Las vías de mitigación del metano, a debate en la COP29

Roland Kupers, figura principal del Observatorio Internacional de Emisiones de Metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Imagen: Pnuma

BAKÚ – Las emisiones de metano se han convertido en un tema central de debate en momentos en que los líderes mundiales se congregan en Bakú en la 29 Conferencia de las Partes (COP29) sobre cambio climático para adoptar nuevas medidas que amortiguen la crisis climática.

En una entrevista exclusiva con IPS, Roland Kupers, uno de los principales arquitectos del Observatorio Internacional de Emisiones de Metano, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), describió las estrategias para frenar las emisiones de metano para 2030, los desafíos por delante y el papel crucial de la cooperación internacional.

El problema del metano: retos y oportunidades sectoriales

«Las emisiones de metano no son un problema singular, sino más bien un conjunto de problemas que abarcan cinco sectores clave: petróleo y gas, carbón, residuos, arroz y ganadería», afirmó Kupers.

Y añadió que cada sector requiere soluciones a medida.

«El Pnuma ha dado prioridad a la industria del petróleo y el gas debido a su considerable potencial de reducción» de reducción de las emisiones de metano, dijo.

Ello porque, adujo, «la industria del petróleo y el gas podría lograr una reducción del 75% de las emisiones de metano para 2030».

Esa meta, precisó, «no solo es asequible, sino también factible, dado el acceso de la industria a la tecnología, el capital y la experiencia».

Kupers añadió que el sector de los residuos también presenta oportunidades significativas, aunque la organización de medidas de mitigación en este sector plantea retos logísticos.

«El planteamiento del Pnuma incluye la creación de programas detallados para abordar las emisiones en industrias de gran impacto como las del petróleo, el gas y el acero», dijo.

«Las emisiones de metano representan un tercio de la huella climática de la producción de acero, y sin embargo pueden eliminarse con un coste inferior a 1 % del precio de producción de ese acero», explicó.

Los datos: Una piedra angular para la acción

Kupers también subrayó el papel fundamental de los datos precisos para impulsar los esfuerzos de mitigación del metano.

«Los datos son esenciales para la acción humana. Sin datos precisos, basados en mediciones, es imposible identificar y abordar eficazmente las fuentes específicas de emisiones», explicó.

Según el especialista en metano, un problema es que muchos conjuntos de datos existentes se basan en factores de emisión derivados de estudios obsoletos.

Por esa razón, el Pnuma aboga por pasar a mediciones en tiempo real y específicas de cada lugar para orientar mejor las intervenciones.

«Cuando se recopilan datos precisos, a menudo se encuentran emisiones en lugares inesperados, lo que subraya la necesidad de un seguimiento preciso», apuntó.

Cambios sistémicos en el sector energético

Para alinearse con los objetivos climáticos de 2030, Kupers aboga por una transformación fundamental del sistema energético mundial.

«Aunque mitigar las emisiones de metano es crucial, no sustituye a la descarbonización. El objetivo final debe ser eliminar por completo los combustibles fósiles», dijo con firmeza.

También destacó los beneficios para la salud de la reducción de las emisiones del metano en particular.

«El metano, tanto directamente como a través de la combustión incompleta, contribuye a importantes riesgos para la salud local», aseguró el especialista del Pnuma.

La perspectiva financiera

Los debates sobre el clima suelen girar en torno a los retos financieros de la adaptación y la mitigación, pero Kupers cree que abordar las emisiones de metano, especialmente en el sector del petróleo y el gas, no es una carga financiera.

«La industria del petróleo y el gas es muy rentable y cuenta con muchos recursos. No tiene excusa para no abordar sus emisiones de metano», afirmó. Añadió que incluso las operaciones de petróleo y gas en los países en desarrollo operan en entornos muy sofisticados y bien financiados.

Responsabilidades de los países industrializados

La cuestión del metano difiere de otros debates más amplios sobre la equidad climática, explicó Kupers.

«En el caso de las emisiones de metano en el petróleo y el gas, la responsabilidad de actuar es universal. Ya sea en Nigeria, Argentina o Indonesia, la industria opera con los mismos altos estándares y capacidades que en los países desarrollados», dijo.

Esta universalidad convierte la mitigación del metano en una «buena noticia climática», ya que evita algunos de los problemas de equidad que se observan en los debates más generales sobre la descarbonización.

Obstáculos al progreso

A pesar de décadas de debates sobre el clima, siguen existiendo importantes obstáculos para hacer frente al calentamiento global. Atribuye la lentitud de los avances a la falta de prioridades y de concienciación sobre el papel del metano.

«Hace poco que el metano ocupa un lugar destacado en la agenda mundial. La ciencia que subraya su importancia ha surgido en la última década», afirmó Kupers. «Los responsables políticos a menudo desconocen la importante huella climática del metano o las soluciones rentables disponibles», añadió.

Objetivos clave de la COP29

El Pnuma ha establecido objetivos ambiciosos para la mitigación del metano. La Asociación del Petróleo y Gas Metano (OGMP 2.0, en inglés), una iniciativa liderada por esta agencia de la ONU, incluye actualmente a empresas responsables de 42 % de la producción mundial de petróleo y gas.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Kupers instó a más empresas a unirse,» con el objetivo de alcanzar a 80 % de participación».

El plan fundamental es el Sistema de Alerta y Respuesta al Metano (Mars, en inglés), que integra datos de una docena de satélites para identificar fuentes de emisión significativas. Con base en esos señalamiento, el Pnuma notifica estas emisiones a gobiernos y empresas.

«En el último año hemos enviado 1200 notificaciones a los gobiernos, pero el índice de respuesta ha sido desalentador: solo ha sido de 1 %», dijo Kupers, lo que a su juicio representa una depcecionante falta de compromiso que apunta a la necesidad de medidas de responsabilidad más estrictas en la COP29.

Lo que está en juego: Por qué importa el metano

Las emisiones de metano de origen humano son responsables de un tercio del calentamiento actual.

A diferencia del dioxido de carbono (CO2), que suele ser un subproducto del uso de la energía, las emisiones de metano son en gran medida flujos de residuos. Esto hace que sean más fáciles de abordar y una oportunidad crítica para la acción climática.

«La mitigación de las emisiones de metano no es sólo una necesidad medioambiental, sino una fruta al alcance de la mano. Es un problema solucionable y debemos aprovechar esta oportunidad», afirmó Kupers.

T: MF / ED: EG

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