Auge de drogas sintéticas reconfigura mercados del narcotráfico

Incautación de drogas sintéticas por las policías Naval y de Carabineros de Chile. En todas las regiones del mundo se expande el mercado de ese tipo de drogas, más fáciles de producir y distribuir que las de origen vegetal, en tanto existe déficit de medicamentos analgésicos opiodes en países en desarrollo, señala la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Imagen Armada de Chile

VIENA – La proliferación de drogas sintéticas está transformando los mercados de drogas ilícitas y los criminales se apresuran a explotar las lagunas regulatorias y generar nuevas sustancias con gran daño para las personas, expuso en su informe anual este martes 4 la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife).

Jallal Toufiq, presidente de la Jife, dijo que “la rápida expansión de la industria ilícita de drogas sintéticas representa una grave amenaza para la salud pública mundial con consecuencias potencialmente desastrosas para la humanidad”.

“Necesitamos trabajar juntos para adoptar medidas más enérgicas contra este problema mortal que está causando cientos de miles de muertes y daños incalculables a las comunidades”, agregó Toufiq, médico psiquiatra marroquí.

Entre sus hallazgos, el informe de la Jife correspondiente al año 2024 señala que en Estados Unidos se producen a diario 150 muertes relacionadas con sobredosis de opioides sintéticos, y en Medio Oriente y África se están acelerando la fabricación, el tráfico y el consumo de estimulantes.

En Perú se registró el primer descenso del cultivo ilícito de arbusto de coca en ocho años, mientras que el de Colombia alcanzó un nuevo récord histórico

Con un gran número de sobredosis fatales cada año, las sustancias sintéticas son más potentes y tienen una duración de acción más larga que las drogas de origen vegetal que imitan, y su demanda está aumentando.

Las drogas sintéticas se fabrican y trafican con facilidad, ya que se necesitan pocos conocimientos técnicos o científicos y, a diferencia de las drogas de origen vegetal se necesita menos mano de obra o tierra para su cultivo.

La fabricación puede realizarse en cualquier lugar y se puede utilizar el mismo equipo para distintos productos sintéticos. Los traficantes cambian las tácticas de fabricación, transporte y comercialización para mantener bajos los costos operativos y altos los márgenes de ganancia, así como para reducir los riesgos de prohibición.

Toufiq dijo que “dado que la aparición rápida de sustancias se está convirtiendo en un objetivo en constante movimiento para la fabricación ilícita de drogas sintéticas, los agentes delictivos se mantienen a la vanguardia de los mecanismos regulatorios”.

“A menudo actúan más rápido de lo que pueden seguirles el ritmo los organismos encargados de hacer cumplir la ley”, añadió el titular del organismo, integrado por 13 miembros que designa el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

Como las drogas sintéticas son más potentes, los traficantes pueden hacer envíos más pequeños, que son más fáciles de ocultar, y a veces utilizan drones y otras nuevas técnicas de tráfico.

Aunque la demanda mundial de drogas de origen vegetal sigue siendo mayor que la oferta actual de drogas sintéticas, las incautaciones de sustancias sintéticas ya han comenzado a superar a las de algunas drogas de origen vegetal.

Además de representar riesgos para la salud de quienes las consumen, las drogas sintéticas altamente tóxicas pueden tener mayores riesgos de seguridad debido a los peligrosos procesos de fabricación y tráfico, y el vertido de desechos químicos por parte de fabricantes ilícitos puede provocar daños ambientales.

Iniciativas desarrolladas por la Jife están ayudando a los Estados miembros a responder al creciente tráfico de drogas sintéticas y al aumento de la fabricación y el tráfico de materiales precursores y preprecursores utilizados en su fabricación ilícita.

Los gobiernos están utilizando las distintas herramientas en línea para comprobar la legitimidad o no de envíos sospechosos y compartir información útil sobre el tráfico de opioides sintéticos no médicos y precursores químicos.

También registra el informe que existe un problema persistente con la disponibilidad mundial de medicamentos asequibles y controlados internacionalmente.

El acceso desigual a estos medicamentos es un problema en particular en Asia oriental y sudoriental, América Central y el Caribe, y África, donde los niveles de consumo son insuficientes para satisfacer adecuadamente las necesidades médicas de las poblaciones.

Asia meridional sigue siendo la región con los niveles más bajos de consumo lícito de analgésicos opioides del mundo.

El problema no se debe a una escasez de materias primas opiáceas, ya que la oferta mundial supera la demanda, sino más bien a que los requisitos estimados de varios países pueden no reflejar con exactitud las necesidades médicas reales.

Para que los medicamentos para el tratamiento del dolor estén más ampliamente disponibles y sean más asequibles, en particular en los países de ingresos bajos y medios, se insta a los países productores de opioides a que aumenten su producción.

Otro desafío que preocupa a la Junta es garantizar el acceso a sustancias sujetas a fiscalización internacional con fines médicos durante las emergencias humanitarias causadas por conflictos armados, y s informe menciona algunos procedimientos especiales que pueden utilizarse para mejorar la situación.

En cuanto a las amenazas y tendencias regionales emergentes, la Jife considera probable que el mercado de drogas sintéticas en Europa se expanda debido al inminente déficit en el suministro de heroína tras la prohibición del cultivo de adormidera en Afganistán en 2022 por parte de las autoridades de facto.

La fabricación, el tráfico y el consumo de estimulantes de tipo anfetamínico se está acelerando en Medio Oriente y África, donde existen programas limitados de tratamiento y rehabilitación de drogas.

África sigue viéndose gravemente afectada por el tráfico de drogas y hay pruebas de un aumento del consumo de cocaína y de los daños asociados en los países africanos, probablemente como efecto colateral del tránsito de cocaína con destino a Europa.

El narcotráfico obstaculiza el desarrollo en América Central y el Caribe, y la crisis de los opiáceos sigue siendo un grave desafío para los países de América del Norte.

En la Unión Europea, los Estados miembros informaron de cantidades récord de incautaciones de cocaína por sexto año consecutivo, y el mercado ilícito de drogas sintéticas en el este y sudeste de Asia continúa creciendo.

Siguen traficándose grandes cargamentos de cocaína y metanfetamina a través de los Estados insulares del Pacífico hacia Australia y Nueva Zelandia, y se informa de que el consumo de drogas en dichos Estados está aumentando.

Finalmente, en cuanto a precursores, la Jife hace hincapié en el papel crucial de la cooperación con el sector privado para prevenir el desvío y el tráfico de productos químicos y equipos utilizados para la fabricación ilícita de drogas.

A-E/HM

 

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