LUCKNOW, India – Romeo es una mala palabra en Uttar Pradesh (UP), el mayor estado de India con casi 25 millones de habitantes y situado en el norte del país. Aunque el nombre simboliza el amor, las diversas muestras de afecto y amor entre mujeres y hombres pueden considerarse un delito en la región.
Por su seguridad, se aconseja a las mujeres que no se dejen ver acariciando a algún varón, especialmente en lugares públicos, ya que las brigadas anti-Romeo del departamento de policía del estado podrían detenerlas.
“El Código Penal Indio tiene numerosas secciones para detener y procesar a los hombres que acosan a las mujeres. La brigada anti-Romeo se ha convertido en una herramienta para acosar y avergonzar a hombres y mujeres jóvenes. No tiene cabida en una democracia civilizada”, dijo a IPS el reputado periodista Bobby Naqvi, exdirector de Gulf News, un diario editado en Dubai.
A su juicio, “las perturbadoras imágenes de estos escuadrones acosando a los jóvenes dañan la reputación de India como la mayor democracia y una nación en la que casi 230 millones de personas tienen entre 15 y 24 años».
Poco después de que el nuevo gobierno regional del Partido Bharatiya Janata (Partido Popular Indio, BJP, derecha nacionalista) se instalara en el cargo el 25 de marzo, se aprobó una orden que reactivaba las brigadas anti-Romeo.
Esas brigadas se pusieron en marcha por primera vez en 2017, cuando el BJP obtuvo una mayoría aplastante en el estado que gobierna desde entonces, con el declarado objetivo de salvaguardar a las mujeres en lugares públicos.
En las elecciones regionales de este año, quedó ratificado el poder regional del líder del PJB en el estado, Yogi Adityanath, un polémico monje criticado por su supremacismo hinduista y su sectarismo contra las minorías étnicas y religiosas.
Los defensores de los derechos de las mujeres, entre los que se encontraban destacadas activistas en el país, publicaron una declaración conjunta en 2017 en la que exigían que los escuadrones anti-Romeo en el estado se disolvieran inmediatamente y se sustituyeran por medidas legales e institucionales de largo plazo para garantizar la seguridad de las mujeres.
Sin embargo, el impopular escuadrón ha vuelto a la acción.
Renu Mishra, directora ejecutiva de la Asociación para la Defensa y las Iniciativas Legales (AALI, en inglés), una organización sin ánimo de lucro con sede en Lucknow, la capital del estado, considera que la brigada anti-Romeo es otra forma de mantener a las mujeres bajo control.
Ella y otras activistas coinciden en que es necesario sensibilizar a la policía en materia de género, aumentar el número de mujeres policías, crear un entorno propicio para que las mujeres presenten denuncias y lograr condenas más frecuentes.
Sostienen que los escuadrones anti-Romeo son una manifestación física del patriarcado que considera a las mujeres como criaturas indefensas a las que hay que proteger en lugar de empoderar.
Según Namita Bhandare, escritora de temas sociales y de género, no es necesario un escuadrón para defender a la mujer en las calles.
Durante el periodo en que permaneció operativo en 2017 abundaron las historias sobre los excesos de la brigada. Varios jóvenes acusados de acosar supuestamente a varias chicas fueron obligados a afeitarse la cabeza. Una agente de policía pidió a un joven que hiciera abdominales por estar en compañía de una amiga. Un vídeo sobre ese incidente se hizo viral en las redes sociales y provocó la ira contra excesos similares.
Los cazadores de Romeo fueron disueltos, pero ahora que el mismo gobierno ha vuelto a gobernar por otros cinco años, se reactivaron sus escuadrones.
A los ojos del partido en el poder, el nombre de Romeo evoca imágenes de un cazador de Eva, un acosador de mujeres.
Se espera que los escuadrones anti-Romeo desempeñen el papel de caballeros galantes que ayudan a las mujeres a salvaguardar su pureza y su honor. La policía del estado asegura que está intentando fichar al mayor número posible de Romeos que operan en las calles para acabar con el acoso a las mujeres.
Los escuadrones son vistos con temor por muchos en la comunidad, y cuando IPS trató de hablar con antiguas víctimas de los escuadrones anti-Romeo, se negaron por temor a represalias.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
A pesar del regreso de las brigadas, no hay indicios de que los delitos contra las mujeres hayan disminuido en el Estado del Norte, el significado de su nombre en hindi.
En las estadísticas publicadas a principios de año por la Comisión Nacional de la Mujer (NCW, en inglés) se denunciaron más de 31000 delitos contra las mujeres, y más de la mitad procedían de Uttar Pradesh.
La brigada antirreglamentaria parece impotente ante hombres políticamente poderosos que se declaran religiosos y visten con flamantes túnicas de color azafranado (bhagwa, en hindi), característico de la religión hindú, la mayoritaria en India.
Pero vestidos con el color sagrado del hinduismo amenazan con violar a las mujeres, en expresiones donde se mezcla el odio hacia confesiones religiosas minoritarias, en especial la vinculada al Islam.
En abril, se difundió un vídeo en las redes sociales en el que se veía a un hombre bien afeitado y vestido con túnicas de color azafrán que hablaba con un megáfono desde el interior de un automóvil. Amenazaba con secuestrar y violar a mujeres musulmanas.
El hombre fue identificado como Mahant Bajrang Muni Das, del Ashram Maharishi Sri Laxman Das Udasin, en la zona de Khairabad, en Sitapur, a unos 80 kilómetros de Lucknow.
«Digo esto con amor por vosotros que sacaré públicamente a vuestras nueras e hijas de vuestras casas y las violaré si alguna chica hindú es molestada en Khairabad. Los musulmanes serán asesinados si algún hindú es asesinado aquí», vociferaba.
La presidenta del NCW, Rekha Sharma, escribió al jefe de la policía del estado para que detuviera a los acusados. La portavoz del opositor Partido del Congreso, Supriya Shrinate, dijo que Bajrang Muni es un insulto a la religión hindú y que su amenaza de violación se burla de la ley y el orden en la región.
Shrinate dijo al gobierno regional que debería actuar contra cualquiera que amenace con violar a las mujeres.
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