NACIONES UNIDAS – Las continuas órdenes de evacuación que emite Israel, sobre zonas de la Franja de Gaza que serán bombardeadas o atacadas con infantería, complican sobremanera las operaciones de auxilio humanitario, advirtió la Secretaría General de las Naciones Unidas.
Las hostilidades y repetidas órdenes de evacuación “restringen las operaciones ya obstaculizadas por limitaciones de acceso y escasez de combustible” y además “están empujando a la población a zonas superpobladas e inseguras a lo largo de la costa”, dijo Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.
Indicó que las órdenes de evacuación emitidas este miércoles 21 para parte de las ciudades de Deir al Balah y Jan Yunis han afectado a 115 emplazamientos que acogen a más de 150 000 hombres, mujeres y niños desplazados.
Eso incluye 80 emplazamientos improvisados, cuatro centros de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Medio Oriente (Unrwa) y 29 refugios informales.
“Al igual que con las órdenes de evacuación anteriores, las directivas de hoy también afectan a nuestras oficinas, almacenes y residencias utilizadas por nosotros y otras organizaciones humanitarias. Muchos trabajadores humanitarios han tenido que volver a evacuar sus hogares con sus familias”, explicó Dujarric.
Además, esas órdenes hicieron inaccesibles tres pozos de agua, los cuales abastecen a decenas de miles de personas. En Deir al Balah, el suministro del líquido disminuyó 70 %, y hay escasez crítica de materiales de saneamiento e higiene.
En lo que va de agosto, las autoridades israelíes han emitido once órdenes de evacuación que afectan a cerca de un cuarto de millón de personas.
“Para poner esta cifra en contexto, a principios de agosto ya calculábamos que alrededor de 90 % de la población actual de Gaza, de 2,1 millones de personas, ya se había desplazado al menos una vez desde el 7 de octubre”, enfatizó el portavoz.
El 7 de octubre de 2023 estalló el actual conflicto, después de que la milicia islamista Hamás, basada en Gaza, atacó el sur de Israel con saldo de unas 1200 muertes y la captura de 250 personas como rehenes.
La respuesta militar israelí en 320 días ha causado la muerte de más de 40 200 palestinos, heridas a más de 90 000 y destruido gran parte de las viviendas e infraestructura de servicios en la Franja, de 365 kilómetros cuadrados a orillas del Mediterráneo oriental.
Los ataques no se han detenido mientras en varias capitales del Medio Oriente continúan negociaciones mediadas por varios países de la región para intentar un alto el fuego entre Israel y Hamás que pueda dar luz verde a la ayuda humanitaria.
Philippe Lazarini, comisionado general de la Unrwa, informó este miércoles de “otro horrible ataque a una de nuestras escuelas (empleadas como refugio de familias) en la ciudad de Gaza. Niños muertos y heridos. Algunos se quemaron hasta morir”.
“¿Queda algo de humanidad?”, cuestionó Lazzarini, y añadió que “no podemos permitir que lo insoportable se convierta en una nueva norma. Basta ya. Un alto el fuego es más que debido”.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha) también ha insistido en que “las constantes órdenes de evacuación y la grave escasez de suministros esenciales están dificultando cada vez más” el acceso de las familias desplazadas a los servicios básicos en los lugares a los que llegan.
Louise Wateridge, portavoz de la Unrwa, observó que “con las operaciones militares en curso y las continuas órdenes de evacuación, la gente nunca está ahora a más de unas cuadras de la línea de combate”.
“Ningún lugar de la Franja de Gaza es seguro. Da la sensación de que la gente está esperando la muerte”, dijo Wateridge.
A-E/HM