En la sala de su hogar, en el distrito San Martín de Porres, en el norte de Lima, Rosario Aybar muestra la foto de su hija Solsiret Rodríguez, quien desapareció en agosto del 2016. Su lucha incansable con apoyo de activistas feministas logró que el caso no se archivase, sus restos fueran hallados y los culpables de su muerte hayan sido condenados este mes de junio. Foto: Mariela Jara / IPS