NACIONES UNIDAS – El Grupo de los 20 (G20), de las mayores economías industrializadas y emergentes, debe atender con urgencia la situación de los países más endeudados y con renta baja y media, planteó este miércoles 22 un nuevo documento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Achim Steiner, administrador del Pnud, dijo que “los componentes básicos para transformar el sistema financiero mundial -la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo, la reestructuración de la deuda y las inyecciones de liquidez ya se están discutiendo en el G20”.
“Pero con la rápida escalada de la fractura entre los países desarrollados y los países en desarrollo, necesitamos pasar de las palabras a acción”, agregó.
Los 52 países de renta baja y media más endeudados en el Sur en desarrollo albergan a 40 % de la población más pobre del planeta y su alto nivel de endeudamiento les impide avanzar, pues deben asignar cientos de miles de millones de dólares tan sólo al pago del servicio de la deuda, indicó el Pnud.
Un recorte de 30 % en la deuda pública externa de esos países les ahorraría 148 000 millones de dólares en pagos durante ocho años, un dinero que podría destinarse a proyectos de desarrollo.
Según el estudio del Pnud, si una economía en desarrollo se endeuda a una tasa de interés de 12 o 14 %, y paga más de 20 % de sus ingresos en el servicio de la deuda cada año, simplemente no tiene con qué financiar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o los compromisos del Acuerdo de París.
Los 17 ODS integran la Agenda 2030 de la ONU para encarar grandes problemas de pobreza, desarrollo y protección del planeta, en tanto el Acuerdo de París de 2015 busca reducir la emisión de gases de efecto invernadero de causan el calentamiento de la atmósfera y aceleran así el cambio climático.
El estudio “Construyendo bloques para salir de la crisis” fue divulgado en coincidencia con el inicio de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 en la ciudad de Bangalore, India.
El Pnud insta al G20 a tomar medidas para proteger del sobreendeudamiento a las naciones de renta baja o mediana, y garantizar que tengan acceso amplio a un financiamiento justo, inclusivo y que favorezca transiciones equitativas hacia economías sustentables.
Destacó que actualmente 25 gobiernos de economías en desarrollo tienen pagos del servicio de la deuda externa superiores a 20 % de sus ingresos totales, el número más alto de países en más de 20 años.
Junto con el aumento de la carga de la deuda, esos compromisos desplazan el espacio para gastar en servicios esenciales, incluidas las medidas para adaptarse y responder a la crisis climática.
Steiner subrayó que “los países más agobiados por la deuda y la falta de acceso a la financiación también están siendo golpeados por muchas otras crisis”, como el impacto económico de la pandemia covid-19, la persistente pobreza y la aceleración de la emergencia climática.
“Ha llegado el momento de abordar el abismo cada vez más profundo entre países ricos y pobres, cambiar el panorama multilateral y crear una arquitectura de deuda que se ajuste a nuestro propósito en nuestro mundo complejo, interconectado y postcovid”, planteó Steiner.
Por su parte, Kristalina Georgieva, directora gerente el Fondo Monetario Internacional (FMI), indicó en un artículo publicado este miércoles 22 que “alrededor de 15 % por ciento de los países de bajos ingresos están agobiados por la deuda y 45 % adicional tienen un alto riesgo de agobio de la deuda”.
“Y entre las economías emergentes, alrededor de 25 por ciento están en alto riesgo y enfrentan diferenciales de préstamo similares a los de incumplimiento”, agregó.
Por ello, abogó por “la solidaridad, que aquí significa mejores mecanismos para reestructurar la deuda”.
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