Pescadores birmanos en un refugio temporal en el puerto de Ambon, en Indonesia. Cientos de trabajadores víctimas de trata esperan ser enviados de regreso a sus hogares, y muchos enfrentan un futuro incierto. Los supervivientes de trabajos forzados y trata de personas entrevistados por Greenpeace en el Sudeste Asiático detallaron palizas y privación de alimentos a cualquiera que intentara escapar. Los pescadores de atún en sus barcos se vieron obligados a trabajar entre 20 y 22 horas al día por poco o ningún salario, a menudo privados de necesidades básicas como duchas. Imagen: Greenpeace