La peruana Nelly García tiene 65 años, y desde hace 30 se dedica a la venta de flores en un mercado de Lima, porque no logró volver a su profesión de enfermera, tras hacer un parón laboral para criar los primeros años a sus hijos. Con tristeza asegura que «si el Estado no se preocupa por la niñez, menos por nosotros, dirán: ‘estos viejos que se mueran ya, porque no sirven’». Foto: Mariela Jara / IPS