GINEBRA – El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) emplazó este lunes 15 a todos los países del mundo a despenalizar la homosexualidad, como una medida destinada a salvar vidas.
Christine Stegling, directora ejecutiva adjunta de Políticas, Promoción y Conocimiento de Onusida dijo que “no se puede subestimar la importancia de despenalizar la homosexualidad y la diversidad de género”.
“La despenalización salvará vidas y es un paso crucial hacia la igualdad, la dignidad y la salud para todos”, agregó la responsable en una declaración emitida en la sede del programa en esta ciudad suiza.
Con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que se celebra el 17 de mayo, Onusida denunció “una nueva campaña internacional, bien financiada y organizada contra las personas LGBTIQ+ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales, queers y otros)”.
“La criminalización y discriminación de estas personas, junto con la violencia generalizada contra ellas, impiden su acceso a servicios de salud vitales”, remarcó la agencia de las Naciones Unidas.
Destaca el dato de que, en todo el mundo, 67 países siguen penalizando las relaciones entre personas del mismo sexo, 10 de ellos imponen la pena de muerte, y 20 criminalizan la diversidad de género.
En todas las culturas, desde tiempos inmemoriales, la orientación sexual, la identidad de género y la expresión han sido diversas, pese a lo cual las personas integrantes del colectivo LGBTIQ+ siguen sufriendo algún tipo de discriminación, ya sea legal, social, cultural o una combinación de todas ellas.
De ese modo se impide su acceso a servicios vitales, circunstancia que se está extendiendo a los profesionales sanitarios que asisten a los integrantes de esa comunidad.
Onusida muestra que en los países donde se criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, la prevalencia del VIH es cinco veces mayor entre hombres homosexuales, y hombres que tienen sexo con hombres, que en las naciones donde estas prácticas no están criminalizadas.
Esta cifra se multiplica por 12 en los países en los que hubo recientes juicios.
Conscientes del impacto perjudicial en la respuesta al VIH de este tipo de legislaciones, los estados miembros de la ONU se comprometieron en la Asamblea General a establecer una serie de objetivos ambiciosos en la Declaración Política sobre el VIH de 2021.
El propósito de esa declaración es derogar las leyes penales que socavan la respuesta al VIH y dejan atrás a poblaciones más vulnerables.
Reconociendo la despenalización como un elemento crítico en la respuesta al VIH, los países se comprometieron a que el número de países con entornos legales y punitivos que afectan a la respuesta del VIH fuera inferior a 10 % para el año 2025.
Así, Antigua y Barbuda, Barbados, las Islas Cook, San Cristóbal y Nieves, y Singapur, derogaron el año pasado antiguas leyes coloniales que criminalizaban las relaciones entre personas del mismo sexo.
El tribunal supremo de Kuwait revocó una ley que tipificaba como delito “imitar al sexo opuesto”.
Entre los países que impulsan el progreso en la promoción de los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ se encuentra Brasil.
En un evento previsto para el 17 de mayo, los ministros brasileños de Salud y de Derechos Humanos anunciarán que el país se unirá a la Alianza Mundial para la Acción para Eliminar Todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionados con el VIH.
Pese a los avances, Onusida insistió en que hay una nueva campaña internacional, bien financiada y organizada, que pretende crear prejuicios e impulsar nuevas leyes discriminatorias y perjudiciales contra la homosexualidad y los transexuales.
De aprobarse, “esas leyes tendrían consecuencias extremadamente perjudiciales para la salud pública, ya que impedirían el acceso de las personas LGBTQI+ a los servicios sanitarios, y obstaculizarían la prestación de servicios vitales por parte del personal sanitario, incluidos los servicios de prevención y tratamiento del VIH”.
El programa considera vital para la salud pública que se detenga esa ofensiva perjudicial.
Según las cifras de Onusida, al cierre de 2021 en el mundo había 38,4 millones de personas portadoras del VIH, al año se registraban 1,5 millones de nuevos casos, y 650 000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida.
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