Un millón de niños del Tíbet son asimilados a otra cultura

Niña tibetana a hombros de una pariente. Según defensores de derechos humanos en la ONU, un millón de niños de esa región en el suroeste de China estudian internos en escuelas en las cuales se omite la enseñanza en su lengua nativa y se emplea el idioma de la etnia han, mayoritaria en el resto del país. Foto: Palami Mohan/Unicef

GINEBRA – Alrededor de un millón de niños de la etnia tibetana están afectados por las políticas del gobierno chino para asimilar al pueblo del Tíbet cultural, religiosa y lingüísticamente, a través de un sistema de escuelas residenciales, según advirtieron, este lunes 6, expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas.

“Nos preocupa mucho que en los últimos años el sistema de escuelas residenciales para niños tibetanos parezca actuar como un programa obligatorio a gran escala destinado a asimilar a los tibetanos a la cultura mayoritaria Han”, señalaron los expertos que actúan bajo el paraguas del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Esa política se desarrolla “en contra de las normas internacionales de derechos humanos”, dijeron en una declaración divulgada en esta ciudad suiza, sede del Consejo que integran 47 Estados miembros de la ONU.

Indicaron que en las escuelas residenciales (con alumnos internos) el contenido y el entorno educativo se construyen en torno a la cultura mayoritaria han, y los libros de texto reflejan casi exclusivamente la experiencia vivida por los estudiantes han.

De los 1410 millones de habitantes de China, 91,6 %, unos 1230 millones de personas, son de la etnia mayoritaria han, y el resto se reparte entre otras 55 nacionalidades o minorías étnicas.

En Tíbet, de 3,5 millones de habitantes, la inmensa mayoría es étnicamente tibetana.

Los niños de la etnia tibetana “se ven obligados a completar un plan de estudios de «educación obligatoria» en el idioma chino mandarín (putonghua) sin acceso al aprendizaje tradicional o culturalmente relevante”, según los expertos de la ONU.

Agregaron que las escuelas gubernamentales de idioma putonghua no brindan un estudio sustantivo del idioma, la historia y la cultura de la minoría tibetana.

Sostuvieron que, como resultado, “los niños tibetanos están perdiendo la facilidad con su idioma nativo y la capacidad de comunicarse fácilmente con sus padres y abuelos en el idioma tibetano, lo que contribuye a su asimilación y erosión de su identidad”.

Los expertos que suscribieron el informe son el jurista canadiense Fernand de Varennes, relator especial sobre cuestiones de las minorías; la socióloga pakistaní Farida Shaheed, relatora especial sobre el derecho a la educación, y la jurista griega Alexandra Xanthaki, relatora especial en el ámbito de los derechos culturales.

En su declaración expresaron su preocupación por un aumento sustancial en la cantidad de escuelas residenciales que operan dentro y fuera de la Región Autónoma del Tíbet y la cantidad de niños tibetanos que viven en ellas.

Si bien existen escuelas residenciales en otras partes de China, su proporción en áreas pobladas por la minoría tibetana es mucho mayor, y este porcentaje ha ido en aumento en los últimos años.

Mientras que a nivel nacional el porcentaje de alumnos internos no supera el 20 %, la información recibida apunta a la gran mayoría de niños tibetanos en escuelas residenciales, casi un millón en total.

El aumento en el número de estudiantes tibetanos internos se logra mediante el cierre de escuelas rurales en áreas más pobladas por tibetanos, y su reemplazo por escuelas municipales o a nivel de condado, según se indicó.

Los expertos apuntaron que las escuelas residenciales municipales o de condado “utilizan casi exclusivamente putonghua en la enseñanza y las comunicaciones”, y muchas de ellas “están situadas lejos de los hogares familiares de los estudiantes que se alojan en ellas”.

“Estamos alarmados por lo que parece ser una política de asimilación forzada de la identidad tibetana a la mayoría dominante china han, a través de una serie de acciones opresivas contra las instituciones educativas, religiosas y lingüísticas tibetanas”, insistieron.

Esas políticas “son contrarias a la prohibición de la discriminación y los derechos a la educación, los derechos lingüísticos y culturales, la libertad de religión o creencias y otros derechos de las minorías del pueblo tibetano”.

Recordaron que Beijing, en su Conferencia Central sobre Asuntos Étnicos de agosto de 2021, llamó a que todos los grupos étnicos sean guiados a “colocar siempre los intereses de la nación china por encima de todo”.

“Ese llamado reafirmó la idea de construir un estado socialista moderno y fuerte basado en una única identidad nacional china. En este contexto, se reprimen las iniciativas para promover el idioma y la cultura tibetanos, y se persigue a las personas que defienden el idioma y la educación tibetanos”, dijeron los expertos.

Los expertos informaron que ya en noviembre de 2022 enviaron una comunicación al gobierno de China y siguen en contacto con las autoridades con respecto al tema.

A-E/HM

 

 

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