La jesuita Universidad Centroamericana fue confiscada por el gobierno de Nicaragua para establecer en sus instalaciones un nuevo centro de estudios. Es parte de una ofensiva contra la Iglesia Católica que ha incluido encarcelamiento de prelados, como el obispo Rolando Álvarez, cuya libertad piden entes de la ONU y la OEA: Imagen: Artículo 66