Las «semillas de la pasión», como se las conoce localmente, aseguran mejores cosechas en tierras semiáridas, sin transgénicos ni venenos agrícolas, según Euzébio Cavalcanti, un campesino poeta y músico que protagonizó luchas por la reforma agraria y cuida las semillas en el altiplano de Borborena, en el noreste de Brasil. Imagen: Mario Osava / IPS

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