Las personas que llegan a la intersección entre la vejez y el hecho de ser LGBT pueden sufrir discriminación y violencia, lo que a su vez conduce a mayores tasas de depresión, ansiedad, demencia y otras condiciones de salud mental. Expertos de la ONU piden a los Estados producir medidas que les garanticen el disfrute de sus derechos humanos. Imagen: Gobierno de México