El nuevo ataque de la guerrilla colombiana ELN “es una estupidez”

Las Fuerzas Militares de Colombia publicaron las imágenes de los dos suboficiales y siete reclutas, dos de ellos indígenas wayúu, que perecieron en el ataque del miércoles 29 atribuido a la guerrilla ELN, que en paralelo adelanta un proceso de cese al fuego y pacificación con el gobierno izquierdista de Gustavo Petro. Foto: FFMM

BOGOTÁ – El ataque atribuido a un frente guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra una unidad del ejército de Colombia, que dejó nueve militares muertos y ocho heridos este miércoles 29, atenta contra la paz y es una estupidez, declaró el Instituto de Estudios para el Desarrollo y La Paz (Indepaz).

“Ese ataque del ELN en Catatumbo es un atentado contra la paz y es también una estupidez política. Hablan un doble lenguaje. Mientras en las mesas de conversación dicen que van a desescalar el conflicto, en la práctica le declaran la guerra al gobierno”, deploró Camilo González, presidente de Indepaz.

La unidad fue atacada de madrugada, con explosivos y disparos de fusil, en el poblado El Carmen, en la zona del río Catatumbo, fronteriza con Venezuela, a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá, y los heridos llevados a la capital regional, Cúcuta, para ser atendidos. Dos de los fallecidos eran indígenas wayúu.

El comandante general de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo, lamentó el atentado y le atribuyó la responsabilidad al frente “Camilo Torres” del ELN.

El presidente Gustavo Petro expresó su “repudio total al ataque al pelotón del Ejército en el Catatumbo, 7 soldados que prestaban su servicio militar y 2 suboficiales, soldados de la Nación y del gobierno del cambio, asesinados por quienes hoy están absolutamente alejados de la paz y del pueblo”.

De seguidas, anunció que ha convocado a consulta a la delegación del gobierno en la mesa de diálogo con el ELN, y a los países garantes y acompañantes, pues “un proceso de paz debe ser serio y responsable con la sociedad colombiana”.

Los países garantes son Brasil, Chile, Cuba, México, Noruega y Venezuela, y los acompañantes permanentes el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas en Colombia y la Conferencia Episcopal colombiana.

La reunión se convocó para el 3 de abril y Petro subrayó que se colocará como tema prioritario el cese del fuego y de las hostilidades entre su gobierno y la guerrilla, a la que ha reconocido estatus de movimiento político rebelde.

Tanto el mandatario como su ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el principal negociador gubernamental de paz, Otty Patiño, indicaron que sostendrán las negociaciones y no se interrumpirán por el atentado de este miércoles.

Diez horas después de perpetrado el ataque, el ELN no había producido una declaración reivindicándolo o desmarcándose.

Mientras, se multiplicaba el rechazo en la opinión pública y en la dirigencia política, notoriamente por parte de los expresidentes derechistas Álvaro Uribe (2002-2010) e Iván Duque (2018-2022).

“Estas acciones, como la del Catatumbo, como las de los atentados que viene haciendo el ELN, son completamente contrarias a los propósitos de paz”, observó González.

Expuso que “asesinar a unos jóvenes que están, prestando servicio militar no les da ningún prestigio ni fuerza;  por el contrario, los debilita ante la opinión nacional”.

“Pero lo grave es que sabotea el proceso, da señales equívocas, cuando lo que se necesita es desescalar, proteger el proceso, respetar a la población civil, ir disminuyendo la intensidad del combate, y lo que están haciendo es escalando y declarando objetivo militar al propio gobierno de Petro”, abundó González.

Desde que en agosto de 2022 se convirtió en el primer presidente de izquierdas en su país, Petro lanzó iniciativas para lograr una “paz total” en su país, abriéndose al diálogo con el ELN y con disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que fue durante 60 años la mayor guerrilla colombiana.

De las Farc subsisten al menos dos grupos remanentes armados tras el Acuerdo de Paz y la desmovilización pactada en 2016, y en el país operan otras agrupaciones violentas, entre ellas algunos brazos del narcotráfico fuertemente armados.

La dirigencia del ELN, una guerrilla fundada en 1964 y que era la segunda en importancia detrás de las Farc, acudió a reuniones con el gobierno de Petro en Caracas, La Habana y México, donde pactó el 10 de marzo trabajar por un desescalamiento del conflicto y eventual cese del fuego y de las hostilidades.

A-E/HM

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