La cooperativa de productos de cuero Arteza, en el nordeste de Brasil, construyó un nuevo galpón, para ampliar el secado de pieles e instalar los 170 paneles solares, suficientes para generar el doble de la energía consumida actualmente por la curtiduría. Imagen: Carlos Müller / IPS

La cooperativa de productos de cuero Arteza, en el nordeste de Brasil, construyó un nuevo galpón, para ampliar el secado de pieles e instalar los 170 paneles solares, suficientes para generar el doble de la energía consumida actualmente por la curtiduría. Imagen: Carlos Müller / IPS

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