Niños del pueblo indígena yanomami, atendidos en el hospital de campaña en Roraima, estado del extremo norte de Brasil, donde la invasión de las tierras indígenas por los «garimpeiros» (mineros ilegales) provocó una crisis humanitaria y sanitaria, con centenares de niños y adultos muertos de hambre y enfermedades evitables, como malaria, en los últimos años. Foto: Fernando Frazão/Agência Brasil