MADRID – Disculpas a los políticos y medios de comunicación occidentales que siguen diciendo que la brutal guerra por poderes de Ucrania está detrás de cualquier catástrofe, desastre o crisis que ocurra en el Planeta.
¿Es esto exacto?
Las pruebas científicas confirman que, mucho antes de esa guerra, Europa, como muchas otras regiones, ya caminaba al borde de las consecuencias climáticas extremas.
¿La peor sequía de Europa en 500 años?
“El episodio de sequía que afectó a Europa en 2022 bien podría ser el peor en 500 años», informa Copérnico, el componente de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea, de la UE, que «observa nuestro planeta y su medio ambiente en beneficio de todos los ciudadanos europeos y ofrece servicios de información».
Este servicio europeo explica además que el episodio de sequía de 2022 «es atribuible a una grave y persistente falta de precipitaciones, combinada con una secuencia de repetidas olas de calor que han afectado a Europa de mayo a octubre».
En pocas palabras, los extremos climáticos registrados en Europa no son consecuencia de la guerra en Ucrania, y ya estaban ahí muchos años antes de que comenzara el conflicto, con la invasión de Rusia a su vecino en febrero de 2022.
De todos modos, los ciudadanos europeos escuchan ahora los efectos devastadores de los extremos climáticos en su propio continente rico, que es uno de los principales contribuyentes mundiales a la emergencia climática en curso.
¿Son las emergencias climáticas solo un problema de las regiones empobrecidas?
Hasta ahora, los graves impactos de los extremos climáticos en África y otras regiones empobrecidas, saltaban a las noticias de vez en cuando, mostrando breves vídeos de seres humanos errantes y desiertos, antes de analizar en profundidad los últimos partidos de fútbol o informar sobre el nuevo amigo de una estrella de la tele realidad. Y los accidentes de carretera o una pelea entre bandas de jóvenes.
Los ciudadanos occidentales también están acostumbrados a oír que el espeluznante número de personas hambrientas (más de mil millones de seres humanos), en particular en África oriental debido a largos años de sequías récord, está causado por la guerra de Ucrania o que su situación se vio agravada por ella.
Ahora, los ciudadanos europeos se dan cuenta de que también sufren las consecuencias del cambio climático, que se cobra cada vez más víctimas humanas, económicas y medioambientales.
¿Cómo es posible que esos impactos se estén convirtiendo ahora en noticia?
Una respuesta rápida es que tales extremos climáticos, olas de calor, sequías severas, escasez de agua y de producción de alimentos han estado causando daños cada vez mayores a las corporaciones privadas, así como a las actividades agrícolas de mediano y pequeño tamaño. En resumen, dañando sus bolsillos.
Véase lo que dice oficialmente la propia UE (Unión Europea) a nivel macro:
– Los peligros relacionados con el tiempo y el clima, como las temperaturas extremas, las fuertes precipitaciones y las sequías, representan riesgos para la salud humana y el medioambiente y pueden provocar pérdidas económicas sustanciales.
– Entre 1980 y 2021, los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos supusieron un importe estimado de 560 000 millones de euros (valores de 2021), el equivalente actual 618 millones de dólares.
– Los fenómenos hidrológicos (inundaciones) representan más de 45 % y los meteorológicos (tormentas, incluidos rayos y granizo, junto con movimientos en masa) suponen casi un tercio del total.
– Sobre los fenómenos climatológicos, las olas de calor son responsables de más de 13 % de las pérdidas totales, mientras que +/- 8 % restante se debe a sequías, incendios forestales y olas de frío.
– Entre los peligros más costosos en el periodo 1980-2021 se incluyen las inundaciones de 2021 en Alemania y Bélgica (casi 50 000 millones de euros o 55 millones de dólares), las inundaciones de 2002 en Europa central (más de 22 000 millones de euros o 24,2 millones de dólares).
La sequía y la ola de calor de 2003 en toda la UE (unos 16 000 millones de euros o 17,6 millones de dólares), la tormenta Lothar de 1999 en Europa occidental y las inundaciones de 2000 en Francia e Italia (ambas por encima de los 13 000 millones de euros o 14 300 millones de dólares), todos ellos en valores de 2021.
– Un número relativamente pequeño de fenómenos es responsable de un gran porcentaje de las pérdidas económicas: 5 % de los fenómenos meteorológicos y climáticos con mayores pérdidas es responsable de 57 % de las pérdidas y 1 % de los fenómenos causa 26 % de las pérdidas (cálculos propios de la Agencia Europea de Medio Ambiente, con base en el original conjunto de dato).
Esto da lugar a una gran variabilidad de un año a otro y dificulta la identificación de tendencias. No obstante, las pérdidas anuales promedio (a precios constantes en euros, 2021) fueron de unos 9700 millones (10 706 millones de dólares) en el decenio 1981-1990, 11 200 millones (12 361 millones de dólares) entre 1991-2000, 13 500 millones (14 900 millones de dólares) en 2001-2010 y 15 300 millones (16 886 millones de dólares) en 2011-2020.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
– El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) predice que los fenómenos extremos relacionados con el clima serán cada vez más frecuentes y graves en todo el mundo. Esto podría afectar a múltiples sectores y causar fallos sistémicos en toda la UE, lo que provocaría mayores pérdidas económicas.
– Solo 30 % de las pérdidas totales estaban aseguradas, aunque esta cifra variaba considerablemente entre países, desde menos de 2 % en Hungría, Lituania y Rumanía hasta más de 75 % en Eslovenia y los Países Bajos.
También a nivel medio y micro
La mayoría de las cooperativas, sindicatos y asociaciones agrarias pequeñas y medianas de los países europeos más afectados por las sequías han elevado sus protestas públicas, exigiendo a sus gobiernos que les compensen por las grandes pérdidas de sus cosechas.
En el caso concreto de España, los sindicatos agrarios y las cooperativas agroalimentarias denuncian pérdidas de cosecha de hasta dos tercios de lo previsto.
Volviendo a Copérnico
La “sequía histórica” afectó a Europa, tal y como evidencia el Indicador Combinado de Sequía del Observatorio Europeo de la Sequía del Servicio de Gestión de Emergencias Copérnico para el primer periodo de 10 días de septiembre de 2022.
Al respecto, Copérnico informa de las siguientes conclusiones:
– Olas de calor: 2022 también se caracterizó por olas de calor intensas, y en algunas zonas prolongadas, que afectaron a Europa y al resto del mundo, batiendo varios récords de temperatura del aire en superficie.
– Según se recoge en el Boletín Climático de julio de 2022 publicado por el Servicio de Cambio Climático de Copérnico, julio de 2022 fue el sexto julio más cálido en Europa.
Las anomalías de temperatura alcanzaron máximos de +4 ºC en Italia, Francia y España.
Según el programa Copérnico de la UE:
– La prolongada sequía que ha afectado a varias partes del mundo junto con las temperaturas récord fueron fuerzas contribuyentes que sin duda han causado un aumento del riesgo de incendios forestales, que alcanzó su punto máximo durante la temporada del verano boreal de 2022 tanto en Europa como en la otra orilla de la región mediterránea y en el noroeste de Estados Unidos.
– El Indicador Combinado de Sequía (que publica el Observatorio Europeo de la Sequía como parte del Servicio de Gestión de Emergencias Copérnico) informó de que más de una cuarta parte del territorio de la UE se encontraba en condiciones de “alerta” a principios de septiembre del año pasado.
– Otro fenómeno extremo de 2022 fue la ola de calor marina que afectó al mar Mediterráneo en el pasado verano boreal.
Los países europeos dependen en gran medida del mar Mediterráneo para el transporte de mercancías, incluidos los petroleros; el turismo (un solo país de sus costas, España, recibe más de 80 millones de turistas al año, el doble de su población total); la pesca industrial; las refinerías; los puertos, y un largo etcétera.
T: MF / ED: EG