GINEBRA – La intensificación de los ataques militares de Israel en Cisjordania marca una grave escalada de violencia y violación de derechos humanos, advirtió la relatora especial Francesca Albanese en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sobre la situación en el territorio palestino ocupado.
La abogada italiana dijo que “el apartheid israelí está atacando Gaza y Cisjordania simultáneamente, como parte de un proceso general de eliminación, reemplazo y expansión territorial”, equiparando la ofensiva israelí con el régimen de segregación racial (apartheid) que imperó en Sudáfrica entre 1948 y 1992.
“La violencia genocida de Israel corre el riesgo de extenderse desde Gaza al conjunto del territorio palestino ocupado”, expuso Albanese en una declaración emitida este lunes 2 en esta ciudad suiza.
La Franja de Gaza -de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes, enclavada entre Israel y Egipto- es escenario de una ofensiva militar israelí a gran escala desde el 7 de octubre de 2023, cuando encajó el ataque de la milicia islamista Hamás que causó 1200 muertos y tomó a 250 personas como rehenes.
La ofensiva israelí ha causado más 40 000 muertos y 90 000 heridos, y destruido gran parte de las viviendas e infraestructura de servicios en Gaza, la mayoría de cuyos habitantes son forzados a huir de sus hogares para tratar de escapar de los ataques, en un panorama de falta de agua, alimentos, salud o albergue seguro.
En Cisjordania, un territorio palestino de 5860 kilómetros cuadrados y tres millones de habitantes entre Israel y Jordania, el Estado israelí estableció numerosos asentamientos de colonos judíos, y en los últimos 10 meses ha intensificado las operaciones policiales y militares contra la población palestina.
La experta señaló que, desde el 7 de octubre, 652 palestinos han sido asesinados fuera de Gaza, incluidos 151 niños, miles han resultado heridos, más de 3300 han sido desplazados y más de 12 000 han sido detenidos arbitrariamente, “rehenes de facto de la potencia ocupante ilegal”.
“El peligro está a la vuelta de la esquina y no podemos seguir ignorándolo. Cada vez hay más pruebas de que ningún palestino está a salvo bajo el control irrestricto de Israel”, dijo Albanese.
Agregó que “si bien esto era cierto antes del ataque de Hamás el 7 de octubre, el riesgo se ha intensificado desde entonces”.
Expuso que “las continuas incitaciones genocidas por parte de altos dirigentes y funcionarios israelíes siguen impunes y, a menudo, son llevadas a cabo por soldados y colonos armados, lo que revela la intención de destruir al pueblo palestino bajo ocupación”.
Recordó los llamamientos cada vez más fuertes de los dirigentes israelíes a convertir las ciudades de Cisjordania y los campos de refugiados en una “mini Gaza”, lo que lleva a “operaciones militares que están causando un elevado número de muertos y una destrucción generalizada en las zonas urbanas de Cisjordania”.
En los últimos meses se han intensificado los ataques sistemáticos por aire y tierra contra las provincias de Yenín, Nablus, Tulkarem y Tubas, el norte de Cisjordania, en particular contra los campamentos de refugiados.
En esa zona la operación militar lanzada por fuerzas israelíes el 28 de agosto causó la muerte de 22 palestinos y decenas de heridos en una sola jornada, indicó la relatora de la ONU.
Las excavadoras han destruido infraestructuras críticas, incluidas carreteras y redes de agua y energía, y Albanese dijo que se han establecido nuevos puestos de control que restringen los desplazamientos de los palestinos, después de las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, el 29 de agosto.
Katz dijo que “debemos enfrentarnos a la amenaza de la misma manera que enfrentamos la infraestructura terrorista en Gaza, incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos y todas las medidas que sean necesarias. Esta es una guerra por todo y debemos ganarla”.
La experta de la ONU relató que se emitió una orden de evacuación para el campamento de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem, y para un hospital de la ciudad sitiada de Yenín, en el que se atiende actualmente a 150 pacientes.
Las fuerzas de ocupación israelíes han bloqueado la entrada a los tres hospitales principales e impuesto un toque de queda, y sus fuerzas terrestres israelíes han invadido y sitiado el campamento de refugiados de Shu’fat, en Jerusalén Este.
La creciente violencia en Cisjordania coincide con unos niveles sin precedentes de desplazamiento, despoblación y confiscación de tierras llevados a cabo por el Estado de Israel en colaboración con las milicias de colonos en la zona.
“Esto continúa incluso después de que la Corte Internacional de Justicia concluyera que esta ocupación es ilegal y que Israel debe desmantelarla junto con las colonias y su régimen asociado”, dijo Albanese en alusión a decisiones tomadas por el tribunal de la ONU en un juicio de genocidio contra Israel iniciado por Sudáfrica.
Abundó indicando que “la prolongada impunidad concedida a Israel está permitiendo la despalestinización del territorio ocupado, dejando a los palestinos a merced de las fuerzas que persiguen su eliminación como grupo nacional”.
“La comunidad internacional, compuesta tanto por Estados como por actores no estatales, incluidas empresas e instituciones financieras, debe hacer todo lo posible para poner fin de inmediato al riesgo de genocidio contra el pueblo palestino bajo la ocupación de Israel”, concluyó Albanese.
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