ONU pide invertir más en cerrar brecha de género agroalimentaria

Agricultoras cosechan hortalizas en Sierra Leona. La ONU propone invertir más recursos en superar la brecha de género en los sistemas agroalimentarios, en los cuales las mujeres tienen salarios más bajos y menores oportunidades de acceder a insumos y activos, lo que redundaría en sacar de situaciones de hambre a decenas de millones de personas. Imagen: FAO

ROMA – Invertir para cerrar las brechas de género en la productividad agrícola y los salarios dentro de los sistemas agroalimentarios puede sacar del hambre a 45 millones de personas, plantearon tres agencias del sistema de Naciones Unidas con ocasión de conmemorarse este viernes 8 el Día Internacional de la Mujer.

María Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO, dijo que “dado el papel crucial de las mujeres en las economías rurales y los sistemas agroalimentarios, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, abordar la brecha de género en el financiamiento es fundamental para un desarrollo rural más inclusivo y equitativo”.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) presentó el nuevo llamado junto con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Como datos de la brecha de género en los sistemas agroalimentarios, las agencias mostraron reportes de una diferencia de 24 % entre la productividad de granjas del mismo tamaño administradas por mujeres y hombres, debido, entre otras razones, al acceso limitado a activos e insumos agrícolas.

En cuanto a salarios, las mujeres en la agricultura ganan, en promedio, 18,4 % menos: por cada dólar que ganan los hombres las mujeres reciben 82 centavos.

Además, las olas de calor y las inundaciones afectan de manera diferente a las mujeres y los hombres de las zonas rurales y amplían la brecha de ingresos, como han demostrado informes recientes, que además resaltan la mayor ocupación de las mujeres en tareas del hogar y de cuidado sin remuneración.

“Invertir en las mujeres significa invertir en el desarrollo sostenible. El retorno de la inversión no es solo poder vencer la pobreza y la desigualdad, sino también construir instituciones, economías y comunidades enteras más fuertes”: Gerardine Mukeshimana.

El cierre de esas brechas, aseguran las agencias, puede incrementar el producto bruto mundial en un billón (millón de millones) de dólares, uno por ciento del PIB global, y como consecuencia sacar de la situación de inseguridad alimentaria a unos 45 millones de personas, particularmente en medios rurales.

En 2022, se calculaba que 388 millones de mujeres y niñas vivían en pobreza extrema y 27 % de las mujeres padecían inseguridad alimentaria moderada o grave. El hambre en el mundo acosaba el año pasado a entre 691 y 783 millones de personas en el mundo, según análisis de la FAO.

La condición desigual de las mujeres, debido a las normas sociales discriminatorias presentes en la sociedad y los sistemas agroalimentarios, las deja vulnerables al hambre y la pobreza.

Mientras, los sistemas agroalimentarios son una importante fuente de ingresos para las mujeres en muchos países. En África subsahariana, por ejemplo, 66 % del empleo femenino se produce en sistemas agroalimentarios, y en el sur de Asia, 71 %.

Las agencias usan el dato de que el déficit de financiación para lograr la igualdad de género en áreas clave para poner fin al hambre y la pobreza, y apoyar la participación igualitaria de las mujeres en las sociedades para 2030, es de aproximadamente 360 000 millones de dólares anuales en 48 países en desarrollo.

“Invertir en las mujeres significa invertir en el desarrollo sostenible. El retorno de la inversión no es solo poder vencer la pobreza y la desigualdad, sino también construir instituciones, economías y comunidades enteras más fuertes”, afirmó Gerardine Mukeshimana, vicepresidenta del Fida.

Hoy en día solo cuatro por ciento del total de la ayuda bilateral ente las naciones del orbe se dedica a programas que tienen la igualdad de género como objetivo principal.

“Cuando invertimos en mujeres y niñas, nutrimos a comunidades enteras. Podemos ganar la batalla contra el hambre y la desnutrición empoderando y apoyando a las mujeres para que tomen el liderazgo”, opinó Valerie Guarnieri, directora ejecutiva adjunta de operaciones en el PMA.

Las agencias, con sede en esta capital, están pidiendo un fuerte compromiso político, y mayores y aceleradas inversiones en igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, para mejorar la seguridad alimentaria y los medios de vida y el bienestar económico y social.

Las soluciones, según exponen, residen en invertir en la capacidad de las mujeres y las niñas a través de la educación, el desarrollo de habilidades de liderazgo, y abordando las normas sociales discriminatorias que limitan sus oportunidades.

A-E/HM

 

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