Con el comienzo de la estación de los monzones, se espera que los refugiados en los hacinados campamentos de Cox’s Bazar, en la frontera de Bangladés con Myanmar, se vean afectados por un aumento de la fiebre y otros efectos del dengue, que el año pasado tuvo 1283 casos registrados en los campamentos rohinyás, una cifra que se considera muy inferior a la real. Imagen: Rafiqul Islam / IPS