Ni el riesgo de enfermedades modera consumo de carne de animales silvestres

La carne de animales silvestres, como estos recién sacrificados en el monte, sigue siendo muy apreciada por los consumidores, a pesar de que puede tener riesgos para su salud

BULAWAYO, Zimbabue – La carne de animales salvajes es muy preciada y comercializada por toda África, pero los científicos advierten que comer este tipo de proteína supone un alto riesgo potencial para la salud, especialmente tras pandemias como la de covid-19.

Un estudio realizado en los asentamientos fronterizos de Kenia y Tanzania ha descubierto que, aunque la gente es consciente de los riesgos asociados al consumo de carne de animales silvestres, más aún tras los tres años de la pandemia generada por un coronavirus, no le preocupa cazar y comer animales salvajes que puedan transmitir enfermedades.

Al contrario, la demanda de carne de animales silvestres se ha incrementado, según el estudio publicado este mes por el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (Ilri, en inglés) y Traffic, la red mundial de vigilancia del comercio de la vida silvestre, junto con otras organizaciones asociadas.

La carne de animales silvestres

El concepto de carne de animales silvestres engloba la procedente de mamíferos, reptiles, anfibios y aves que viven en la selva, la sabana o los humedales en forma libre. La carne de animales silvestres procede de una gran variedad de animales, como monos, pangolines, serpientes, puercoespines, antílopes, elefantes o jirafas, entre otros.

El estudio es el primero que analiza las percepciones de riesgo de enfermedad de las actividades relacionadas con la carne silvestre en las comunidades rurales de África oriental,  se llevó a cabo en diciembre de 2021 recogió entrevistas a 299 personas en comunidades de la frontera keniana-tanzana.

Los resultados clave del estudio revelaron que los niveles de educación desempeñan un papel fundamental en la comprensión de la transmisión de enfermedades zoonóticas; la mayoría de las personas entrevistadas que tenían niveles más altos de educación eran más conscientes de los riesgos de transmisión de enfermedades en el consumo de esa carne.

Casi 80 % de los encuestados se había enterado de la existencia de la covid a través de los medios de comunicación, pero esto no había influido en sus niveles de consumo de carne de animales salvajes. Algunos incluso informaron de un aumento del consumo.

Los ungulados, como antílopes, gacelas y ciervos, eran las especies más consumidas por los entrevistados, seguidas de aves, roedores y musarañas.

La científica y autora principal del estudio en el Ilri, Ekta Patel, comentó que era importante iniciar el estudio en Kenia dada la escasa información sobre la demanda rural y urbana de carne silvestre y los riesgos potenciales asociados a las enfermedades zoonóticas.

La frontera entre Kenia y Tanzania es un conocido punto caliente de consumo de carne salvaje, recordó la investigadora del Ilri, que tiene su sede principal en Nairobi, la capital keniana.

Dos tercios de las enfermedades infecciosas proceden de animales, desde el VIH/sida, que se cree que se originó en poblaciones de chimpancés en África Central a principios del siglo XX, hasta la covid, que se considera que comenzó en 2019 en una especie aún por determinar.

Patel confirmo que en sí el consumo de carne de animales salvajes no supone ningún riesgo para la salud, pero tras asumirse que el virus SARS-CoV-2, causante de la covid, surgió en una especie silvestre, se decidió investigar cuan consciente es la población general de los riesgos para la salud asociados a las interacciones frecuentes con la fauna silvestre.

Según Patel, algunos de los riesgos de comer carne de animales silvestres son los de entrar en contacto con patógenos zoonóticos, que pueden provocar malestar a quien los manipula. Otras preocupaciones están relacionadas con la mala cocción de la carne, que puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos.

“La gran preocupación está en los riesgos de enfermedades zoonóticas asociadas a actividades relacionadas con la carne de animales silvestres como la caza, el desollado y el consumo”, dijo Patel a IPS, al ser consultada desde Bulawayo, la segunda ciudad de Zimbabue.

África se enfrenta a un riesgo creciente de brotes causados por patógenos zoonóticos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo sanitario mundial informó de un aumento de 63 % en los brotes zoonóticos en la región entre 2012 y 2022, en comparación con 2001-2011.

¿Controlar o prohibir?

Los científicos estiman que 70 % de las enfermedades infecciosas emergentes tienen su origen en los animales, y 60% de las enfermedades infecciosas existentes son zoonóticas. Por ejemplo, citó Patel, los brotes de ébola en la cuenca del Congo se remontan a cazadores expuestos a cadáveres de simios.

Por ello, pidió a los gobiernos que apliquen políticas para controlar los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas a través de compromisos comunitarios para cambiar comportamientos.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Según Martin Andimile, coautor del estudio y director de investigación Traffic, afirmó a IPS que la investigación es representativa, aunque se base en una pequeña muestra.

Destacó que, además, ofrece valiosos datos sobre las tendencias de consumo de carne de animales salvajes que se dan en toda África, donde la carne de animales salvajes está muchas veces en el menú de los habitantes del continente.

Andimile remarcó la necesidad de mejorar la higiene y las normas de los mercados informales y, al mismo tiempo, ofrecer a las comunidades fuentes alternativas de proteínas. Considera que el consumo de carne de animales silvestres debería detenerse, alegando la dificultad de regularlo.

“Creo que la gente en África tiene otras opciones para obtener carne además de la silvestre aunque algunos defienden que obtienen carne de la naturaleza por razones culturales y que es un manjar, los sistemas gubernamentales no pueden controlar la explotación legal de la vida silvestre”, remarcó Andimile a IPS.

A su juicio, “se debería dejar de consumir carne de animales silvestres hasta que haya una forma adecuada de regularla”

Andimile dijo que, si bien podría aplicarse alguna regulación en los casos en que la población de especies es lo suficientemente saludable como para que el sacrificio comercial proporcione carne de animales silvestres a las comunidades, “el aumento de la población humana afectará la extracción de especies silvestres”.

“El consumo de carne de animales silvestres está afectando a las especies, ya que algunos hogares la consumen a diario, y en general se obtiene ilegalmente (y es) más barata que la carne doméstica», dijo.

Otros especialistas sí consideran que tal vez sería mejor la regulación que la prohibición.

“La recolección y el consumo de carne de animales silvestres no deben prohibirse, ya que ello va en contra de la función del uso sostenible en la conservación basada en zonas geográficas específicas”, afirmó Francis Vorhies, miembro del Grupo de Especialistas sobre Uso Sostenible y Medios de Subsistencia (SULi, en inglés),

El especialista del grupo que forma parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), recordó en ese sentido que en ese sentido se pronunció en diciembre la 15 Conferencia de las Partes (COP15) del Convenio sobre Diversidad Biológica, celebrada en Montreal.

Otro experto, Rogers Lubilo, miembro del mismo grupo, coincide en que no debe prohibirse el consumo de carne de animales silvestres porque es una fuente importante de proteínas.

Destaca que a las comunidades locales que conviven con la fauna silvestre les gustaría tener acceso a la carne de animales silvestres como antes, aunque en la actualidad hay políticas en muchos lugares que castigan su adquisición de fuentes ilegales.

“Es necesario invertir en oportunidades que fomenten el acceso legal a la carne de animales silvestres”, afirmó Lubilo. “El comercio es grande y lucrativo, y si se aprovecha adecuadamente con buenas políticas y la capacidad de control, formaría parte de la economía ampliada de la vida silvestre”, añadió.

Consumo hasta la extinción

Sin embargo, existen pruebas de que el consumo de carne de animales silvestres está afectando a la población de estas especies, lo que hace temer que, si no se toman medidas correctoras, la gente se coma la fauna silvestre hasta extinguirla.

La UICN ha advertido sobre que el consumo y el comercio de carne de animales silvestres han acercado a muchas especies a la extinción, por lo que pide su regulación. La caza y la captura están catalogadas como una amenaza para nada menos que 4658 especies terrestres, que están en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, incluidas 1194 especies en África.

Al menos cinco millones de toneladas de carne de animales silvestres son objeto de tráfico cada año en África Central.

Como consecuencia de los excesos de su explotación, se espera que África pierda 50 % de sus especies de aves y mamíferos para finales de siglo, afirmó Eric Nana, también miembro del SULi de la UICN.

Nana señaló que el tráfico de carne de animales silvestres de África a países europeos como Francia, Suiza, Bélgica y el Reino Unido sigue siendo un canal muy poco estudiado. Según sus estimaciones, se trafican más de 1000 toneladas al año.

Patrick Aust, otro integrante del SULi de la UICN, señala que los reptiles constituyen una parte importante del comercio de carne de animales silvestres en África y que urge seguir investigando para comprender mejor su impacto en la conservación y su importancia socioeconómica.

T:MF / ED: EG

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