Agricultores de Nepal enfrentan otro año de sequía e inseguridad alimentaria

Kul Bahadur Pulami Magar en su casa de la aldea de Majhitar, en Dhading, tejiendo una red de pesca. Mientras tejía para crear la red de pesca, compartió su angustia por cómo la sequía invernal afectó a su familia. Imagen: Tanka Dhakal / IPS

KATMANDÚ –  Najboon Khatun mira al cielo todos los días en busca de la posibilidad de lluvia. Las nubes van y vienen sin una gota de agua. «Los cultivos de invierno como el trigo y las hortalizas necesitan agua, pero, como el año pasado, todavía no ha llovido», dice Khatun, de 65 años, expresando su angustia.

En su aldea en Dhanusha, uno de los centros agrícolas de las llanuras del sur de Nepal, los agricultores dependen principalmente de la lluvia como fuente de riego. Sin embargo, se enfrentan a otro año más de sequía, que afecta a los cultivos de invierno, incluidos el trigo, las semillas de mostaza, las lentejas y las hortalizas.

Actualmente se enfrentan a otro año de prolongada sequía invernal, particularmente en la región de Terai, donde una larga sequía durante la temporada de los monzones afectó gravemente a la producción del principal cultivo alimentario, el arroz. Khatun estaba esperando que lloviera en la tercera semana de julio para plantar un arrozal.

“Estamos sufriendo una sequía”, dijo en ese momento mientras señalaba su campo agrícola seco. Los agricultores como ella se enfrentan a las consecuencias de una sequía prolongada tanto durante el monzón como durante el invierno.

La sequía invernal es dura no solo en Terai sino también para los agricultores de las zonas medias de las colinas y montañosas. Kul Bahadur Pulami Magar, de 68 años, de Jwalamukhi-1, en Dhading, no puede cultivar trigo debido a la sequía.

«Es el segundo año consecutivo que no podemos cultivar trigo y otros cultivos de invierno», dice.

Los agricultores de las colinas medias como Dhading dependen principalmente de las lluvias para el riego, pero en los últimos años han experimentado un cambio en el patrón de lluvias durante el monzón y una sequía en el invierno.

Según el Departamento de Meteorología e Hidrología (DHM, en inglés), en 11 de los últimos 17 inviernos (diciembre a febrero) las precipitaciones fueron inferiores a las mínimas y siete inviernos experimentaron sequías que afectaron las actividades agrícolas.

Aunque los pronósticos estacionales decían lo contrario, las lluvias invernales de este año no llegaron cuando los agricultores más las necesitaban.

Según los datos del DHM, a partir de diciembre casi no llueve; solo se recibieron 7,5 milímetros de lluvia (hasta el 11 de febrero), mientras que el promedio para la temporada invernal es de 60,1 milímetros.

«Una sequía invernal prolongada definitivamente tendrá un impacto en los cultivos y, en última instancia, alterará la seguridad alimentaria», dijo Bibhuti Pokhrel, jefe del Departamento de Cambio Climático del DHM. «Los últimos inviernos se están volviendo más secos y también podemos ver factores del cambio climático», añadió.

Sequía agrícola

La frustración está creciendo entre agricultores como Khatun y Pulami Magar debido a los cambios en los patrones de lluvia y su impacto en el rendimiento de los cultivos, una preocupación compartida por los expertos. El especialista Hemu Kafle dice: «Los agricultores están atrapados en situaciones en las que no reciben suficiente lluvia cuando la necesitan».

En los últimos años, ha habido una tendencia a inviernos prolongados sin precipitaciones, lo que ha impactado la producción.

Najboon Khatun en su casa del distrito de Dhanusha en la tercera semana de julio de 2023; estaba preocupada entonces y ahora por el impacto de la sequía. Imagen: Tanka Dhakal / IPS

Kafle, cuya investigación se centra en la sequía y la desertificación, señala que los agricultores están experimentando «sequía agrícola» con mayor frecuencia, especialmente en invierno. “Históricamente, las nevadas son escasas en las altas montañas, y no hay precipitaciones en las zonas medias de las colinas y en Terai, lo que afecta directamente el aspecto socioeconómico de nuestra sociedad”, explicó.

Por lo general, de marzo a mayo es la estación seca en Nepal, por lo que las precipitaciones invernales son importantes para mantener la humedad. «Como no llueve durante mucho tiempo en invierno, nuestro suelo se secará más y la vulnerabilidad de los agricultores aumentará».

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Según el Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas (Icimod, en inglés), los picos montañosos de la región del Hindú Kush Himalaya (HKH), que incluye ocho países, incluido Nepal, están experimentando un invierno muy inusual con poca o ninguna nevada en toda la región.

En una declaración reciente, Icimod refirió: “Es comprensible que los agricultores estén preocupados, ya que las escasas nevadas tienen un impacto directo y grave en la agricultura. Esto es especialmente grave en la región de HKH, que depende en gran medida de la agricultura”.

Investigadores como Kafle temen que pueda ser un indicio de una “hambruna” en el futuro, afirmando: “Estamos observando una sequía durante mucho tiempo durante la agricultura, lo que está provocando sequía agrícola y puede alterar nuestro ciclo alimentario”.

Cultivos de bajo uso intensivo de agua y métodos agrícolas para adaptarse

Datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería también sugieren que la productividad del trigo es menor en los años de sequía.

Tika Bahadur Karki, científico principal del Consejo de Investigación Agrícola de Nepal (NARC, en inglés), dice que es evidente que el patrón de lluvias invernales no favorece a los agricultores.

«Se está volviendo habitual que los agricultores tengan más probabilidades de no recibir suficiente precipitación cuando sus cultivos la necesitan», afirmó. “Las lluvias invernales se desplazan hacia el final de la temporada, de repente. Pero los agricultores necesitan al menos tres precipitaciones en invierno”, añadió.

En NARC, un equipo de científicos está tratando de determinar las épocas de siembra de cultivos que coincidirán con los cambios en los patrones de lluvia y desarrollar variedades de cultivos que requieran poca agua.

«En nuestra agricultura experimental, donde no excavamos mucho el suelo, el rendimiento es alto porque podemos mantener la humedad del suelo», explicó Karki. «Si este sistema se extiende a los agricultores, es posible que la producción no se vea muy afectada ni siquiera en caso de sequía», detalló.

Pero el problema es no tener una estrategia específica para canalizar el conocimiento científico y meteorológico hacia los agricultores. «Estamos tratando de analizar los patrones climáticos de los últimos años y lo que significan para la agricultura», dijo Sabnam Shiwakoti Aryal, secretario adjunto y portavoz del Ministerio.

«También reconocemos que el conocimiento científico debe ser accesible a los agricultores», añadió.

T: MLM / ED: EG

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