Los cultivos riegan por aspersión en la comunidad de San Antonio, ubicada a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, en la región peruana de Lima. Sin embargo el agua que emplean proviene del río Rímac, que pasa por su localidad cargado de metales pesados provenientes de la minería. El pedido de sus pobladores es que las autoridades dejen de ser insensibles ante esta realidad perjudicial para el ambiente y la salud. Imagen: Cortesía de Genaro Aguilar