo de 36 000 millones de dólares, significó crear un lago artificial de 1400 kilómetros cuadrados en el río Paraná.
AI destaca que, en una declaración, las comunidades indígenas tomaron la restitución de parte de su territorio -aún no demarcado- como un alivio inmediato, que de ninguna manera corresponde a la dimensión real del daño causado en la construcción que impulsaron ambos gobiernos, dictaduras militares hace 40 años.
Sostienen que las 3000 hectáreas por adquirirse no son suficientes para evitar un hacinamiento que impida recuperar sus medios de vida tradicionales asociados a la siembra, caza, pesca y manejo forestal.
Jurema Werneck, directora de AI Brasil dijo que “la represa que internacionalmente presumen Brasil, Paraguay e Itaipú Binacional como un proyecto ejemplar de energía supuestamente limpia en realidad se sostiene en el dolor del pueblo avá guaraní paranaense. La misma identidad cultural de ese pueblo está en riesgo”.
La organización señaló que las comunidades de ese pueblo al otro lado de la frontera compartieron con AI su alegría por los pasos en Brasil, y la inconformidad por la falta de avances equivalentes en Paraguay.
Durante años AI ha denunciado la violación continuada de los derechos del pueblo avá guaraní paranaense en Paraguay por la falta de reparación, la precariedad que afecta a buena parte de las personas desplazadas y la violencia contra comunidades que buscan reocupar parte de sus territorios ancestrales no inundados.
Rosalía Vega, directora de AI Paraguay dijo que “el pueblo avá guaraní paranaense es uno solo que comparte la herida abierta que les dejó la hidroeléctrica de Itaipú. Entonces es inexplicable que los reconocimientos de responsabilidad y los pasos hacia la reparación no sean simultáneos”.
“Los gobiernos de Paraguay y Brasil, así como la empresa Itaipú Binacional, deben rendir cuentas y atender los reclamos del pueblo Avá Guaraní Paranaense en ambos lados de la frontera”, agregó Vega.
AI presentó un pedido de acceso a información a Itaipú Binacional, consultando sobre la integralidad de las medidas tomadas para respetar el derecho del pueblo avá guaraní paranaense a la consulta libre, previa e informada, así como para reparar las violaciones de derechos humanos cometidas durante la construcción de la represa.
El pedido también aborda la responsabilidad de debida diligencia de la empresa para asegurar que los derechos humanos siempre sean respetados por sus operaciones.
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