VIENA – Los homicidios cobran 440 000 vidas cada año en todo el mundo, más que los conflictos armados y el terrorismo combinados, con un promedio de 52 víctimas por hora, según el Estudio Mundial sobre el Homicidio 2023 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
Ghada Waly, directora ejecutiva de la Onudd, dijo que “cada año somos testigos de la pérdida de miles de vidas por homicidio, un sombrío recordatorio de nuestro fracaso colectivo para cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de reducir significativamente todas las formas de violencia para 2030”.
El estudio, al ubicar el promedio anual en alrededor de 440 000 muertes por homicidio en todo el mundo, señala que 2021 fue un año excepcionalmente letal, con 458 000 vidas perdidas por esa causa.
El repunte se vinculó, en parte, a las consecuencias económicas de la covid-19, y a un aumento de la delincuencia organizada y de la violencia sociopolítica y relacionada con las pandillas.
Los datos disponibles para 2022 muestran que, a pesar de un aumento de más de 95 % en las muertes por conflictos entre 2021 y 2022 (principalmente debido a la escalada de guerras en Ucrania y Etiopía), la incidencia mundial de homicidios fue, no obstante, dos veces mayor que la de esa otra violencia.
Los relacionados con la delincuencia organizada y las pandillas constituyen 22 % de esos crímenes intencionales en todo el mundo, y 50 % en América.
Entre 2015 y 2021, los homicidios relacionados con el crimen organizado mataron a casi tantas personas como los conflictos armados, con alrededor de 100 000 víctimas anuales para ambas categorías.
La competencia entre los grupos de delincuencia organizada y las pandillas puede provocar aumentos repentinos y bruscos de los homicidios intencionales, como se ha observado en Haití y Ecuador.
América registró la tasa regional de homicidios per cápita más alta del mundo (15 por 100 000 habitantes, o 154 000 personas) en 2021, mientras que África tuvo el mayor número absoluto de homicidios (176 000, o 12,7 por 100 000 habitantes).
Las tasas en Asia (2,3), Europa (2,2) y Oceanía (2.9) se situaron muy por debajo del promedio mundial per cápita de 5,8 por 100 000 habitantes.
Se calcula que en 2021 se utilizaron armas de fuego en 75 % de los homicidios registrados en América. En cambio, en Europa y Asia se utilizaron armas de fuego en 17 % y 18 % de esos crímenes, respectivamente.
Los hombres son las víctimas y los perpetradores más probables de homicidio, ya que constituyen 81 % de todas las víctimas y 90% de los sospechosos en contacto formal con la policía por ese delito.
Sin embargo, las mujeres padecen mayor riesgo de violencia en el hogar. Aunque son 19 % de las víctimas de homicidio en total, representan 54 % de todos los homicidios en el hogar y 66 % de todas las víctimas de ese crimen cometidos por la pareja.
Por su parte, 15 % (71 600) de las víctimas de homicidio en 2021 eran niñas y niños.
Los asesinatos intencionales de personas defensoras de los derechos humanos, del medio ambiente, líderes comunitarios (los indígenas fueron 39 % de las víctimas durante ese período), periodistas y personal humanitario, representan nueve por ciento de los homicidios en el mundo.
Los periodistas se enfrentan a peligros crecientes, en contextos de zonas de conflicto y áreas relacionadas con el crimen, la corrupción y la presentación de informes ambientales. Los periodistas varones representan más de 90 % de las víctimas, y la impunidad por esos asesinatos sigue siendo alta: 86 %
La amenaza ha aumentado también para el personal de ayuda humanitaria, con un promedio más alto de muertes durante el período 2017-2022 que durante 2010-2016.
Hacia el futuro, la Onudd, también conocida por su sigla en inglés Undoc, estima que los efectos en las tasas de homicidio de las megatendencias demográficas, económicas, tecnológicas y climáticas probablemente variarán según la región.
Con base en las proyecciones hasta el año 2100, África emerge como la región más vulnerable, debido a su población más joven, la persistencia de la desigualdad, y las crisis y tensiones relacionadas con el clima.
A-E/HM