El Banco Mundial contempla bajo crecimiento en América Latina

Una vista de la mina de oro Veladero, en la provincia de San Juan, oeste de Argentina. La recuperación económica en ese país hace parte del esperado crecimiento, aunque modesto, de la región latinoamericana y caribeña, de acuerdo con el primer análisis de perspectivas globales elaborado por el Banco Mundial. Imagen: Marcos Brindicci / Dialogue Earth

WASHINGTON – Las economías de América Latina y el Caribe crecerán moderadamente en 2025 y 2026, con promedios de 2,5 y 2,6 por ciento, a medida que Argentina se recupere, las tasas de interés se normalicen y baje la inflación, según el primer informe de perspectivas económicas del año del Banco Mundial.

El informe del organismo indica que el crecimiento económico de la región se desaceleró a 2,2 % en 2024, pues aunque fue sólido el desempeño de Brasil, la mayor economía (3,2 % luego de 3,0 y 2,9 % en 2022 y 2023), México, la segunda, avanzó apenas 1,7 % después de crecer 3,7 y 3,3 % en los dos años precedentes.

Argentina, tercera economía regional, comenzó a recuperarse en el segundo semestre del año, respaldada por los ingresos procedentes de la agricultura y la minería, a pesar de lo cual presenta un decremento de -2,8 % para todo 2024, después de registrar 5,5 y -1,6 % en 2022 y 2023, respectivamente.

El análisis, que hace parte del informe Perspectivas Económicas Mundiales, señala que la inflación en la región persistió durante la segunda mitad del año, y se produjo un repunte de los precios de los alimentos y un ligero aumento de la inflación básica.

 

Las tasas de interés disminuyeron en casi toda la región, pero se mantuvieron altas en Brasil y México.

Según las proyecciones, los precios de los productos básicos respaldarán las exportaciones de la región, aunque el tenue crecimiento de China podría limitar la demanda de los principales productos básicos.

Se pronostica que el crecimiento de Brasil se desacelerará hasta llegar a alrededor del 2,2 % en 2025 y 2026, como reflejo de las políticas monetarias restrictivas y un apoyo fiscal escaso.

Se espera que el crecimiento de México alcance un promedio de 1,5 %, limitado por la aplicación de una política monetaria restrictiva y la consolidación fiscal. De acuerdo con las previsiones, Argentina experimentará una recuperación de aproximadamente 4,8 % anual después de dos años de recesión.

Por su parte el crecimiento de Colombia aumentará a 3,0 %, respaldado por la recuperación del consumo y la inversión privados a medida que se controle la inflación.

Se anticipa que la economía de Chile se expanda en un 2,2 % anual, beneficiándose de las exportaciones de energía verde a pesar de la menor demanda de China.

Según las proyecciones, Perú también crecerá 2,5 %, gracias en este caso al respaldo de las inversiones en minería, aunque es probable que el crecimiento del consumo se modere.

En el Caribe, el crecimiento previsto para 2025 será de 4,9 %, y en 2026 de 5,7 %, liderado por la expansión del sector petrolero de Guyana. Si se excluye Guyana, el crecimiento medio anual proyectado para 2025 y 2026 será de 3,8 %, impulsado por los flujos constantes de remesas y el turismo.

El crecimiento de América Central llegará a 3,5 % en 2025 y 2026, respaldado por el aumento del consumo y las remesas.

El banco destaca que esas previsiones están expuestas a riesgos, principalmente a la baja, y entre ellos figuran la inestabilidad fiscal, la persistencia de la inflación básica y el endurecimiento de las políticas monetarias.

El escaso crecimiento de China podría reducir la demanda de productos básicos, especialmente en Chile y Perú.

Y las restricciones comerciales incluidas en la actualización del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podrían reducir las exportaciones, en tanto que las políticas migratorias más estrictas podrían disminuir las remesas, aunque el alcance de estos cambios normativos aún no está claro.

El cambio climático, en particular las sequías inducidas por La Niña (vientos fríos sobre el Pacífico que alteran los ciclos de lluvias en varias regiones del mundo), sigue representando una amenaza significativa para la agricultura y la infraestructura en las zonas vulnerables.

A nivel global, el banco prevé que la economía mundial se expandirá 2,7 % tanto en 2025 como en 2026, el mismo ritmo que en 2024, a medida que la inflación y las tasas de interés desciendan gradualmente.

También se espera que el crecimiento de las economías en desarrollo se mantenga estable en alrededor de cuatro por ciento durante los próximos dos años.

Sin embargo, este desempeño sería más débil que antes de la pandemia, e insuficiente para promover los avances necesarios que permitan aliviar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo más amplios, según su informe.

A-E/HM

 

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