ILOÍLO, Filipinas – Elvie Gallo ya no merodea por la tienda de comestibles local, esperando la oferta de algún que otro trabajo para llevar comida a la mesa familiar. Su vida de mano de obra ocasional ha sido reemplazada por un negocio viable de cría y venta de pollos en la provincia filipina de Iloílo.
«Tengo suficiente para hoy, y estoy ahorrando para el futuro de mis hijos», dice en la capital provincial del mismo nombre. La historia de crecimiento y transformación de Gallo se repite en 2700 hogares de Iloílo, Bukidnon y Sultan Kudarat, tres de las provincias más pobres de Filipinas.
Se ha llegado a estos hogares a través del programa Medios de Vida Sostenibles (SLP, en inglés). Se trata de un programa de desarrollo de capacidades para que los hogares y las comunidades que viven en la pobreza extrema mejoren sus condiciones socioeconómicas y desarrollen medios de vida prósperos.
El programa SLP en este país insular asiático está supervisado por el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo y cuenta con el apoyo del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) y la Iniciativa de Graduación de los Ultra-Pobres del Comité para el Progreso Rural de Bangladesh (BRAC, en inglés), transformado en una organización de desarrollo internacional dirigida a los más pobres de las sociedades.
Este proyecto se basa en dos planes gubernamentales ya existentes, el SLP y el Programa Pantawid Pamilyang Pilipino (4P), con intervenciones adicionales que proporcionan a los hogares acceso a los servicios y recursos gubernamentales disponibles, junto con un asesoramiento y tutoría de apoyo, así como un sólido seguimiento de los resultados de los hogares.
Este enfoque más holístico de la reducción de la pobreza suele denominarse Graduación, un conjunto de intervenciones con diversos aspectos y fases, diseñadas para abordar diversos factores que mantienen a las personas atrapadas en la pobreza extrema dentro del contexto local.
Antes de este programa, el gobierno filipino había comenzado a explorar cómo aprovechar sus programas de transferencia de dinero en efectivo y de medios de subsistencia existentes para abordar la pobreza multidimensional, diversificar las fuentes de ingresos de los hogares y aumentar la resiliencia ante las crisis.
La integración del enfoque de Graduación en el gubernamental programa de transferencia de efectivo ya existente fue dirigida por el Departamento de Trabajo y Empleo a través de una iniciativa piloto de Graduación lanzado oficialmente en 2018.
El plan piloto trabajó con 2400 beneficiarios extremadamente pobres del programa de transferencia de efectivo 4P y los sistemas administrativos establecidos para su programa Kabuhayan (medios de vida), que proporciona a los hogares activos productivos y capacitación técnica.
El programa incluía otros elementos de Graduación para que las intervenciones fueran integrales, como la formación técnica en la gestión de activos, los mecanismos de ahorro, el asesoramiento por parte de los facilitadores comunitarios de Graduación, el desarrollo de habilidades en cuestiones sociales y sanitarias, y los vínculos con grupos comunitarios y cooperativas.
Corazón Gaylon, una de las participantes en el programa piloto inicial, reflexionó sobre lo mucho que ha cambiado su vida en los dos años transcurridos desde su graduación en el programa.
«Mi hija mayor ha podido terminar su programa universitario, mi segundo hijo está empezando ahora su primer año, y mi hijo menor está matriculado en la escuela. Ya no tengo deudas. Nuestras sesiones de formación me ayudaron mucho durante los cierres de actividad (por la pandemia de covid-19). Pude prepararme y ahorrar dinero», contó.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
Según una evaluación inicial del impacto realizada por el BAD, a pesar de los numerosos problemas creados por la covid y los consiguientes cierres de las empresas, los participantes demostraron tener medios de vida más resistentes y una mejor gestión financiera y del ahorro.
De hecho, 73 % de los medios de vida grupales y 60 % de los individuales seguían siendo plenamente operativos al final del programa, explica el Banco Asiático de Desarrollo.
Asimismo, en septiembre de 2020, pese a algunos descensos iniciales en los ahorros y en los nuevos préstamos contraídos, 69 % de los que declararon haber contraído una deuda también declararon haber sido capaces de devolver la totalidad o parte del préstamo.
Eso según el BAD indica una mejor gestión de los ahorros y una disminución significativa de los casos de comportamiento financiero arriesgado.
Después de completar con éxito el proyecto de graduación, el gobierno está ahora en su segunda fase de promoción de sistema de la graduación a través del programa del Departamento de Bienestar Social.
Rhea B. Peñaflor, subsecretaria de ese departamento, espera que el programa SLP se amplíe hasta convertirse en una parte central del plan de las 4P. Esto garantizará que las personas que participan en el programa de protección social no vuelvan a caer en la pobreza extrema.
Al integrar estos diversos componentes, Peñaflor ha sido testigo de cambios drásticos en los participantes.
«Desde el apoyo a los medios de subsistencia hasta el empoderamiento social a través del entrenamiento, nuestros sueños para estos participantes se están haciendo realidad, y son capaces de crear un futuro más estable y exitoso para ellos y sus familias», afirmó.
Destaca que la característica más significativa del programa SLP «son los aspectos del entrenamiento y seguimiento intensivos que se facilitan principalmente a través de los entrenadores”.
“También estamos viendo un gran compromiso por parte de las distintas Unidades de Gobierno Local para supervisar la implementación y ayudar a los participantes a mantener sus medios de vida y su progreso», aseguró la funcionaria.
Peñaflor detalló que «nuestra visión, en particular, es crear autosuficiencia y apoyar a todo el hogar. La pobreza extrema debe ser un asunto de todos. Todos los niveles de gobierno, de arriba a abajo y de abajo a arriba, deberían participar».
Marlowe Popes, director de programas de BRAC UPGI, afirma que «el futuro empieza en el ámbito local. Debemos reforzar la capacidad de las Unidades de Gobierno Local.
La razón, aduce, es que “ellas son las que tienen más experiencia trabajando en los contextos locales y ejecutando proyectos. Han experimentado los obstáculos y desafíos de primera mano y son los verdaderos expertos».
Además, Popes confirma la necesidad de involucrar a las comunidades locales en la adaptación y el diseño, la implementación y la medición de los programas de Graduación.
También destaca que los procesos de seguimiento se ven impulsados de forma significativa por la participación de las comunidades locales, los miembros de la comunidad sirven de motor para el éxito y la motivación de los participantes.
Ese nivel de implicación mejora la rendición de cuentas, la integración y la apropiación por parte de la comunidad, especialmente mientras persisten los impactos de la pandemia.
«Nuestra estrategia para involucrar a los líderes (locales) fue clave para el éxito. Las actualizaciones periódicas les ayudaron a integrarse, permitiéndoles sentirse parte del éxito», concluyó Popes.
Mientras tanto, Gallo, Gaylon y las otras 2699 familias seleccionadas continúan su camino de crecimiento y transformación, desarrollando los medios de vida de su elección, como la agricultura, el búfalo de agua, la cría de cerdos y su engorde, las empresas de carros de comida y las tiendas de conveniencia conocidas localmente como «sari sari».
T: MF / ED: EG