SINGAPUR – El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) lanzó una nueva iniciativa para asesorar y ayudar a las ciudades de Asia y el Pacífico a cumplir sus objetivos de resiliencia climática mientras mejoran su infraestructura y servicios urbanos.
La “Iniciativa Creación de Ciudades Invertibles”, presentada en la Cumbre Mundial de Ciudades que se realiza en esta ciudad-estado, brindará asesoramiento y recursos para el desarrollo de capacidades a 20 ciudades de la región.
“Las ciudades son la primera línea en la lucha contra el cambio climático, especialmente cuando el mundo busca recuperarse y reconstruirse de la pandemia”, dijo Ashok Lavasa, vicepresidente de operaciones del sector privado y asociaciones público-privadas en el banco.
La iniciativa “brinda un servicio de asesoramiento práctico e integral a los formuladores de políticas, lo que les permite acceder directamente a la experiencia y las finanzas del BAD”, subrayó Lavasa.
Los programas ayudarán a las ciudades asociadas a incorporar la resiliencia climática en sus políticas y proyectos, a desarrollar estrategias de movilización de recursos locales, y a mejorar su acceso a la financiación del sector privado.
La urbanización es una fuerza poderosa en Asia y el Pacífico y para 2030 la región tendrá casi 200 ciudades con más de un millón de habitantes cada una.
En la cita de Singapur se ha destacado a las ciudades como motores del crecimiento global, ya que generan 80 % del producto interno bruto mundial.
Pero también producen casi 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo y 50 % de los desechos.
Con seis de los 10 países ambientalmente más vulnerables del mundo ubicados en Asia y el Pacífico en medio de una rápida urbanización, sus pobres urbanos son particularmente vulnerables a los impactos del cambio climático.
La nueva iniciativa ya tiene programas y colaboraciones en marcha con ls ciudades de Macasar, en la isla indonesia de Sulawesi; Penang, en Malasia, y las capitales de Georgia, Tiflis, y Mongolia, Ulán Bator.
Cada una de esas ciudades busca soluciones innovadoras que las ayuden a descarbonizar su red eléctrica, reverdecer su entorno construido, mejorar la movilidad urbana incluso a través de vehículos eléctricos, y hacer la transición a una economía circular.
Igualmente están inmersos en programas para conservar el agua, mejorar la prestación de servicios urbanos y la gestión de activos a través de dispositivos inteligentes, y de integrar planificación e inversión urbanas.
“Las ciudades no pueden continuar con un enfoque de negocios como siempre si quieren cumplir con sus objetivos climáticos”, dijo el director de desarrollo sostenible y cambio climático del BAD, Bruno Carrasco.
En su opinión, la iniciativa “ayudará a las ciudades a incorporar el clima en su formulación de políticas urbanas, aprovechando la experiencia climática, urbana y de gobernanza del BAD, y movilizando asociaciones para la transferencia de conocimientos y el desarrollo de capacidades”.
Antes de la pandemia covid-19 el BAD estimó que Asia-Pacífico necesita casi 1,7 billones (millones de millones) de dólares por año por año para cerrar su brecha de infraestructura, y 200 000 millones de dólares deberían provenir del sector privado.
Cleo Kawawaki, de la oficina de asociaciones público-privadas del BAD, destacó “la urgencia de preparar a las ciudades para aprovechar la innovación, la eficiencia y las finanzas del sector privado para cerrar la enorme brecha de infraestructura que les impide alcanzar su potencial económico”.
“Mejorar la movilización de recursos locales y la calidad financiera de las ciudades es fundamental para atraer financiamiento del sector privado y climático para sus futuros más verdes y resilientes, y mejorar su calidad de vida”, añadió.
El BAD, establecido en 1966, es propiedad de 68 Estados socios, 49 de ellos de la región, y en 2021 efectuó operaciones por 22 800 millones de dólares.
A-E/HM