NUEVA DELHI – India logró consenso entre las confrontadas naciones del Grupo de los 20 (G20), las mayores economías del planeta, cuyos líderes se reunieron en esta capital, y la Unión Africana (UA) fue admitida como miembro del selecto club, en paridad con la que hasta ahora era único integrante multinacional, la Unión Europea.
De ese modo India “se anota un triunfo diplomático que confirma su papel de vocero del Sur global y actor relevante en una transición global en la que la confrontación entre bloques amenaza con dificultar la gobernanza global e incrementa la actual fragmentación mundial”, apuntó desde Buenos Aires el analista Andrés Serbin.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, acogió con satisfacción la declaración por consenso que adoptaron los líderes del G20 sobre un conjunto de materias, lo que “también refleja el papel de India como líder del Sur global y de los países en desarrollo”, según dijo su portavoz, Stéphane Dujarric.
Serbin, expresidente de la académica Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales, recordó que, ante la incertidumbre sobre el éxito de la cumbre, Guterres había calificado al G20 como una “familia disfuncional”.
En efecto, debió reunir a líderes de potencias que confrontan en los terrenos político, militar, económico y tecnológico: Estados Unidos y la Unión Europea, de un lado y, del otro, Rusia en crecientes alianzas con China.
Reuniones preparatorias de nivel ministerial no habían logrado consenso sobre numerosas materias en la agenda de la cumbre en esta capital, y el punto más álgido era el tema de la guerra en Ucrania, nueva confrontación Este-Oeste desatada cuando las fuerzas rusas invadieron al país vecino el 24 de febrero de 2022.
Pero sorpresivamente la diplomacia india y su primer ministro Narendra Modi sortearon las diferencias sobre el tema Ucrania y salvaron la declaración, de 34 páginas y 83 párrafos, adoptada por consenso.
La declaración destacó el sufrimiento humano causado por la guerra y reiteró el reconocimiento de la integridad territorial de todos los Estados y el rechazo al uso de la fuerza para dirimir diferencias territoriales, pero se abstuvo de mencionar a Rusia como requerían las voces de Occidente.
Uno de los redactores del compromiso, el indio Amitabh Kant escribió en su cuenta de X (ante Twitter) que el texto consumió “más de 200 horas de negociaciones ininterrumpidas, 300 reuniones bilaterales y 15 borradores”.
“Pudimos impedir los intentos de Occidente de ‘ucranizar’ la agenda de la cumbre, que fue un éxito”, celebró el ministro de asuntos exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, quien reemplazó en la cita al presidente ruso Vladimir Putin.
Tampoco asistió el presidente chino Xi Jinping, y en su lugar acudió el primer ministro Li Qiang, lo que pudo interpretarse como una señal más de la rivalidad entre los dos gigantes asiáticos, India y China.
Por otra parte, la inclusión de la UA es considerada un espaldarazo a la creciente importancia global de África y en particular un nuevo logro de Modi, pues suya fue la tesis de incorporar a las citas a esa unión de 54 naciones.
El G20 se creó como una plataforma de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales en 1999, para contrarrestar mediante consensos los efectos de la crisis financiera asiática, y se elevó al nivel de líderes y amplió sus agendas después de la crisis financiera global de 2008.
Están las economías más industrializadas, Estados Unidos, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Francia, Canadá e Italia, junto a China, India, Rusia, Corea del Sur, Australia, Arabia Saudí, Turquía, Indonesia, Sudáfrica, la Unión Europea y, de América Latina, sus tres mayores economías, Brasil, México y Argentina.
Serbin destacó que en 2017, durante la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos “trató de torpedear” al grupo, que resistió el embate pero con “una fuerte deriva hacia la política”, que se acentúa con la guerra en Ucrania y la confrontación estratégica en varios campos entre Washington y Pekín.
Sin embargo, los temas caros al Sur y al multilateralismo se abren paso y por ejemplo en la declaración de Nueva Delhi los líderes acordaron triplicar las energías renovables y reducir gradualmente las basadas en el uso del carbón.
Dos miembros de G20, Rusia y Arabia Saudí, son los mayores exportadores de petróleo, y China e India crecientes consumidores de carbón.
Los mandatarios también acordaron abordar el tema de la deuda externa de los países más pobres y vulnerables, y fortalecer y reformar los bancos multilaterales de desarrollo, aunque sin establecer metas o medidas concretas.
Modi propuso que los líderes del G20 se reúnan mediante una videoconferencia en noviembre, para evaluar medidas que puedan adoptarse en dirección a los acuerdos.
En un paréntesis de la reunión, los líderes acudieron –descalzos o con zapatillas sobre grama húmeda- a rendir homenaje al líder pacifista y padre de la independencia india, Mahatma Gandhi, en el espacio Samadhi que lo recuerda.
Un gesto a favor del Sur se vio al cierre de la reunión el 10 de septiembre, cuando Modi cedió la presidencia del G20 al mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumirá el mando formalmente a partir de diciembre.
“Felicito al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y le entrego el mazo de la presidencia”, dijo Modi, y al recibir el símbolo el brasileño agradeció los esfuerzos de la India como líder del grupo y por lograr la inclusión de la UA, representada por su presidente y jefe de Estado de Comoras, Azali Assoumani.
La siguiente cumbre del grupo, que acogerá Brasil en noviembre de 2024, tratará con prioridad tres temas: la inclusión social, la transición energética y el desarrollo sostenible en los ámbitos social, económico y ambiental.
A-E/HM