Un médico ayuda a las mujeres del Himalaya a prevenir el cáncer cervical

El médico Nordan Otzer durante una actividad de concientización sobre el cáncer de cuello uterino en una aldea del territorio tibetano de Ladakh, en la norteña región del Himalaya de India. Imagen: Athar Parvaiz / IPS

LEH, India – Mientras trabajaba como médico en los primeros meses de su carrera en el sur de India, una llamada telefónica desde su hogar en Ladakh, en la región del Himalaya, convenció a Nordan Otzer de involucrarse en la concienciación sobre el cáncer de cuello uterino.

«Mientras trabajaba en un hospital de la zona rural de Tamil Nadu (en 2007), un día recibí una angustiosa llamada de mi familia en la que me informaban de que la salud de mi madre se había deteriorado y necesitaba urgentemente mi presencia de vuelta en casa», cuenta Otzer a IPS.

Aquel estudiante de medicina es ahora un cirujano otorrinolaringólogo que ronda los 40 años y trabaja como médico y asistente social en Ladakh, un frío y desértica territorio de la meseta del Himalaya, en el extremo norte de la India, cuya localidad más poblada es Leh.

«Cuando vi a mi madre tumbada en la cama, apenas se la reconocía. Solo en ese momento me contó que había estado experimentando manchas persistentes y dolores abdominales ocasionales que habían empeorado con el tiempo», recuerda Otzer.

Por desgracia, dice, ella solo buscó asistencia médica cuando el dolor ocasionado por el cáncer de cuello uterino, también conocido como cáncer cervical, se le hizo intolerable.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gran mayoría de los cánceres de cuello uterino (más de 95 %) está causada por el virus del papiloma humano (VPH), que es la infección vírica más común del aparato reproductor femenino.

La mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas y gran parte de las lesiones precancerosas se resuelven espontáneamente, pero todas las mujeres corren el riesgo de que esa infección se cronifique y las lesiones precancerosas evolucionen hacia un cáncer invasivo, se lee en una hoja informativa sobre el cáncer de cuello uterino en el sitio web de la OMS.

Cuando el cribado detecta una infección por VPH o lesiones precancerosas, estas pueden tratarse fácilmente y evitarse el cáncer. El cribado también puede detectar el cáncer en una fase temprana en la que el tratamiento tiene un alto potencial de curación, dice la OMS.

La agencia de las Naciones Unidas insta a los países a que el cribado (de mujeres para detectar la infección por VPH) comience a partir de los 30 años en la población femenina y se mantenga cada cinco o 10 años. En el caso de mujeres portadoras del VIH, esa prueba debe iniciarse a los 25 años, añade.

El cáncer cervical es el cuarto más frecuente entre las mujeres en todo el mundo, y 90 % de los 604 000 nuevos casos y muertes que se calcula que habrá en todo el mundo en 2020 se producirán en países de ingresos bajos y medios, según la OMS.

Otzer cuenta que trasladaron a su madre en avión al Instituto de Ciencias Médicas de India, situado en Nueva Delhi, la capital del país, para que recibiera tratamiento. Pero ya era muy tarde, su estado empeoró y murió pocos días después.

«Durante todo el viaje desde mi casa hasta Delhi, me cogió de la mano, quizá también con la esperanza de que su hijo médico le salvara la vida. Pero, por desgracia, no pude hacer nada más que contemplar impotente cómo se desvanecía poco a poco», recuerda Otzer aún con pesadumbre.

Por sus estudios,  Otzer sabía que la vida de su madre podría haberse salvado si hubiera contado con acciones preventivas. «La muerte de mi madre por cáncer alteró el curso de mi carrera y me llevó a tomar la decisión de quedarme y contribuir a mi propia comunidad», explica.

Desde entonces, el médico empezó a esforzarse por lanzar una campaña de concienciación sobre el cáncer de cuello de útero y la detección de la infección por VPH en las mujeres de Ladakh, una remota región montañosa situada a más de 4000 metros sobre el nivel del mar en la meseta tibetana, que durante los inviernos permanece aislada del resto del mundo.

Desde 2009, Otzer, con la ayuda de su colaborador local, Stanzin Dawa, y de médicos visitantes de Singapur dirigidos por Swee Chong Quek, ha organizado más de 140 actividades de concienciación y detección para mujeres de todo el territorio de Ladakh, donde los pueblos están muy diseminados y no es fácil llegar a ellos.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

«Hasta ahora hemos realizado pruebas de detección a 12 400 mujeres, de las cuales una de cada 10 presenta lesiones precancerosas. Esto implica que, sin un tratamiento a tiempo, estas lesiones podrían convertirse en un cáncer en toda regla», afirma Otzer.

Además de las dificultades logísticas, como recorrer largas distancias y atravesar terrenos dificultosos, otros retos, según Otzer, fueron la timidez y poca receptividad de las mujeres.

«Las mujeres de Ladakh suelen ser reticentes a hablar abiertamente de cuestiones de salud femenina, ni siquiera con sus propios familiares. Por eso, cuando puse en marcha el programa de detección del cáncer de cuello de útero, las mujeres se mostraban reacias a someterse a las pruebas», explica. Al principio, añade, evitaban el contacto visual y se abstenían de hacer preguntas.

Sin embargo, con el paso del tiempo, «se volvieron gradualmente más abiertas y empezaron a asistir a nuestros campamentos de cribado para someterse a exámenes», explica.

Concienciación sobre el cáncer de cuello de útero y la India

En la India, el cáncer de cuello uterino es el segundo más frecuente entre las mujeres, y el país aporta la mayor proporción de la carga mundial de cáncer de cuello uterino. En diciembre de 2022, el gobierno federal de India instó a los gobiernos de sus 28 estados a concienciar y tomar medidas para prevenir el cáncer de cuello de útero.

Según un artículo publicado por la revista científica Lancet en marzo de este año, el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar indio planea vacunar a 68 millones de niñas en todo el país contra el VPH para finales de 2025, a lo que seguirá la vacunación de otros 11,2 millones de niñas a partir de la edad de nueve cada año.

El cáncer cervical representó 9,4 % de todos los cánceres y 18,3 % (123 907) de los nuevos casos en 2020 en este país del sur de Asia, de acuerdo a un estudio de diciembre de 2021 por Springer, una editorial dedicada a publicaciones científicas.

Añade que el cáncer de cuello uterino sigue siendo uno de los cánceres más comunes en la India y una de las principales causas de muertes relacionadas con el cáncer en mujeres de países de ingresos bajos y medios.

Según Springer, el cáncer de cuello de útero es la segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres de 12 estados indios. La situación es más alarmante en las zonas rurales, donde la mayoría de las mujeres son analfabetas e ignoran los peligros del cáncer de cuello de útero, además de que los recursos sanitarios son escasos.

La investigación ha demostrado que la concienciación y la disponibilidad de infraestructuras médicas desempeñan un papel importante en la prevención del cáncer de cuello de útero.

Los resultados de un estudio publicado en el Asian Pacific Journal of Cancer Prevention han confirmado que los estadios (del cáncer de cuello de útero) están estrechamente correlacionados con la supervivencia de las mujeres que padecen la enfermedad.

Los estadios iniciales de la enfermedad se asocian a un pronóstico excepcionalmente favorable siempre que se traten adecuadamente, mientras que la supervivencia de los cánceres en estadios III y IV es desoladoramente baja, indica el reporte.

Un estudio publicado por Lancet en octubre de 2023 halló heterogeneidad en la supervivencia del cáncer de cuello uterino en toda la India, con tasas de supervivencia más elevadas en las zonas urbanas, donde los servicios sanitarios son mucho mejores, que en las regiones predominantemente rurales y montañosas del norte y el noreste.

«La disparidad en la supervivencia entre las poblaciones podría explicar la eficacia general del sistema sanitario», indica la investigación.

A juicio de Lancet, «esto informa a los responsables políticos para que identifiquen y aborden las desigualdades en el sistema de atención sanitaria, haciendo hincapié en la importancia de promover la concienciación, la detección precoz y la mejora del sistema de atención sanitaria».

T: MF / ED: EG

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