La deuda lleva a países en desarrollo a otra década perdida

Los altos precios de los alimentos están perjudicando a los países en desarrollo, muy endeudados y sin liquidez suficiente para encarar los compromisos con esas acreencias y las demandas de sus poblaciones. En 37 países hay 500 millones de personas que sufrirán por ese panorama en los próximos años, dice la Unctad. Foto: Ryan Brown/ONU Mujeres

GINEBRA – Los países en desarrollo agobiados por la deuda se enfrentan a años de dificultades económicas provocadas por la desaceleración del crecimiento mundial, las altas tasas de interés y la reducción de la inversión, advirtió el miércoles 12 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

En una actualización de su informe Tendencias y Perspectivas Globales, la Unctad señala que “las subidas de tipos de interés costarán a los países en desarrollo más de 800 000 millones de dólares en ingresos no percibidos en los próximos años”.

Ese estimado se recuesta de cálculos de la Unctad sobre el crecimiento económico mundial, que estima en 2,1 % para 2023, una décima de punto por debajo de lo que preveía en septiembre de 2022, y eso suponiendo que las tasas de interés se contengan por los rescates a bancos que se han visto en lo que va de año.

La víspera, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también rebajó sus previsiones de crecimiento global, en dos décimas, calculando 2,8 % para este año en vez del tres por ciento que avizoraba en enero.

Ante ese panorama, la Unctad augura que el aumento de la deuda, las subidas de tipos de interés, los precios de los alimentos y la falta de liquidez suficiente “tendrán un efecto aplastante” en los países del Sur en desarrollo

Muchos de esas naciones “enfrentan a una crisis de desarrollo cada vez más profunda a medida que los niveles de deuda altísimos y los costos de servicio más elevados restringen la inversión productiva tanto en el sector público como en el privado”.

“La escasez de liquidez internacional ya ha convertido a los choques imprevistos en un círculo vicioso financiero en algunos países”, agregó el reporte de la entidad de la ONU con sede en esta ciudad suiza.

Según el documento, 81 países en desarrollo (excluida China) perdieron 241 000 millones de dólares en reservas internacionales en 2022, una disminución promedio de siete por ciento, y más de 20 países experimentaron una caída de más de 10 %.

En muchos casos, los países agotaron su reciente incorporación de Derechos Especiales de Giro (DEG).

Los DEG son un activo de reserva internacional creado por el FMI para complementar las reservas oficiales de divisas de sus países miembros y ayudar a proporcionarles liquidez.

La mayor asignación de DEG hasta la fecha, por valor de 650 000 millones de dólares, la llevó a cabo el FMI en agosto de 2021 para apoyar a los países durante la crisis económica provocada por la covid-19.

Mientras tanto, los costos de endeudamiento, medidos a través de los rendimientos de los bonos soberanos, aumentaron de 5,3 % al 8,5 % para 68 mercados emergentes.

Por ello, se espera que aumente la presión sobre los países en desarrollo por parte de los acreedores externos, para que reduzcan los déficits fiscales y así puedan hacerse con recursos para atender las acreencias.

“El sobreendeudamiento dará como resultado una crisis de desarrollo y mayores desigualdades, con 39 países pagando a sus acreedores públicos externos más dinero de lo que recibieron en nuevos préstamos, resultando en un impacto adverso en las inversiones públicas y la protección social”, según los expertos de la Unctad.

Durante la última década, los costos del servicio de la deuda (pagos de capital e intereses) han aumentado constantemente en relación con el gasto público en servicios esenciales: el número de países que gastan más en ese servicio que en atención médica aumentó de 34 a 62 durante este período.

También considera la Unctad que la inversión pública en los países en desarrollo seguirá sufriendo, a medida que los países paguen más a sus acreedores externos de lo que reciben en nuevos préstamos.

Ese fue el caso de 39 países en 2022, con consecuencias potencialmente devastadoras para el desarrollo, la protección social y la lucha contra las desigualdades.

En medio del déficit de liquidez, la Unctad advierte que 500 millones de personas que viven en 37 países “probablemente seguirán sufriendo durante años las consecuencias de un sistema financiero global incapaz de responder a la escala y velocidad necesarias para enfrentar los choques sistémicos” que los afectan.

También señala el informe que la inflación de los alimentos sigue rampante en los países en desarrollo a principios de 2023, lo que contribuye a un alto costo de vida.

Se hizo eco de la última evaluación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), según la cual a pesar de 12 meses consecutivos de descensos a partir de marzo de 2023, los precios mundiales de los alimentos siguen siendo 30 % más altos que el nivel promedio de 2020.

Entre sus recomendaciones, la Unctad dice que se requiere un “enfoque urgente” en la reforma de la arquitectura de la deuda mundial para abordar adecuadamente las necesidades de los países en desarrollo.

La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo sumaba al cierre de 2022 un total de 299 billones (millones de millones) de dólares, según el privado Instituto de Finanzas Internacionales, con dos tercios de ella en las naciones ricas y el resto en las economías emergentes y el desarrollo.

Junto con establecer un mecanismo multilateral para renegociar las acreencias de los países en desarrollo, la Unctad propone una nueva emisión de DEG por otros 650 000 millones de dólares para ayudar a aliviar la pesada carga de la deuda.

A-E/HM

 

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe