GINEBRA – Los desplazamientos forzosos, tanto dentro de los países como internacionalmente, han alcanzado niveles históricos, 120 millones de personas el pasado mayo, según cifras reveladas este jueves 13 por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
“Detrás de las crudas cifras, que se mantienen al alza, se esconden innumerables tragedias humanas. El sufrimiento debe impulsar a la comunidad internacional a actuar con urgencia para abordar las causas del desplazamiento forzado”, dijo Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los Refugiados y jefe de Acnur.
Los refugiados y otras personas necesitadas de protección internacional suman 43,4 millones, y de ellos 73 % proviene de solo cinco países: Venezuela en América Latina, Ucrania en Europa, Sudán en África, y Afganistán y Siria en Asia.
La gran mayoría de los refugiados son acogidos en naciones vecinas, y 75 % reside en países de renta baja y media que, en conjunto, producen menos del 20 % de la renta mundial.
En el caso de los venezolanos, casi la totalidad de los 6,1 millones registrados por Acnur permanecen en países latinoamericanos (97 %), sobre todo en Colombia (2,9 millones), Perú (un millón), Ecuador (471 400) y Chile (435 800).
La Plataforma de Coordinación Interagencial (de la ONU) para Refugiados y Migrantes de Venezuela da cuenta de que 7 774 494 personas oriundas de ese país están como migrantes o refugiadas en el mundo, y de ellas 6 590 671 en países de América Latina y el Caribe.
El Informe de Tendencias Mundiales 2024, de Acnur, señala que el del año pasado fue el duodécimo incremento anual consecutivo en el número de desplazados, y refleja tanto los conflictos nuevos y cambiantes como la incapacidad para resolver las crisis de larga duración.
Las cifras, 117,3 millones de desplazados en 2023 y ya 120 millones en mayo de este año, hacen que la población mundial desplazada sea equivalente a la población de Japón, el duodécimo país más grande del mundo.
El mayor aumento en las cifras de desplazamiento se produjo entre las personas que huyen de los conflictos y permanecen en su propio país, alcanzando los 68,3 millones de personas, lo que supone un aumento de casi 50 % en cinco años.
A finales del año pasado Sudán (9,1 millones), Siria (7,2 millones), Colombia (6,9 millones), la República Democrática del Congo (6,3 millones) y Yemen (4,5 millones) registraron el mayor número de desplazados dentro de sus propios países.
Un factor clave que ha hecho subir las cifras ha sido el devastador conflicto de Sudán, donde dos ejércitos rivales se disputan el poder desde abril de 2023.
En Sudán se han registrado más de 7,1 millones de nuevos desplazamientos de personas, con otros 1,9 millones buscando refugio en naciones vecinas. A finales de 2023, un total de 10,8 millones de sudaneses estaban desarraigados.
En la República Democrática del Congo y Myanmar (también conocido por su antiguo nombre de Birmania), millones de personas se vieron desplazadas internamente el año pasado a causa de cruentos combates.
La Agencia para los Refugiados Palestinos (Unrwa) estima que, a finales del año pasado, hasta 1,7 millones de personas (el 75% de la población) habían sido desplazadas en la Franja de Gaza por la violencia catastrófica en ese territorio.
Los desplazamientos en Gaza prosiguieron este año, afectando a cada vez más personas en esa Franja con 2,3 millones de habitantes antes del conflicto que estalló el pasado 7 de octubre, y muchos de los cuales han huido varias veces.
Siria, con 23 millones de habitantes según el Banco Mundial, sigue siendo la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con 13,8 millones de desplazados forzosos dentro y fuera del país.
Grandi observó que “sin una mejor cooperación y esfuerzos concertados para hacer frente a los conflictos, las violaciones de los derechos humanos y la crisis climática, las cifras de desplazamientos seguirán aumentando, trayendo consigo nuevas miserias y costosas respuestas humanitarias”, observó Grandi.
El informe también mostró que, en todo el mundo, 5,1 millones de desplazados internos y un millón de refugiados en otros países regresaron a sus hogares en 2023.
“Existen soluciones. Hemos visto a países como Kenia liderar la inclusión de los refugiados, pero hace falta un compromiso real. Los refugiados, y las comunidades que los acogen, necesitan solidaridad y ayuda. Pueden contribuir y contribuyen a las sociedades cuando se les incluye”, concluyó Grandi.
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