Nigeria amplia acceso a la educación con un plan de préstamos estudiantiles

Estudiantes de educación secundaria superior en una clase de un centro educativo de Abuya, la capital de Nigeria. Imagen: Africa Renewal

ABUYA – Wisdom Ajah, un joven de 18 años graduado de la escuela secundaria que vive en Karshi, una ciudad satélite del Territorio de la Capital Federal de Nigeria, Abuya, sueña con una educación universitaria que le asegure un buen trabajo después de graduarse y ayude a mantener a su familia. Pero es un sueño lejano, teniendo en cuenta los obstáculos a los que se ha enfrentado para obtener el título de secundaria.

Nacido dentro de una familia pobre que apenas puede permitirse cubrir sus necesidades más básicas, Ajah se vio obligado a asumir desde niño responsabilidades que iban mucho más allá de su  edad, compaginando sus estudios con trabajos manuales en la construcción para pagarse el bachillerato y complementar los escasos ingresos de su familia.

Ahora se dedica a trabajos de pintura doméstica, una habilidad que adquirió en las obras, y  ahorrar suficiente dinero para financiar su educación universitaria sigue siendo un obstáculo importante.

Pero esto puede estar a punto de cambiar, ya que el gobierno federal de Nigeria acaba de aprobar una ley que establece un plan de préstamos estudiantiles destinado a proporcionar ayuda financiera a las personas procedentes de entornos pobres. En virtud de este plan, los solicitantes que reúnan los requisitos recibirán hasta 500 000 nairas (unos 650 dólares) por cada curso académico.

Promulgada por el presidente Bola Tinubu el 12 de junio, se espera que la Ley de Acceso a la Educación Terciaria, también conocida popularmente como Ley de Préstamos Estudiantiles, facilite a los estudiantes pobres el acceso a la enseñanza superior mediante préstamos sin intereses.

Funcionarios del gobierno creen que la iniciativa permitirá a los estudiantes más pobres acceder a préstamos del gobierno federal para financiar su educación universitaria, al igual que ocurre en Estados Unidos y otros países desarrollados.

El plan garantiza a los solicitantes la igualdad de derechos para acceder al préstamo sin discriminación por motivos de sexo, religión, tribu, posición social o discapacidad.

“El plan de préstamos estudiantiles es una bendición para nuestros jóvenes, para nuestros estudiantes de todo el país», declaró Dele Alake, portavoz del presidente.

El gobierno confía en que los estudiantes con dificultades económicas, como el mismo Ajah, que cumplan los criterios establecidos, puedan acceder al préstamo y devolverlo en un plazo de 20 años sin intereses.

“Un estudiante típico de una universidad pública puede sobrevivir con una matrícula de 250 000 nairas (unos 325 dólares) por curso, y un préstamo anual de 500 000 nairas (650 dólares) puede ayudar al estudiante durante todo el año académico», afirmó Dasuki Arabi, director general de la Oficina para la Reforma del Sector Público.

“Con lo que tenemos ahora, nadie debería decir que fue la falta de dinero lo que les impidió ir a la escuela. Habrá oportunidades. Será inclusiva y equitativa», dijo David Adejoh, secretario permanente del Ministerio de Educación federal, en una entrevista con Africa Renewal.

El Banco Nigeriano de Educación supervisará y cogestionará el plan de préstamos a partir de septiembre de 2023.

La ley estipula dos años de prisión o una multa de 500 000 nairas (650 dólares), o ambas cosas, para los estudiantes que incumplan el pago, o para cualquiera que ayude a los morosos.

Nigeria registra hasta 18 % de deserción escolar anual atribuido a las limitaciones económicas.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

La Asociación Nacional de Estudiantes Nigerianos (Nans, en inglés) ha acogido con satisfacción el plan por considerarlo necesario para abordar el problema de la deserción escolar, así como para ayudar a combatir las tendencias suicidas y disuadir a los estudiantes pobres desesperados de caer en vicios.

“La tasa de suicidio por depresión entre los estudiantes que abandonan los estudios y la prevalencia de los vicios entre las estudiantes para pagar las tasas disminuirán o cesarán porque ya no habrá presión financiera que justifique tales actos», aseguró Akinteye Afeez, portavoz de la asociación estudiantil.

Sin embargo, el Sindicato de Personal Académico de las Universidades (Asuu, en inglés), organización que representa a los profesores de las universidades públicas nigerianas, duda de la viabilidad del nuevo plan debido a la elevada tasa de desempleo entre los egresados de los centros superiores del país.

El periódico nigeriano Punch informa de que aproximadamente 40 % de los licenciados y 59 % de los diplomados están desempleados.

Asimismo, la prestigiosa empresa de servicios fiscales y de auditoría KPMG prevé que la cifra de desempleo en Nigeria aumente hasta 40,6 % en 2023, frente 37,7 % en 2022.

“En las actuales condiciones económicas de Nigeria, un plan de préstamos a estudiantes creará más problemas que los que pretende resolver, afirmó el profesor Emmanuel Osodeke, presidente de Asuu.

Por ello, planteó que “Asuu nunca apoyará la cuestión de los bancos educativos porque los pobres no se beneficiarán de ella”.

El sindicato sostiene que la mejor solución a los problemas de las universidades nigerianas es una financiación adecuada.

Anticipándose a un aumento del acceso a la educación terciaria, el gobierno planea establecer estructuras de apoyo y aplicar reformas económicas que absorban a más licenciados en la población activa.

T: MF / ED: EG

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