MANILA – El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) informó que en 2023 comprometió una cifra récord en financiación climática, para ayudar a los países en desarrollo de Asia y el Pacífico reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del calentamiento del planeta.
El año pasado, el BAD comprometió 9800 millones de dólares en financiación climática de sus propios recursos (5500 millones de dólares para mitigación y 4300 millones de dólares para adaptación), un aumento de más de 46 % con respecto a sus compromisos de financiación climática para 2022.
La mitigación implica modificaciones en las actividades cotidianas de las personas y en las actividades económicas, con el objetivo de lograr una disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero, que recalientan la atmósfera, a fin de reducir o hacer menos severos los efectos del cambio climático.
La adaptación comprende acciones y medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados del cambio climático.
Los compromisos financieros del banco para la adaptación climática en 2023 significan que el BAD ha proporcionado más de 10 400 millones de dólares en financiación acumulada para ese fin, lo que la institución celebra pues supera su objetivo quinquenal de aportar en ese renglón 9000 millones de dólares.
La financiación para la adaptación se considera fundamental en Asia y el Pacífico, que está experimentando calor extremo, sequías y lluvias intensas, y las inversiones en ese terreno siguen siendo una fracción de lo que se necesita, reconoció el BAD.
La región necesita invertir aproximadamente 3,1 billones (millones de millones) de dólares al año, alrededor de 50 % más que los niveles actuales, solo en activos de energía y transporte para alcanzar el cero neto para 2050.
Cero neto significa recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible a las emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas en la atmósfera, por el océano y los bosques.
El presidente de la entidad, Masatsugu Asakawa, dijo que “como banco climático para Asia y el Pacífico, el BAD está profundamente comprometido a ayudar a nuestros miembros en desarrollo a desfosilizar sus economías, avanzar en sus vías de transición climática y alcanzar sus objetivos de cero emisiones netas”.
“El cambio climático amenaza el futuro de todo desarrollo. 2023 fue el año más caluroso registrado y se produjeron una serie de impactos climáticos extremos y mortales en nuestra región. Debemos actuar juntos, con urgencia y a escala”, agregó.
Asia y el Pacífico generan más de la mitad de las emisiones mundiales de dióxido de carbono –el principal gas de efecto invernadero- y, al mismo tiempo, conforman una región sumamente vulnerable a los impactos del cambio climático.
Los proyectos climáticos emblemáticos del BAD en 2023 incluyeron un préstamo de 400 millones de dólares para ayudar a Bangladesh a implementar su plan nacional de adaptación y perseguir un desarrollo centrado en el clima.
Asimismo, un préstamo de 1000 millones de dólares para ayudar a implementar el primer sistema de autobuses eléctricos a gran escala en la ciudad de Davao, de dos millones de habitantes, en el extremo sur de Filipinas.
También una subvención de 18 millones de dólares del Fondo Asiático de Desarrollo (ADF) para mejorar la resiliencia, la inclusión y la sostenibilidad de los servicios de suministro de agua y saneamiento en los Estados Federados de Micronesia.
Establecido en 1966, el BAD es propiedad de 68 Estados miembros, 49 de ellos de la región.
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