GINEBRA – Por primera vez en siete años imperan las condiciones típicas del fenómeno El Niño, calentamiento de las aguas superficiales en el Pacífico tropical, con previsibles resultados de más calor, sequías e inundaciones en distintas regiones del mundo, anunció este martes 4 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, dijo que “la formación de un episodio de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de que se batan récords de temperatura y se experimente un calor más extremo en muchas partes del mundo y en los océanos”.
Según los pronósticos de la OMM, existe una probabilidad de 90 % de que las condiciones de El Niño Oscilación del Sur (Enos) sigan prevaleciendo durante el segundo semestre de 2023, y que su intensidad sea al menos moderada.
El anuncio “es la manera de indicar a los gobiernos de todo el mundo que se preparen para limitar los efectos que pueda tener para nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías”, dijo Taalas.
El Niño ocurre en promedio entre cada dos y siete años, y sus episodios suelen durar de nueve a 12 meses. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del océano Pacífico tropical.
Pero el episodio actual “se inscribe en un contexto antropógeno, de un clima modificado por las actividades humanas”, precisó la OMM.
El fenómeno de El Niño se asocia típicamente con un incremento de la pluviosidad en algunas zonas meridionales de América del Sur, el sur de Estados Unidos, el Cuerno de África (Etiopía, Kenia, Somalia y Yibuti) y Asia Central.
En Perú, cuyas costas ya han sido azotadas por fuertes lluvias e inundaciones en los últimos meses, el gobierno ha destinado más de 300 millones de dólares para enfrentar nuevos posibles daños en lo que resta del año, bajo la coordinación de su Instituto Nacional de Defensa Civil.
Por el contrario, El Niño también puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia, algunas partes del sur de Asia, América Central y el norte de América del Sur.
Por lo general, El Niño tiene el efecto contrario a La Niña (corrientes de viento frío sobre el Pacífico central), y en 2018-2019 desencadenó un fenómeno La Niña cuyo episodio más reciente finalizó a principios de 2023.
También la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa, en inglés) ya anunció el 8 de junio el inicio oficial de El Niño, advirtiendo que “podría generar nuevos récords de temperaturas” en ciertas regiones.
Con la perspectiva de El Niño, la OMM pronosticó que al menos uno de los próximos cinco años, y el lustro entre 2023 y 2027 en su conjunto, serían los más calurosos jamás registrados.
“Esto no significa que en los próximos cinco años vayamos a superar el nivel de 1,5 grados centígrados especificado en el Acuerdo de París, porque el acuerdo se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años”, dijo Chris Hewitt, director de Servicios Climáticos en la OMM.
Sin embargo, “supone otra llamada de atención, o una alerta temprana, de que todavía no estamos avanzando en la dirección correcta para limitar el calentamiento de acuerdo con los objetivos fijados en París en 2015 para reducir sustancialmente los efectos del cambio climático”, apuntó Hewitt.
El Acuerdo de París de 2015 comprometió a la casi totalidad de las naciones del mundo a trabajar por reducir la emisión de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento planetario, de modo que hacia 2050 no supere el umbral de 1,5 grados Celsius sobre los promedios de temperatura global en el período 1850-1900.
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