KIGALI – Menos de uno por ciento de las mujeres y niñas viven en países con niveles altos de empoderamiento femenino y una reducida brecha de género, afirma un informe con nuevos índices presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y ONU Mujeres.
“Podemos ver claramente con estos nuevos índices que, en todos los países, el potencial completo de las mujeres sigue sin realizarse y las grandes brechas de género siguen siendo comunes”, declaró Sima Bahous, directora ejecutiva de la agencia ONU Mujeres.
El informe con los nuevos índices fue presentado en la conferencia internacional “Women Delivery (WD, Las mujeres cumplen)”, que se realiza en esta capital de Ruanda con centenares de participantes de instituciones multilaterales, académicas y promotoras de los derechos de la mujer.
Ningún país ha logrado plenamente la paridad de género: es el primer dato que aportan el Índice Global de Paridad de Género (Igpg), y el Índice de Empoderamiento de las Mujeres (IEM) insertos en el reporte del Pnud y ONU Mujeres.
“En todos los países, el potencial completo de las mujeres sigue sin realizarse y las grandes brechas de género siguen siendo comunes”: Sima Bahous.
El IEM mide el poder y la libertad de las mujeres para tomar decisiones y aprovechar las oportunidades de vida, en cinco dimensiones: salud, educación, inclusión, toma de decisiones y violencia contra las mujeres.
De su lado, el Igpg evalúa la situación de las mujeres en relación con los hombres en dimensiones básicas del desarrollo humano, como la salud, la educación, la inclusión y la toma de decisiones.
Al analizar los datos en 114 países, el informe revela que el poder y la libertad de las mujeres para tomar decisiones y aprovechar oportunidades siguen estando muy restringidos. El escaso empoderamiento de las mujeres y las grandes brechas de género son una constante.
A nivel mundial, las mujeres están empoderadas para lograr, en promedio, solo 60 % de su potencial total, según el IEM, y logran en promedio 28 % menos que los hombres en las dimensiones clave del desarrollo humano, en mediciones Igpg.
Los datos indican que 3100 millones de mujeres y niñas, más de 90 % de la población femenina mundial, viven en países caracterizados por un empoderamiento bajo o medio de las mujeres, y un desempeño bajo o medio en el logro de la igualdad de género.
Alrededor de ocho por ciento de las mujeres y niñas viven en países con bajo o medio empoderamiento de las mujeres pero alto rendimiento en el logro de la paridad de género, lo cual sugiere que las pequeñas brechas de género no se traducen automáticamente en un alto empoderamiento de las mujeres.
Ningún país ha logrado un alto empoderamiento de las mujeres manteniendo una gran brecha de género. Eso sugiere que el empoderamiento de las mujeres y las niñas seguirá siendo difícil de alcanzar hasta que se eliminen las brechas.
El administrador del Pnud, Achim Steiner, expuso que el análisis “muestra que un desarrollo humano más alto (más ingresos, educación y salud) no es por sí mismo una condición suficiente”.
Ello debido, dijo, a que “más de la mitad de los países con un desempeño bajo y medio en los índices se ubican en los grupos de desarrollo humano muy alto y alto. Demasiadas mujeres y niñas viven en países que solo les permiten alcanzar una fracción de su potencial”.
Los países mejor ubicados en los índices IEM e Igpg de 2022 -con más de 80 % de la puntuación posible- son Australia, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Noruega, Suecia, Austria, Bulgaria y Canadá, entre los 114 con suficientes datos recolectados.
Entre los más rezagados destacan con bajas puntuaciones Yemen, Malí, Níger, Iraq, Irán, Pakistán, Líbano y la República Democrática del Congo. Y hay casos como México y la anfitriona Ruanda, con elevados índices Igpg y bajos en la lista IEM.
Entre las potencias, Francia fue ubicada en la casilla 19 de la tabla que compara ambos índices, el Reino Unido en la 35, Estados Unidos en la 36, y China en la 42.
En América Latina los países relativamente mejor ubicados en ambos índices son Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador y Jamaica.
Cabe destacar que el índice no pudo recabar información suficiente en países muy diversos, como Afganistán, Arabia Saudí, Argentina, Barbados, Haití, Nueva Zelanda, Rusia y Venezuela.
Ante ese panorama, Bahous dijo que “se necesitan esfuerzos continuos para cumplir la promesa de la igualdad de género, garantizar los derechos humanos de las mujeres y las niñas, y garantizar que sus libertades fundamentales se realicen plenamente”.
Las políticas recomendadas por el Pnud y ONU Mujeres comienzan por las de salud: apoyar y promover una vida larga y saludable para todas las personas, con un enfoque en el acceso universal a la salud sexual y reproductiva.
Luego, abordar las brechas en las habilidades y la calidad de la educación, especialmente en campos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, para empoderar a las mujeres y las niñas en la era digital.
Se plantea invertir en políticas y servicios que aborden el equilibrio entre la vida laboral y familiar; establecer objetivos y planes de acción para lograr la paridad de género en todas las esferas de la vida pública, y eliminar las leyes y normas discriminatorias que frenan a las mujeres.
Y en materia de violencia contra las mujeres, aplicar medidas centradas en la prevención, el cambio de las normas sociales y la eliminación de leyes y políticas discriminatorias.
Los autores del informe expusieron finalmente que “en un momento en el que los desafíos globales amenazan con exacerbar las disparidades de género existentes, los índices pueden facilitar a los responsables políticos acelerar el camino hacia un mundo más equitativo e inclusivo”.
A-E/HM
