La cría orgánica de aves de corral mejora la vida de campesinos en India

Los campesinos de aldeas remotas de India han mejorado sus ingresos criando aves de corral orgánicas, en forma amigable con el ambiente. Imagen: Umar Manzoor Shah / IPS

TELANGANA, India – Shivaji Rao trabaja todo el año en el cultivo de maíz, en su parcela de menos de una hectárea, en el estado de Telangana, en el sur de India. Pero pese a su incansable esfuerzo,  le resulta difícil cubrir los gastos básicos de su familia.

Rao, de 37 años, dijo a IPS que los precios de los fertilizantes y las semillas en su estado natal se han disparado hasta el punto de que es hercúleo pensar siquiera en comprarlos en la cantidad necesaria.

«Por otra parte, los cambios climáticos están causando estragos entre los agricultores pobres como nosotros. Las lluvias intempestivas y la situación de sequía, unidas a la escasez de instalaciones de riego, nos están dejando secos hasta la médula», afirma el campesino.

En una remota aldea del mismo estado llamada Aseefabad, otro agricultor, Bhagwan Nath, comparte una situación similar.

Dice que, además de cultivar su pequeña parcela, trabaja como jornalero en algunas obras patrocinadas por el gobierno para llegar a fin de mes.

Sin embargo, este agricultor que cultiva el gandul (Cajanus cajanred), un tipo de guisante, en su campo de media hectárea, afirma que la agricultura y el trabajo diario como jornalero  no le alcanza para cubrir las necesidades básicas de su grupo familiar.

«Tenemos hijos que merecen una educación mejor. Necesito enviar a mis hijos a una buena escuela para que reciban una educación de calidad, pero para hacerlo hace falta dinero. No gano lo suficiente», dice Bhaghwan a IPS.

Hay muchos otros agricultores en su aldea que comparten la misma historia y se enfrentan al mismo calvario.

Sus ingresos mensuales no pasan de 15 000  o 20 000 rupias (entre 180 y 240 dólares).

El cambio climático en la región ha afectado gravemente a los pequeños agricultores, con la llegada tardía de los monzones y la aparición repentina de olas de calor inesperadas.

«Este cambio drástico de las pautas meteorológicas daña los cultivos irreparablemente. A veces, un año de duro trabajo se echa a perder con un solo golpe de viento. Además, el coste de las semillas y los fertilizantes agrava nuestra situación. Nos está volviendo locos», suspira Rao.

Según los registros del gobierno, en febrero y marzo la aldea registró temperaturas superiores a las normales.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Normalmente, las temperaturas elevadas provocan un aumento de la capacidad de humedad del aire, lo que a menudo conduce a la formación de tormentas eléctricas. Las temperaturas en la aldea superaron los 35°C, lo que facilitó la absorción de humedad del golfo de Bengala y culminó en el desarrollo de una depresión.

Los informes muestran que en la última década la zona ha sufrido fenómenos meteorológicos sin precedentes, que se cree que se deben tanto al cambio climático como a la rápida urbanización de la región.

Para mitigar el sufrimiento de los agricultores en aldeas remotas como las de Rao y Bhaghwan, algunas organizaciones no gubernamentales han visitado a los agricultores de sobrevivencia y han debatido con ellos otras oportunidades para mejorar sus ingresos y aplicar prácticas agrícolas resistentes al clima mediante procesos comunitarios.

Una de las oenegés propuso a estos agricultores la idea de una avicultura sin contaminación.

Junto con otros granjeros, Rao y Bhagwan se inscribieron en el programa. Cada granjero recibió 40 pollitos de la raza Gramapriya, con un peso en la madurez de entre 1,5 y 2 kilogramos.

La cría de aves de corral tiene la característica de ser respetuosa con el ambiente y no emanar ningún mal olor de aireados cobertizos donde los mantienen.

Esta producción avícola ha tenido dos logros en paralelo: suministrar carne y huevos saludables para la familia de los campesinos participantes, debido a la naturaleza orgánica del producto, y generar ingresos adicionales gracias a la venta de carne orgánica, huevos y compost generado por la cama de paja de las aves.

La formación impartida a los pequeños productores incluía instrucciones sobre la formulación de piensos adecuados para los pollitos, lo que les permitió estar listos para el mercado local en solo cuatro meses.

Bhagwan, ya ha vendido 10 aves de un peso total de 18 kilogramos, con lo que ha obtenido unos ingresos extra de 5400 rupias (70 dólares) a razón de 300 rupias (cuatro dólares) por kilogramo en un periodo de nueve meses. Además, ha vendido 200 huevos a 5 rupias cada uno, lo que le ha reportado unos ingresos de 1000 rupias (12 dólares).

Además, Bhagwan está aplicando una estrategia de cría utilizando pollitos locales para incubar huevos, multiplicando así la población avícola de su granja.

Gracias a esta nueva iniciativa, sus ingresos anuales han aumentado en unas 40 000 rupias (480 dólares) a los pocos meses de iniciar el emprendimiento.

Rao afirma que las aves de corral que ha recibido también le han ayudado a recibir ingresos extra y ganarse bien la vida.

«Ahora no dependo totalmente de la agricultura. Las aves de corral me dan esperanzas. Pienso esforzarme más en este negocio y ganarme bien la vida».

El campesino dice que en tres meses ha podido ganar más de 50 000 rupias (700 dólares) vendiendo huevos y pollos ecológicos en el mercado.

«Hay una demanda creciente de alimentos ecológicos, y a la gente le gusta mucho lo que vendo. Son bastante receptivos», afirma Rao.

T: MF / ED: EG

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