NACIONES UNIDAS – La ayuda vital para los habitantes de la Franja de Gaza seguía llegando este jueves 13, en medio de informes de que una reanudación de la guerra a gran escala se evitaría con el anuncio de que la milicia islamista Hamas cumplirá con la liberación acordada de los rehenes israelíes.
Las agencias humanitarias “están aprovechando cada oportunidad para entregar la mayor cantidad de ayuda posible a los habitantes, que la necesitan urgentemente”, dijo, desde el norte de Gaza, René Nijenhuis, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha).
Al cabo de 15 meses de guerra que han costado cerca de 50 000 vidas y arrasado con la mayor parte de lo construido en Gaza, de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes, Israel y Hamas observan un alto el fuego desde el 19 de enero para permitir el canje de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
La población gazatí, que ha sobrevivido desplazada en medio de los bombardeos y todo tipo de penurias, y que recibía ayuda con cuentagotas de las agencias de la ONU y sus asociados, pudo iniciar el regreso a sus lugares de origen dentro de la Franja y recibir asistencia, alimentaria y médica principalmente, de modo más sostenido.
Unas 586 000 personas se han desplazado desde el sur de la Franja hacia lo que queda de sus hogares -a menudo montones de escombros- en el norte, y en sentido inverso se han desplazado otras 56 000, según las agencias de la ONU.
Miles de camiones cargados de alimentos, refugio y medicinas han entrado en la Franja, a un ritmo de unos 600 al día desde que comenzó el alto el fuego, muchos más de los permitidos durante las hostilidades.
El actual conflicto se desató cuando milicianos de Hamas atacaron el sur de Israel, dieron muerte a más de 1000 personas y tomaron 250 rehenes, desatando una respuesta militar a gran escala por parte de Israel, que ha costado la vida a unos 47 000 palestinos y dejado heridos a otros 110 000.
La actual tregua quedó a milímetros de romperse por acusaciones entre los bandos confrontados sobre alegados incumplimientos de las condiciones para el canje de prisioneros y rehenes.
El presidente estadounidense, Donal Trump, principal aliado de Israel, amenazó con que en esa zona del Medio Oriente “se abrirán las puertas del infierno” si los rehenes israelíes no son liberados este sábado 15 de febrero, como se pactó en el acuerdo de alto el fuego que debe cumplirse entre etapas de seis semana s cada una.
Medios israelíes y árabes daban cuenta de que Hamas aceptó la liberación de rehenes según lo convenido para su canje por prisioneros y para que Israel acepte el ingreso de camiones que llevan, además de combustible y alimentos, casas móviles tipo caravana para que los desplazados puedan resistir el invierno en la zona.
La víspera pudieron ingresar hasta 800 camiones con distintos materiales de auxilio y la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (Unrwa) informó que ya ha llegado a 1,5 millones de personas con paquetes de alimentos desde el inicio del alto el fuego, y que tiene suficiente para llegar al resto de la población de Gaza.
Las agencias sostienen que, a pesar de la enorme ayuda, aún no es suficiente para proporcionar el alivio inmediato que necesitan más de dos millones de gazatíes.
“Hemos aumentado la ayuda lo más rápido que hemos podido durante las últimas tres semanas de este alto el fuego, pero, por supuesto, no podemos deshacer 15 meses de sufrimiento en tres semanas”, observó Tess Ingam, directora de comunicaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Explicó que es necesario que llegue mucha más ayuda de forma constante, junto con bienes comerciales para que los mercados se abastezcan, y que se activen la banca y la circulación de dinero en efectivo para que la gente pueda comprar los bienes.
Los servicios públicos básicos han sido destrozados y requieren equipos a los que todavía no se les permite entrar en el enclave.
“Tenemos que asegurarnos de que ciertos artículos cuyo ingreso a Gaza está restringido actualmente puedan ingresar, por ejemplo, tuberías para la reparación de los sistemas de agua y generadores para hacer funcionar esas bombas”, dijo Ingam.
Unicef “necesita que este alto el fuego sea tan importante para nosotros como para los niños de Gaza. Como todos los actores humanitarios, podemos hacer todo lo posible para salvar las vidas de los niños y brindarles protección y apoyo cuando no estamos operando con fuego real”, abundó.
Nijenhuis insistió en que la frágil tregua ha permitido “llegar a las personas que necesitan ayuda desesperadamente. Necesitan refugio, necesitan educación. Los niños están suplicando: ¿Dónde está mi escuela? Quiero ir a la escuela”, concluyó.
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