El Corozal, en el municipio de Suchitoto, en el centro de El Salvador, es un asentamiento rural donde llegó desde finales del año pasado la tecnología de los biodigestores familiares, con los que algunas personas están produciendo ya biogás para encender sus cocinas y preparar sus alimentos, sin costo, beneficiándose económicamente. Imagen: Edgardo Ayala / IPS