El orden civil y los hospitales se desmoronan en Gaza

El hospital Al-Quds, en la ciudad de Gaza, continúa operativo y, con otros centros de salud, alberga a unos 117 000 palestinos que buscan refugio ante los bombardeos israelíes sobre la Franja. La ONU pide una pausa humanitaria y más ayuda, pero Israel anuncia que la ofensiva militar no se detendrá. Imagen: OMS

NACIONES UNIDAS – El orden civil se desmoronaba en Gaza al iniciarse la cuarta semana del conflicto entre Israel y la milicia Hamás este lunes 30, y en los equipos de ayuda de las Naciones Unidas crece la preocupación por los 117 000 palestinos que se han refugiado en los asediados hospitales de la Franja.

Durante el fin de semana, miles de personas desesperadas invadieron almacenes y centros de distribución de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (Unrwa), llevándose harina de trigo, productos de higiene y otros artículos.

Al mismo tiempo, un apagón de telecomunicaciones que duró más de 24 horas aisló a los habitantes de Gaza del resto del mundo y entre ellos.

El director de operaciones de Unrwa, Tom White, describió lo ocurrido como “una señal preocupante de que el orden civil está comenzando a desmoronarse después de tres semanas de guerra y un estricto asedio a Gaza”.

Desde ese territorio palestino de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes la milicia Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) lanzó el 7 de octubre un ataque sobre suelo israelí que cobró 1400 vidas, y cerca de 240 personas fueron tomadas como rehenes, entre ellos unos 40 niños, según Tel Aviv.

La ONU ha pedido repetidamente la liberación inmediata e incondicional de los rehenes, y su secretario general António Guterres repitió el domingo que “nunca hay justificación para matar, herir y secuestrar a civiles”.

Del lado gazatí, 8000 personas han muerto, entre ellas 3324 niños, y 20 200 han resultados heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza dirigido por Hamás, y hay unos 1600 desaparecidos, quizá bajo los escombros de edificios tras los ataques.

Unrwa informó que 63 de sus trabajadores, dedicados a la atención de los refugiados y desplazados palestinos en la Franja, han muerto en medio de los bombardeos.

Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha) informó que durante el fin de semana fueron bombardeados los barrios donde están los hospitales Shifa y Al Quds en la ciudad de Gaza, y el hospital de Indonesia en el norte del enclave, que Israel ha ordenado desalojar.

Según Ocha, alrededor de 117 000 personas desplazadas se están refugiando en los 10 hospitales aún operativos en Gaza y otras partes del norte de la ciudad, que han recibido “reiteradas órdenes de evacuación” en los últimos días.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteró que “la evacuación de los hospitales es imposible sin poner en peligro la vida de los pacientes”.

En varios de esos centros se están realizando cesáreas de emergencia sin anestesia en medio de la escasez de suministros médicos y energía –por falta de combustible para las plantas eléctricas-, y muchos nacimientos deben realizarse prematuramente.

Unrwa destacó que sus trabajadores humanitarios en Gaza “continúan brindando asistencia a más de 600 000 personas” que han buscado seguridad en los refugios de la organización.

Después de que el domingo 33 camiones ingresaron desde la frontera con Egipto llevando agua, alimentos y suministros médicos, Ocha insistió en que “se necesita un volumen mucho mayor de ayuda de forma regular para evitar un mayor deterioro de la terrible situación humanitaria, incluidos los disturbios civiles”.

“La entrada de combustible es urgentemente necesaria para el funcionamiento de equipos médicos e instalaciones de agua y saneamiento”, expuso la entidad.

Pero las fuerzas de Israel impiden que los camiones que llevan ayuda ingresen cargamento alguno de combustible, en previsión de que pueda ser hurtado por Hamás para emplearlo en sus operaciones de ataque y defensa.

La Ocha dijo que el lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de grupos armados palestinos contra ciudades y pueblos israelíes había continuado durante las últimas 24 horas, sin que se reportaran muertes.

El ejército israelí informó que en las operaciones terrestres –sus blindados ya llegaron a las puertas de la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja- liquidó a militantes de Hamás, pudo rescatar a una soldada, Uri Magidish, y divulgó una fotografía de la exrehén ya reunida con su familia.

En una comparecencia este lunes ante la prensa extranjera, el primer ministro israelí sostuvo que Hamás “seguirá utilizando los sótanos de los hospitales de Gaza como puestos de mando de su vasta red de túneles terroristas, y continuará robando combustible y asistencia humanitaria de las instalaciones de la ONU”.

Por ello “Israel no aceptará un cese de hostilidades tras los horribles ataques del 7 de octubre (…) la Biblia dice que hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra. Este es un momento de guerra”, sentenció.

A-E/HM

 

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