La inteligencia artificial necesita reglas que favorezcan la ética y su empleo para reducir la brecha digital entre los países más y menos avanzados, según acordó la cumbre de unos 60 gobiernos en París. Estados Unidos y el Reino Unido rehuyeron ese compromiso, alegando Washington que el desarrollo de la IA requiere un marco que la promueva en vez de sofocarla. Imagen: Sensechat