Opinión

Nuevas alianzas militares en el Pacífico

Este es un artículo de opinión de Alice Slater, representante ante las Naciones Unidas de la independiente Fundación para la Paz en la Era Nuclear.

En marzo de 2024, Rusia vetó un proyecto de resolución para renovar el mandato del grupo de expertos del Comité 1718 del Consejo de Seguridad que supervisa las sanciones a Corea del Norte. Imagen: Evan Schneider / ONU

NUEVA YORK – Tras la nueva alianza anunciada este verano boreal por Rusia y Corea del Norte para un pacto de defensa mutua, con el apoyo de China, en Corea del Sur se sugiere ahora de forma chocante una revisión de su política de seguridad con Estados Unidos.

También se plantea que ponga fin a su dependencia de la garantía estadounidense, para emplear en nombre de Corea del Sur armas nucleares estadounidenses como parte de su «paraguas nuclear».

El «paraguas» se ofrece a todos los Estados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Otan, así como a los Estados del Pacífico, tales como Japón, Australia y Corea del Sur.

Este cuestionamiento es una prueba de los crecientes estragos que causa en el mundo el hecho de que Estados Unidos no cumpla con la obligación legal que le impone el Tratado de No Proliferación (TNP) de realizar esfuerzos de buena fe en pro del desarme nuclear.

El paraguas nuclear, en la medida en que incluye el estacionamiento de armas nucleares en cinco Estados de la Otan (Alemania, Bégica, Italia, Países Bajos y Turquía) es en sí mismo una violación ilegal del Tratado de No Proliferación de 1968.

La autora, Alice Slater

En ese tratado, cinco Estados poseedores de armas nucleares – Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China- prometieron hacer «esfuerzos de buena fe»» para el desarme nuclear, mientras que todos los demás países del mundo acordaron no hacerse con armas nucleares.

Todos, incluida Corea del Sur, firmaron el TNP. La excepción fueron Israel, Pakistán e India, que desarrollaron sus propios arsenales nucleares. El TNP tenía un pacto fáustico según el cual si un país se comprometía a no conseguir armas nucleares, tendría un «derecho inalienable» a la llamada energía nuclear «pacífica».

Dado que todas las centrales nucleares «pacíficas» producen el material necesario para fabricar armas nucleares, el TNP da a esas naciones las llaves de la fábrica de bombas.

Corea del Norte abandonó el TNP y utilizó su poder nuclear para producir un arsenal nuclear. Irán ha estado enriqueciendo sus materiales nucleares pero todavía no ha fabricado una bomba.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

El hecho de que Rusia se esté aliando con Corea del Norte y China en este momento es el resultado del fracaso de la diplomacia estadounidense y del impulso del complejo militar-industrial-congresual-mediático-académico-laboratorio de ideas estadounidense (Micimatt, en inglés) para expandir el imperio estadounidense más allá de sus 800 bases militares estadounidenses en 87 naciones.

Estados Unidos está ahora rodeando a China con nuevas bases recientemente establecidas en el Pacífico y formando la trilateral Aukus, una nueva alianza militar con Australia,  y Reino Unido.

Además, Estados Unidos ha roto el acuerdo que hizo con China en 1972, ya que ahora está armando a Taiwán a pesar de las promesas hechas por el presidente Richard Nixon y su secretario de Estado, Hebry Kissinger, de reconocer a China y permanecer neutrales en la cuestión del futuro de Taiwán, a donde las fuerzas anticomunistas se retiraron después de la Revolución China.

Estados Unidos, tras el final de la Guerra Fría en 1989 con Rusia, abandonó el Tratado de Misiles Antibalísticos en 1992 y puso bases de misiles en Polonia y Rumanía.

También abandonó el Tratado de Fuerzas de Misiles Intermedios de 1987, negociado por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov en 1972, y expandió la Otan hasta la frontera de Rusia a pesar de las promesas a Gorbachov de que no se expandiría la Otan «ni una pulgada» hacia el este, más allá de una Alemania unificada.

De hecho, horrorizado por la expansión de la Otan, Vladimir Putin en un momento preguntó a Bill Clinton si Rusia podría ser invitada a unirse a la Otan, a lo que se negó. Después,  Putin anunció a menudo y de manera contundente en los años previos a la guerra de Ucrania, ¡que llevar a Ucrania a la Otan era una «línea roja» para Rusia!

El Imperio estadounidense se mostró indiferente y siguió expandiéndose hasta llegar a este lamentable y peligroso momento que estamos viviendo ahora. Como represalia, Putin acaba de colocar armas nucleares rusas en Bielorrusia, ¡la primera vez que Rusia comparte armas nucleares!

Irónicamente, la razón subyacente para que Nixon y Kissinger firmaran la paz con China era evitar una alianza más poderosa entre Rusia y China.

Estados Unidos cosechará un auténtico vendaval si no cumple con sus obligaciones de desarme nuclear y toma el camino de la paz. Es posible que proliferen más países con armas nucleares, como Corea del Sur. Arabia Saudí busca actualmente una energía nuclear «pacífica» sin salvaguardias sobre su uso.

Con la aniquilación nuclear o el colapso climático cataclísmico al que se enfrenta nuestro asediado planeta, ha llegado el momento de cooperar con otros países: ¡hacer la paz, no la guerra!

Alice Slater es integrantes de las juntas directivas de World Beyond War (Más allá de la Guerra) y de la Global Network Against Weapons and Nuclear Power in Space (Red global contra las armas y la energía nuclear en el espacio). También es la represenante ante las Naciones Unidas de la independiente Nuclear Age Peace Foundation (Fundación para la Paz en la Era Nuclear).

T: MF / ED: EG

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe