GINEBRA – Bajo el imperio de las pandillas, Haití sufre “un ciclo interminable de violencia” que cobra centenares de vidas cada mes, denunció este martes 9 el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
“Cada informe que recibo de Haití subraya la escala del sufrimiento y transmite el mensaje de que los haitianos necesitan apoyo urgente, y lo necesitan ahora”, dijo Türk.
Solo en abril, más de 600 personas fueron asesinadas en una nueva ola de violencia extrema que golpeó varios distritos de la capital, Puerto Príncipe, según el Servicio de Derechos Humanos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití.
Esa carnicería siguió al asesinato de al menos 846 personas en los primeros tres meses de 2023, además de 393 heridos y 395 secuestrados durante ese período, un aumento de 28 % en la violencia con respecto al trimestre anterior.
Abrumado por la inseguridad cada vez mayor, Haití está experimentando un aumento preocupante en los asesinatos por parte de la mafia y los linchamientos de presuntos pandilleros, con al menos 164 de estos asesinatos documentados en abril.
Türk recordó que “es obligación del Estado proteger a sus ciudadanos. Las personas deberían poder confiar en la policía y las autoridades judiciales para enfrentar la violencia de las pandillas. Pero la realidad es que el Estado no tiene capacidad de respuesta”.
Deploró que “por lo tanto, la gente se está tomando la justicia por su mano, pero esto solo alimentará la espiral de violencia” en el país insular de 27 755 kilómetros cuadrados y 11,4 millones de habitantes, el más pobre del hemisferio.
Por ello reiteró “mi llamado a la comunidad internacional para que despliegue una fuerza de apoyo con plazos determinados, especializada y que respete los derechos humanos, con un plan de acción integral para ayudar a las instituciones de Haití”.
El nuevo informe de la oficina de Türk en esta ciudad suiza destaca el surgimiento de grupos de autodefensa, luego de los llamados de algunas figuras políticas y periodistas para que los ciudadanos formen organizaciones que combatan la violencia de las pandillas.
Se han incrementado las “brigadas de vigilancia” y los linchamientos masivos contra pandilleros y delincuentes comunes en la capital.
Durante el trimestre 21 policías perdieron la vida como consecuencia de actos de violencia relacionada con pandillas, mientras que al menos 238 presuntos pandilleros fueron asesinados en enfrentamientos territoriales de pandillas, operativos policiales y linchamientos o ejecuciones dentro de los grupos delictivos.
Los secuestros se mantienen como una importante fuente de ingresos para muchas pandillas, y los rescates obtenidos sirvieron para financiar la adquisición de armas, pagar a los individuos que se unen a sus filas o premiar a los miembros del público que han brindado apoyo para mantener cautivas a las víctimas.
Al menos 395 secuestros fueron reportados durante el primer trimestre de 2023.
La violencia sexual sigue utilizada como arma por las pandillas para aterrorizar y causar dolor a la población, especialmente a mujeres y jovencitas.
Aunque los incidentes de violencia sexual son muy poco informados, una organización local de derechos humanos denunció que al menos 652 mujeres y niñas fueron víctimas de violaciones individuales y en grupo en áreas controladas por pandillas el año pasado.
Las áreas de la capital que antes se consideraban seguras, en particular las sureñas Kenscoff y Pétion Ville, así como el noroccidental departamento de Artibonite, principal zona productora de arroz, ahora se ven afectadas.
Entre otros modus operandi utilizados por las pandillas, el informe identifica incidentes de francotiradores disparando indiscriminadamente a personas en la calle o contra casas, y de personas quemadas vivas en el transporte público.
El impacto de la violencia armada ha contribuido a la inflación, incluido el aumento de los precios de los alimentos, y las empresas locales para seguir operando se ven obligadas a pagar impuestos ilegales a las pandillas, que además controlan carreteras para extorsionar por el paso de camiones y otros vehículos.
La violencia y la precariedad socioeconómica causan muchos desplazamientos forzados. Al 31 de marzo más de 127 000 personas en la capital, que cuenta poco más de un millón de habitantes, sobrevivían desplazadas de sus barrios.
Aunque no hay datos completos sobre el número de haitianos huyendo del país por tierra o mar, el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos informó a principios de marzo que al menos 3567 haitianos fueron interceptados en el mar en los últimos cinco meses.
Además, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indicó que al menos 36 079 migrantes fueron deportados a Haití por países de la región durante el primer trimestre, de los cuales 90 % procedían de la vecina República Dominicana.
Türk dijo que “no debemos olvidar que la pobreza extrema y la falta de servicios básicos están en la raíz de la violencia actual y del poder de las pandillas sobre las comunidades”, e insistió en que “la actual emergencia de derechos humanos exige una respuesta contundente, con urgencia”.
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