Lobistas de los combustibles fósiles socavan la cumbre del clima

Una sesión de la mesa de Energía, Industria y Justicia Climática de la COP28. Organizaciones no gubernamentales denuncian que en la cumbre hay una abrumadora presencia de las corporaciones que producen combustibles fósiles, y los promueven en contra de los esfuerzos para que su reducción gradual ayude a contener el calentamiento planetario. Imagen: Kiara Worth / Cmnucc

DUBÁI – El número sin precedentes de lobistas de los combustibles fósiles presentes en la cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas, al menos 2456, socava las conversaciones críticas en ese foro, denunció este martes 5 una coalición de organizaciones no gubernamentales.

Permitir esa masiva presencia en la cumbre “pervierte el fundamento mismo de una reunión celebrada para proteger al clima y a las personas de sufrir más daños”, dijo Marta Schaaf, directora del Programa de Justicia Climática, Económica y Social de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).

“Del mismo modo que no se invita a los comerciantes de armas a asistir a las conversaciones de paz, es un despropósito preguntar a los destructores del clima su opinión sobre cómo reparar los daños que causan”, abundó Schaaf.

La 28 Conferencia de las Partes  (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), en Dubái, la segunda mayor ciudad de  Emiratos Árabes Unidos, revisa desafíos y compromisos que plantea la emisión de gases que calientan el planeta, como el dióxido de carbono (CO2) de los combustibles fósiles.

La coalición Expulsar a los Contaminadores (Kbpo en inglés), que reivindica 450 organizaciones afiliadas en varios continentes, publicó un análisis según el cual los lobistas y directores de compañías de combustibles fósiles superan en la COP28 a la mayoría de los restantes grupos y delegaciones.

“Del mismo modo que no se invita a los comerciantes de armas a asistir a las conversaciones de paz, es un despropósito preguntar a los destructores del clima su opinión sobre cómo reparar los daños que causan”: Marta Schaaf.

En la cumbre hay cerca de 67 000 participantes inscritos, de los cuales 50 370 son delegados de países y entidades multilaterales, 15 063 de organizaciones no gubernamentales y 1293 representantes de medios de comunicación.

Kbpo indicó que los 2.456 cabilderos de combustibles fósiles sólo son superados en número por los 4409 del país anfitrión y las 3081 personas traídas por Brasil, que se espera como sede de la COP30 dentro de dos años.

La coalición lamentó que el sector de los combustibles haya recibido más pases para la COP28 que todos los delegados reunidos (1509) de las 10 naciones más vulnerables al clima entre las asistentes: Chad, Eritrea, Guinea-Bissau, Islas Salomón, Liberia, Micronesia, Níger, Somalia, Sudán y Tonga.

Para Kbpo esa disparidad subraya cómo la presencia de la industria gran emisora de CO2 está eclipsando a la de aquellos que están en la primera línea de la crisis.

El año pasado, Kbpo mostró que al menos 636 cabilderos de combustibles fósiles tuvieron acceso a las conversaciones sobre el clima de la COP27 en Sharm El Sheij, Egipto, y 503 el año anterior en la COP26 de Glasgow, Reino Unido.

Atribuyó el repunte a que en la COP28 los combustibles fósiles y su eliminación gradual son un punto focal.

AI consideró “una atrocidad” que Darren Woods, director ejecutivo del gigante estadounidense de energía ExxonMobil “asista a la COP para presentar soluciones no demostradas para la crisis climática, como captura y almacenamiento de carbono”.

“Exxon sabe desde hace décadas que la quema de combustibles fósiles deteriora el clima, pero ha continuado vendiendo cada vez más petróleo y gas”, acusó la oenegé.

En esa línea, AI dijo que “no es sorprendente que una cumbre presidida por el sultán Ahmed al Jaber, director de una de las mayores empresas de petróleo y gas del mundo, haya creado un ambiente cómodo para los lobistas de la industria”.

Al Jaber, ministro de Industria y director de la corporación petrolera emiratí Adnoc, dijo en un foro el 21 de noviembre, antes de iniciarse la cumbre el día 30, que “no hay ciencia que sustente la afirmación de que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que permitirá alcanzar los 1,5 grados centígrados”.

Desde la COP21 en 2015 en París, la serie anual de cumbres mantiene el objetivo de que hacia el año 2050 la temperatura del planeta no exceda de 1,5 grados centígrados sobre el promedio de la era preindustrial (1850-1900), principalmente sobre la base de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ya en medio de la COP28, Al Jaber expuso que hubo una “malinterpretación” de su comentario, pues en su opinión “la disminución y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es inevitable y, de hecho, es esencial”.

Según AI, “se ha socavado la credibilidad de la COP” y además “los derechos a la libertad de expresión y de reunión están siendo gravemente restringidos” en la cumbre “mientras que al lobby de los combustibles fósiles se le ofrecen todas las oportunidades para defender su causa”.

Muhammed Saidykhan, director de la red de acción climática Building Power, basada en Nueva York, destacó que “2023 fue un año como ningún otro. Temperaturas récord, niveles récord de emisiones y ahora una asistencia récord de los grandes contaminadores a las conversaciones sobre el clima de la ONU”.

“A un número cada vez mayor de grandes contaminadores se les permite deambular por esta cumbre, la que las comunidades en primera línea no pueden permitirse que vuelva a fracasar. La ventana para preservar un planeta habitable se está cerrando rápidamente”, concluyó Saidykhan, cuya red está integrada a la Kbpo.

A-E/HM

 

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